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Crisis del coronavirus ANÁLISIS

El momento de la verdad

El Archipiélago, que ha sido 'zona libre de terrorismo' en esta década, debe incorporar ahora la 'Zona Covid-Free' y otras enfermedades

El momento de la verdad

El jueves de esta semana, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Van Der Leyen, mientras presentaba en Bruselas la propuesta de la Comisión para Reconstruir y Fortalecer Europa, dijo: "Llegó el momento de la verdad". Y explicó: "o damos este paso histórico adelante, o la propia existencia de la Unión Europea está en peligro".

Esa es la verdad, el momento es ahora: cuando la pandemia empieza a remitir, las fronteras europeas se van a abrir en junio y la economía puede empezar a recuperarse. Es el momento de Europa. A continuación, será el momento de España e Italia, los dos países más dañados por la emergencia sanitaria y económica, y en donde amenaza una catástrofe social si no se toman medidas urgentes.

Pero es más el momento de Canarias: uno de los territorios europeos donde la crisis económica y social pueden tener efectos más graves. Torres, presidente de Canarias, decía hace poco: "Canarias tiene que prepararse para la quiebra social y económica. Hay 200.000 personas en los ERTE de las empresas canarias. Y otros centenares en riesgo de pobreza extrema".

Y, con mucha razón, añadía: "Tenemos los datos más favorables en la lucha contra el coronavirus, pero seremos los más afectados por el golpe económico". La Cámara de Comercio de Tenerife cuantificaba ese golpe: "El PIB de Canarias puede caer hasta el 20% en 2020; y las cifras de paro llegar a 380.000, superando el 30% de la población activa". Es decir, no estamos ante una fuerte recesión, sino ante una Gran Depresión, que puede durar varios años y hacernos retroceder 10 años en nuestra historia.

El momento de Canarias

Ante un reto de estas dimensiones, se necesita una respuesta que esté a la altura del reto. Para eso, el Gobierno Autonómico aprovechó ayer el simbolismo del Día de Canarias, para firmar con la mayoría de las organizaciones políticas y sociales el Pacto para la Reactivación Social y Económica de Canarias.

El momento era ayer: el momento sanitario, económico y político. Pero no era el momento de firmar sólo una declaración de buenas intenciones, un simple catálogo de medidas. Unas, sin financiación clara; otras, con financiación muy dudosa; y otras muchas, que no se podrán aplicar.

Las prioridades y el calendario de un plan tienen que estar al servicio de una estrategia que nos permita salir lo antes posible de la crisis. Y dependerá, fundamentalmente, del Plan Europeo presentado por la presidenta esta semana, que aún se tiene que llevar al Consejo y al Parlamento Europeo para su aprobación definitiva. Empezará a aplicarse a partir de enero de 2021.

También dependerá del Plan de Reconstrucción de España, que empieza a discutirse estos días en el Congreso de Diputados, en medio de una bronca patética, insultos y payasadas con poca gracia.

El Plan Canario se negociará en el Marco Europeo y Español a lo largo de este año, y se aplicará en los próximos 3 años, hasta la salida del agujero en el que hemos caído.

Pero el momento histórico en que está ahora mismo Canarias exige respuestas urgentes. Es decir, ayer, 30 de mayo, y no dentro de 2 meses, hacía falta presentar un plan de choque para el año 2020. Un plan para frenar, lo antes posible, la tremenda caída de nuestra economía. Medidas urgentes y de choque que permitan recuperar una economía turística que está profundamente dañada.

La solución somos todos

Ayer era el momento de la verdad de Canarias. En que deberíamos haber presentado un Plan-2020, que comprometiera a todos los partidos y a la sociedad canaria, para luchar por unos objetivos claros, precisos, articulados y claramente financiados. A partir de los criterios siguientes:

1.- La emergencia sanitaria entra en un nuevo tiempo. Los indicadores vienen confirmando a lo largo de todo el mes de mayo, que la epidemia en Canarias está bajo control. Los nuevos contagios y fallecidos han caído a mínimos. Con porcentajes que son los más bajos de España, con gran diferencia. En los primeros días de junio, el número de curados y contagiados se aproximará. Estamos en unos 200 activos. Gran Canaria, 40; La Palma, 11; Lanzarote, 3; Fuerteventura, 1. Y Tenerife, 150, que bajará a menos de 100 en los próximos días.

