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CRISIS DEL CORONAVIRUS Entrevista

"Es imposible determinar cuántos canarios están fuera de España"

"Hay casos particulares que nos preocupan y que no son fáciles, como el de una canaria que está en Tanzania", comenta el director general de Relaciones Exteriores del Gobierno de Canarias, Juan Francisco Trujillo

Juan Francisco Trujillo, director de Relaciones Exteriores del Gobierno canario. J. CASTRO

¿Cómo transcurren estos días en la Dirección General de Relaciones Exteriores?

Nos hemos volcado toda la viceconsejería al completo, el viceconsejero y los dos directores generales: el de Migración y yo mismo como Relaciones Exteriores. El de Migración, en dos direcciones: básicamente a atender y estar en contacto con nuestras organizaciones en el exterior Cuba, Venezuela, Argentina, Uruguay e inclusive en la Península, con nuestras casas allí, preocupados por su situación; y en mi caso con aquellos que están en el exterior de forma individual, que son los que más problemas tienen. Canarios a los que les ha cogido esto en Tailandia, Bali o Ecuador, donde ha habido problemas serios incluso para que aterrizaran aviones y donde se intenta repatriar a españoles sanitarios que están allí. Son situaciones difíciles.

¿Tienen localizado un foco de canarios importante que se encuentren ahora mismo atrapados sin poder regresar?

En varios sitios, como decía: Bali,Tailandia...Y por aquí por África tenemos a mucha gente. Una de las últimas llamadas que atendí fue de Tanzania. Hay gente en Gambia, Senegal, Mauritania, Cabo Verde... En este último caso, los Cabildos ya se han movilizado para traer a chicos de programas de becas laborales que está resuelto. Y también la extracción de todos los canarios que están en Mauritania, además de otros españoles.

¿Qué líneas de trabajo trazan con estos canarios atrapados?

Ayudamos y orientamos a los que están fuera en dos aspectos ya que es competencia absoluta de consulados y embajadas en el exterior que puedan estar identificados. Lo primero es darle esa orientación, que se inscriban en el registro de viajeros de Exteriores; si no lo están, que lo hagan. Después que pongan en observaciones cuál es su situación: desplazados, cooperantes, turismo... y que quieran retornar. Que sigan el Twitter y el Facebook de las embajadas para que estén informados de la situación. En Tailandia hemos orientado a unos grupos. No es fácil. En algunos casos estamos enviando una ficha consular para que nos la remitan si no tienen acceso continuo a internet, que nos pongan sus detalles. También les facilitamos un teléfono para todos, una línea permanente [+34 91 39 48 900].

¿Qué margen de maniobra tienen cuando este tipo de competencias las asume el ministerio de Exteriores?

Informativa y de coordinación. Solo eso. Tenemos españoles en la Península. El viernes resolvimos una situación humanitaria de una persona que tenía que venir de Sevilla por Huelva hasta Canarias en barco. Estamos en contacto con Delegación de Gobierno y ellos a su vez con Exteriores. Damos información, ayudamos e intentamos tranquilizar. Es una situación de anormalidad, a veces podremos atender y otras no. Es complicadísimo resolver determinadas situaciones en el exterior. Por ejemplo, la de Tanzania. Tenemos que coordinarnos y establecer un plan de cómo podrá llegar hasta aquí: ya que mandar un avión por persona es imposible. Es una cuestión temporal. No podemos hacer como en Wuhan donde se fletó un avión para traer a un grupo de vuelta: allí sí había suficientes pasajeros como para volver.

¿Cuál es el volumen de llamadas que reciben y cuántos casos pueden atender por día?

