El ministro del Interior español, Fernando Grande Marlaska, admitió ayer en Rabat que la preocupación del Gobierno se centra en la 'vía canaria' donde la llegada de migrantes por el mar no para de crecer; en enero se registraron 708 llegadas, 17 veces más que en enero de 2018. En lo que va de año han arribado ya 881 personas en 27 pateras o cayucos.

Marlaska visitó Marruecos en su primer viaje internacional tras ser confirmado cómo ministro del Interior en el nuevo Gobierno de coalición e insistió en que los vuelos de devolución de inmigrantes irregulares que han salido desde Canarias hacia Mauritania con pasajeros de Mali, un país en guerra, "son conformes a la normativa española" y "a los principios del ordenamiento jurídico internacional".

Pese a las críticas de varias ONG, como la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y el Servicio Jesuita a Migrantes, o de partidos como NC, Podemos y CC, porque gran parte de estos migrantes terminan en Mali, contra el criterio de las agencias de la ONU que lo consideran un país de alto riesgo, el ministró expuso que "no van a Mali, sino que van a Mauritania". En los últimos ocho meses hasta siete vuelos han salido con migrantes deportados, los dos últimos en enero con más de un centenar de personas, 72 de ellos de Mali, un país atravesado por un conflicto de norte a sur que está provocando que miles de personas se desplacen de sus lugares de origen a los países limítrofes, entre ellos Mauritania.

Según Interior, un acuerdo bilateral en vigor entre España y Mauritania permite expulsar hacia ese país magrebí a emigrantes de terceros países que hubieran llegado a España desde su territorio o transitado por él. Pero la Agencia de la ONU para los Refugiados cambió sus directrices de protección el pasado verano para solicitar a los Estados que brinden refugio a los malienses que huyen de su país, lo que implica que España debería darles cierto grado de protección o, en su caso, Mauritania tras ser devueltos.

Fuentes de la seguridad mauritana confirmaron a Efe que los inmigrantes llegados en los vuelos españoles hasta la ciudad de Nuadibú son inmediatamente conducidos en autobús hacia la frontera de Mali o de Senegal, según fuera el lugar de acceso al país, y entregados a la policía de esos países. CEAR también ha confirmado las devoluciones desde Mauritania al país en conflicto.

Al ser preguntado por el riesgo que supone para muchos malienses ser trasladados de inmediato a Mali, Marlaska recordó que "todos los que pisan suelo español han podido ejercitar su derecho de protección internacional, cosa que algunos han hecho y otros no". Añadió que 82 malienses han presentado solicitud de asilo y su propuesta ha sido admitida a trámite. No obstante CEAR cuestiona que, aunque los migrantes malienses llegados en patera a Canarias no hayan pedido la protección internacional a la que tienen derecho, se pongan sus vidas en riesgo "con una deportación a un país tercero a sabiendas de que su destino final será un país en conflicto".

Pese a ello, el ministro expuso que "los expedientes (de asilo) se analizan individualmente y no colectivamente. Son resoluciones individualizadas, y algunas pueden acabar en el poder judicial si hay recurso", insistió.

Marlaska destaca que España ha sido en lo que va de año el primer país europeo donde se han registrado solicitudes de asilo, y fue el tercero el pasado año con 115.000 solicitudes.

El ministro espera por la resolución del 13 de febrero de la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en Estrasburgo, que ha de fallar sobre las "devoluciones en caliente", término que Marlaska rechaza. El ministro asegura que el Gobierno de España cumplirá la sentencia.

Se trata del fallo sobre el recurso que presentó España contra la sentencia en la que instancia judicial condenó a España por dos devoluciones sumarias -conocidas como 'devoluciones en caliente'- en la valla de Melilla en el año 2014, es decir, el 'rechazo en frontera'. El auto de condena a España indica que ambos migrantes fueron expulsados y enviados de vuelta a Marruecos en contra de sus deseos sin que mediara intervención administrativa o judicial previa y sin ser sometidos a identificación por parte de las autoridades. Este fallo puede tener repercusión en las devoluciones de migrantes en vuelos desde Canarias.

Marlaska alabó ayer la labor de Marruecos, Mauritania y Senegal en "la lucha contra la emigración clandestina", países con quienes está intensificando la colaboración para reducir la 'vía canaria'.

El ministro resaltó en concreto "el ejemplar trabajo conjunto" entre España y Marruecos en la reunión en Rabat con su homólogo marroquí, Abdelouafi Laftit, un encuentro donde agradeció "la colaboración de Marruecos en el proceso de mejora y refuerzo de los vallados fronterizos de Ceuta y Melilla". La colaboración ha contribuido a lograr una disminución del 53,4% en el número de llegados a España por vía marítima en 2019.

De otro lado, la reunión migratoria entre el Gobierno de Canarias y el Ministerio del Interior que se suspendió la semana pasada por fiebre del ministro se celebrará finalmente el próximo jueves 13 en las Palmas de Gran Canaria, cita en la que Grande Marlaska se reunirá con el presidente Ángel Víctor Torres.