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Sebastián Gil: «Me gustaría dar un concierto por la paz en Gran Canaria»

El músico de Firgas, que viajó a la ciudad ucraniana de Dnipró para impartir clase y ofrecer dos conciertos, logra pasar a Polonia con un grupo de 150 españoles

Sebastián Gil: «Me gustaría dar un concierto por la paz en Gran Canaria»

En los planes del músico canario Sebastián Gil para este fin de semana estaba pasear por su pueblo de origen, Firgas (Gran Canaria), con sus hijas este domingo y luego comer con las niñas en casa de la abuela. Pero la guerra en Ucrania cambió su agenda y lo dejó atrapado en una ciudad, Dnipropetrovsk, donde los aviones no despegaban y las bombas caían al lado del aeropuerto.

Este domingo Sebastián lo pasó paseando por la ciudad polaca de Cracovia junto a otro grancanario, Saúl Perera, al que conoció el jueves pasado en la ciudad de Kiev. Un paseo que sirvió para relajarse después de varios días de huida, después de comer tocaba esperar al avión militar enviado por el Gobierno español para repatriar a 150 ciudadanos que pudieron salir de Ucrania en los últimos días.

Dnipró es una ciudad ucraniana que tiene la misma población que Gran Canaria. La ciudad, junto al río Dniéper que le da nombre, tiene un Conservatorio de Música que se llamaba, paradojas de la historia, Mijail Glinka, uno de los músicos rusos más conocidos, aunque desde hace un tiempo su nombre es Dnipropetrovsk Academy of Music. Hasta allí fue Sebastián Gil el pasado fin de semana.

El sábado 19 y el domingo 20 de febrero Gil impartió una master class a jóvenes que quieren ser trompetistas. Después ofreció dos conciertos con los mismos alumnos. Tenía vuelo para regresar el mismo domingo por la noche y estar el lunes 21 en la capital grancanaria, para dar clases en el Conservatorio Superior de Música de Canarias. Pero las compañías aéreas comenzaron a suspender los vuelos el domingo entre los rumores de un posible ataque ruso.

«Todo se volvió un infierno cuando me enteré de que suspendían mi vuelo de regreso y me vi a un kilómetro de donde caían las bombas y no podía coger el avión», cuenta desde Cracovia. Gil añade que «Cuando viajé el viernes pasado a Ucrania la cosa estaba más tranquila, mi idea era dar las clases, tocar en un festival y regresar, por teléfono me habían dicho que en Dnipró todo estaba tranquilo».

«Mientras los organizadores empezaron a buscarme un nuevo vuelo yo contactaba con conocidos en Gran Canaria para que avisaran al gobierno y me echaran una mano para regresar», recuerda Gil. La esperanza regresó cuando le dijeron que tenía nuevo vuelo el jueves 24 desde Dnipróv a Kiev y luego a Bolonia y Madrid. Pero en unas horas se pasó de la esperanza al espanto: «Mi vuelo era para el jueves a las 6 de la mañana, llegué al aeropuerto a las 5, y empezaron a sonar las sirenas y a estallar las bombas a menos un kilómetro de donde estábamos».

Gil dice que prefiere «no dar detalles y no recordar algunos de esos momentos, lo que sí recuerdo bien es el caos que se formó en el aeropuerto, por eso decidimos coger un taxi con dos personas más para irnos a Kiev, a 600 kilómetros de Dnipró, porque allí está la embajada y desde allí iban a organizar la repatriación».

Sebastián Gil había llevaba recibiendo llamadas desde hace varios días, pero no había querido hablar hasta ayer. «Mi madre es una mujer mayor, y tengo dos hijas pequeñas, no quería asustar a mi familia», cuenta desde Cracovia. El sábado también fue un día complicado. «Llegamos a la frontera, a 20 kilómetros del paso fronterizo y esperamos que nos pasara la policía, la frontera es caótica, tuvimos que pasar Ucrania y entrar en Polonia», añade el músico grancanario por whatsapp. En el audio se oye música de fondo y Sebastián nos aclara que «ahora mismo estamos Saúl y yo en una plaza de Cracovia en una manifestación a favor de la paz en Ucrania».

Desde Kiev hasta la frontera polaca fueron en un convoy protegidos por militares españoles. «Hemos hecho turnos como conductores en el convoy, ha sido una experiencia humana muy interesante», -relata el músico grancanario con un tono más animado- he conocido a unas monjas españolas, una de ellas, María Jesús, tiene más de setenta años y ha sido evacuada en otros conflictos en países africanos». Sebastián Gil manda una foto que se hizo el sábado pasado con sus alumnos en Dnipró. Todos sonreían, en ese fin de semana no había empezado la guerra.

Chano daba las clases en inglés y un profesor traducía. Después de la master class dieron un concierto de música española, con Falla como protagonista. El festival Music without limit parecía que quería dar un mensaje. A Sebastián le gusta el lema y ya está pensando en organizar un concierto por la paz en Gran Canaria: «Me gustaría dar un concierto en la sala de Cámara del Auditorio Alfredo Kraus, lo que está pasando a este pueblo injusto , que caigan bombas y se mande a toda la población de 18 a 60 años a la guerra es una tragedia», dice el músico desde Cracovia.

Sebastián Gil aparece arriba en una imagen con sus alumnos de trompeta en el conservatorio de Dnipró, el sábado anterior a la invasión de Ucrania por los rusos. A la izquierda, con cuatro religiosas misionerta españolas que formaban parte del grupo de evacuados por la embajada de España en Kiev. |

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