Usted estuvo en NC. ¿Ha dejado de ser nacionalista?
Diría que soy soberanista. Creo que Canarias tiene capacidad de decidir. No somos menores de edad y, además, debemos alzar la voz para que se reconozcan la identidad de nuestro pueblo y sus especificidades, y en eso no he cambiado. Pero sobre todo me siento una persona de izquierdas, y por eso estoy cómoda en Podemos, donde se entiende que el Estado español es plurinacional. Soy soberanista dentro de un Estado plurinacional.
Sebastián Franquis dijo que el nacionalismo canario tiene una idea de Estado que ayuda a la gobernanza.
Quizá pueda ayudar, pero sinceramente, creo que en Madrid hace más un Alberto Rodríguez que una Ana Oramas; creo que ha hecho más en cuatro años que Oramas durante trece.
¿Quien milita en una organización terrorista es terrorista aunque no cometa actos terroristas?
Me apena que se llegue a ser tan miserable en política. Que cuando se está gobernando en muchos lugares con la extrema derecha, que no condena el fascismo, se llame terrorista a una persona que luchó junto a otras muchas en este país por traer la democracia... Me parece que roza la indecencia.
Pero el FRAP era una organización terrorista.
Ella le dijo que le viene de linaje, o algo parecido... Es decir, fue mucho más allá. No es que lanzara una idea al aire, sino que fue adonde fue.