Afortunadamente, no hay muchas personas fuera. Estamos resolviendo cuatro o cinco por día. También atendemos a ciudadanos extranjeros aquí, como una pareja de Azores que no podían volver a sus islas. Les intentamos dar soluciones a todos. A diario estamos atendiendo entre ocho o diez casos distintos. Afortunadamente no hay mucha gente fuera, no es como si nos coge esto en pleno mes de vacaciones, pero sí que tenemos a casos: tres enfermeras en Gambia, dos chicos de Valleseco en Tailandia, un chico jovencito en Boston... Más gente en Tailandia a la que hemos orientados para que vengan. Es complicado por que son distintas casuísticas.

¿Es posible saber cuántos canarios están ahora mismo fuera de España?

Es imposible calcular el número de canarios que están fuera del país. Sí tengo una orientación de que no hay un número de Canarios importante de forma individual fuera. De forma colectiva, es más fácil mover a la gente, viajeros que están con agencias, porque ellos mismos lo pueden organizar. Básicamente lo que estamos atendiendo es gente de forma individual o que están fuera estudiando, cooperando o demás. Sobre todo estamos atendiendo a gente de África que quiere regresar por temor a que esto se expanda por allí y las garantías sanitarias sean menores. Pedimos tranquilidad, vamos a orientar a todos, de la mano de otros organismos. Vamos a mantener informados a nuestra gente y otros que estén por aquí para volver.

¿Le preocupa algún caso en particular?

La chica de Tanzania... No va a ser fácil. Cuesta imaginar que haya gente nuestra tan lejos. Habrá otro casos, pero es que en este ella quiere regresar. Otros estarán igual o más lejos, pero tienen sus vidas y sus trabajos y querrán seguir allí. Les estamos transmitiendo tranquilidad, entiendo la preocupación de todos, que sigan sus protocolos y, sobre todo, que no se expongan a riesgos para evitar contagios en el exterior.

¿La mayoría de los casos en África son de cooperantes y sanitarios?

Sí, excepto los trabajadores de empresas mixtas en Mauritania y el grupo de becarios de Cabo Verde que ya se ha resuelto a través de los Cabildos de Gran Canaria y Tenerife. Además han venido otros canarios que tenían su interés en volver. Esa parte está solucionada. Estamos intentando solventar los problemas que tenemos en Gambia y Senegal, además de Guinea. Intentaremos aproximarlos a Mauritania y que vengan juntos. Es algo que se ha trabajado con la embajada. Me preocupa más esa gente que está en Bali, por ejemplo, donde tienen que hacer escalas porque hay aeropuertos que ya han cortado conexiones con muchos países. Estamos coordinando, colaborando, enviando esas fichas para desatascar las embajadas a través de la Delegación de Gobierno y ellos con Exteriores. Allí van clasificando. Esto es válido por si se decide, por ejemplo, fletar un avión desde África, para concentrarlos a todos en algún punto y que puedan regresar a casa. Esto es algo que no se puede improvisar. No se puede mandar un avión de aquí a Asia por 50 españoles... Por eso estamos pidiendo tranquilidad.

¿Ha mantenido contacto con los organismos canarios en Venezuela y Cuba?

Afortunadamente, allí el virus no ha entrado con tanta virulencia. Estuvimos en noviembre en Venezuela y vimos que están haciendo un trabajo espectacular para conocer su situación. Ellos ya tenían el coronavirus antes de que llegara, con una situación muy dura de necesidades básicas. Tenemos en marcha nuestros programas sanitarios y de alimentación a través de nuestras Casas de Canarias. También les hemos dicho a nuestras casas hogares en diferentes estados que extremen las precauciones por la virulencia con la que ataca a los más mayores. Hay que tener en cuenta que seis millones y medio de venezolanos, entre ellos muchos canarios, han abandonado el país y se han establecido en Bolivia, Ecuador o Perú y otros que han tenido que retornar a Canarias. No es fácil. Fue apasionante estar con ellos, pero duro vivir su angustia por las calamidades que pasan. El problema en Venezuela es que ni siquiera tienen liquidez para comida y medicamentos. En Cuba está más controlada nuestra gente, aunque no están bien porque están viviendo un apartado de restricciones importantes.

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