De este escaso número de enfermos, 170 están en sus domicilios y 30 hospitalizados. Esto quiere decir, que Canarias ya está en el nivel de contagio en el que estará España dentro de un mes, cuando está previsto que se levante la emergencia sanitaria. Debemos exigir, pues, que se nos aplique la llamada "desescalada asimétrica". No sólo a Gomera, Hierro y Graciosa; sino, también, a toda Canarias. Y que no nos sigan aplicando los criterios que aplican a territorios con un alto nivel de contagios, como Madrid, Cataluña, las Castillas, etc. Porque somos un territorio aislado a 1.000 km de distancia.

Este criterio lo está aplicando Grecia con sus islas turísticas; Croacia con las suyas; Portugal, con Madeira; así como Malta, Chipre, etc. Y España debería hacerlo con Canarias y Baleares, que quieren empezar a competir en un mercado muy reducido, muy competitivo y que va a crecer lentamente. Porque sólo se puede entrar en los nuevos mercados europeos si se cuenta con la Garantía de Destino Seguro.

En la etapa de normalización controlada a través de leyes sanitarias, Canarias tiene que potenciar y fortalecer su sistema sanitario, tanto el sistema hospitalario como la red de Atención Primaria. Y mantener unos mecanismos potentes de detección, control, aislamiento y rastreo que pueda localizar cualquier pequeño brote, para que no se vuelva incontrolable. Y también un control muy riguroso en puertos y aeropuertos canarios para frenar la entrada del virus.

El fortalecimiento del Sistema Canario de Salud debe ser una referencia de la Canarias del futuro. Europa va a aportar mucho dinero, y Canarias debe aprovecharlo. El Archipiélago, que ha sido 'zona libre de terrorismo' en esta década, debe incorporar ahora la 'Zona Covid-Free' y otras enfermedades. En Alemania lo saben, pero el mercado turístico inglés no. Se han quedado sólo con la imagen dañada de España, como uno de los países con mayor nivel de contagios del mundo. Pero esta vez Canarias está aparte. Por eso, ha tenido mucho impacto artículos que han aparecido en la prensa británica, que titulan: Canary Islands: Sun, Sea, Sand and Security. Las 4 eses, y la última 'Seguridad Sanitaria'.

Después del Sistema Sanitario, la segunda prioridad es el sistema educativo, lleno de debilidades y fragilidades por el largo período de recortes. Y que ha vuelto a ser dañado por el 'caos organizativo'. La educación y la formación son la clave del futuro. Y esta vez Europa está dispuesta a volcarse en la ayuda. Sepamos ligar esto a la Agenda Digital europea, con una nueva y ambiciosa Agenda Digital Canaria.

Recuperación en V

Europa apuesta por el turismo europeo, ligándolo al Pacto Verde ¿No es una magnífica oportunidad para apostar por una Canarias Verde, y por un turismo con un ambicioso Plan de Sostenibilidad Medioambiental?

Si queremos una recuperación lo más rápida posible, en forma de V y no en forma de L, es necesario que el turismo canario se ponga en marcha y compita lo antes posible. Si tuvimos 2,5 millones de turistas en el primer trimestre y'cero turístico' en el segundo, en el trimestre de verano debemo s recuperar más de 1 millón de turistas, y en el otoñosuperar los 3 millones. Si llegáramos a 6 millones este año, serán 12 en el 2021; y cerca de 15 en el año siguiente.

Pero para eso hace falta: los ERTE hasta diciembre para lograr una apertura escalonada y rentable de las empresas; un gran esfuerzo para salvar y proteger al máximo nuestra red de emprendedores: pymes y autónomos; y fortalecer el sistema de protección social con la Renta Mínima, Seguro de Desempleo y Dependencia. Unidos a un ambicioso programa de inversiones que incorpore la transición digital y energética, vivienda, empleo y formación, dotaciones y equipamientos turísticos.

Para decirlo más claro: no se trata de reconstruir el pasado, sino de construir el futuro, equilibrando el modelo económico y social, y fortaleciendo los servicios públicos. Para construir una Canarias más fuerte y mejor que la que dejamos atrás. Pero eso sólo será posible si comprendemos que nuestra singularidad, lejanía y hecho diferencial, ya no es nuestra debilidad, sino nuestra principal fortaleza.

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