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Hacienda pública | La Comunidad Autónoma ante la crisis en Europa

La ola inflacionista pilla a Canarias con las finanzas más saneadas del país

La Autoridad Fiscal sitúa a las Islas, a falta de conocer el impacto de la guerra, como la única región en superávit y la que menos deuda tiene comprometida

Román Rodríguez repasa las grandes cuentas de la Consejería de Hacienda en su escaño en el Parlamento de Canarias. | | RAFA AVERO

Canarias y las demás Comunidades Autónomas se debaten entre la conveniencia o no de bajar impuestos ante la ola inflacionista que azota la economía europea. Pese a las presiones de la oposición y de la patronal, e incluso en contra de la opinión de expertos que exhortan a bajar el tributo sobre los combustibles –que en las Islas es un impuesto propio–, el Gobierno regional insiste en que lo primero es garantizar la correcta prestación de los servicios públicos, y para ello es necesario recaudar.

El Ejecutivo no quiere verse sin ingresos suficientes ante una eventual crisis de dimensiones mayores por la invasión rusa de Ucrania y la extraordinaria subida de los precios. Y ello aun cuando la ola inflacionaria y la inestabilidad en el Viejo Continente han sorprendido al Archipiélago con las finanzas públicas más saneadas del país. El celo del Gobierno canario en su política tributaria pese a la envidiable salud de sus cuentas, corroborada ahora por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), contrasta así con la voluntad de bajar impuestos de otros Ejecutivos autonómicos que ni de lejos presentan una contabilidad pública como la de las Islas. Incluido el Gobierno de Pedro Sánchez, que también apuesta por aligerar la carga fiscal aun cuando España sufre el segundo mayor déficit y la cuarta mayor deuda de la Unión Europea.

La AIReF, el organismo independiente de fiscalización de las finanzas públicas constituido en 2013 a instancias de Bruselas, acaba de poner en marcha su Observatorio de información económica-financiera de las Comunidades Autónomas. Una base de datos abierta y en constante actualización donde puede comprobarse la situación de cada territorio en términos de déficit, de deuda y, por tanto, de su mayor o menor nivel de cumplimiento de las reglas fiscales –de momento suspendidas tras la irrupción del coronavirus–. En próximos días, los técnicos de la AIReF publicarán sus primeros cálculos sobre el impacto de la inflación y de la guerra en Ucrania en cada una de las regiones. No obstante, Canarias es, y con mucha diferencia, la comunidad con las finanzas públicas en mejor disposición para afrontar el incierto futuro económico que se avecina.

0,4% Superávit

  • La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) calcula que Canarias cerrará el año con un superávit -más ingresos que gastos- equivalente al 0,4% de su PIB.

11,9% Deuda pública

  • La AIReF prevé que la deuda pública de la Comunidad Autónoma terminará el ejercicio en una suma de alrededor del 11,9% del PIB regional, 2,1 puntos menos que antes de la covid.

4 Ejercicios en superávit

  • Salvo que la inflación y la guerra en la Europa del Este lo impidan, el Archipiélago acabará 2022 como la única comunidad que habrá encadenado los cuatro últimos años en superávit.

Las previsiones de la AIReF muestran que La Rioja y País Vasco terminarán 2022 en equilibrio presupuestario, es decir, con el mismo volumen de ingresos que de gastos. Las otras 14 autonomías –Canarias al margen– tendrán déficit, esto es, acabarán el año tras haber gastado más de lo ingresado, un déficit que no hará más que agravarse cuanto más perduren la inflación y el conflicto ruso-ucraniano. Las Islas, en cambio, son la única región –la única sin paliativos– en condiciones para despedir 2022 en superávit. En concreto, un superávit del 0,4% de su Producto Interior Bruto (PIB), lo que significa que la Administración autonómica habrá ingresado al cabo del ejercicio una cantidad superior a la gastada equivalente al 0,4% del PIB.

Tres cuartos de lo mismo ocurre con la deuda, aunque pueda parecer hasta paradójico si se tiene en cuenta la dureza de la crisis del coronavirus. Hay dos comunidades, La Rioja y Asturias, que podrían despedir el ejercicio con un endeudamiento público similar al de 2019, es decir, al de antes del estallido de la pandemia. En el mejor de los casos incluso podrían reducirlo en tres y seis décimas. Las otras 14 autonomías, de nuevo con Canarias al margen, cerrarán el año más endeudadas que antes de la pesadilla de la covid, lo que hasta cierto punto puede ser lógico a tenor del mayor gasto público al que ha obligado la crisis.

A contracorriente

Sin embargo, el Archipiélago ha ido en sentido contrario: ha sido capaz de capear el temporal y, en paralelo, reducir su deuda. Tanto que su endeudamiento público equivaldrá al cierre de 2022 al 11,9% del PIB autonómico. La friolera de 2,1 puntos menos que en 2019, el último ejercicio prepandemia, cuando llegaba al 14% del PIB. Y ya no solo es que Canarias sea la única Comunidad Autónoma capaz de quitarse deuda de encima en 2022, siempre que la inflación y el conflicto entre Kiev y Moscú no lo eviten, sino que es la menos endeudada. Para hacerse una idea, mientras que la AIReF prevé para las Islas un débito público de en torno a ese 11,9% del PIB al finalizar el año, para Murcia, Cataluña, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana calcula que superará ampliamente el 30%. Incluso el 40% en esta última. Canarias es, en definitiva, la campeona del cumplimiento.

Fue el ahora consejero de Hacienda del Gobierno regional, Román Rodríguez, quien criticó en varias ocasiones al anterior Ejecutivo autonómico justamente por ser el «campeón del cumplimiento» de la Ley de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera, que es la normativa que trata de poner coto a los desmanes en la deuda y el déficit públicos. Aunque la ley está en suspenso para permitir un mayor gasto con el que paliar los efectos de la covid, lo cierto es que en Hacienda no se han desviado de la senda de cumplimiento de anteriores Ejecutivos, tal como corrobora la AIReF. No obstante, el propio Rodríguez avisó este lunes que la inflación le va a costar este año a la Administración autonómica unos 400 millones, una de las razones para no bajar impuestos. Eso sí, si hay una comunidad con margen para enjugar ese mayor gasto con más deuda, esa es Canarias.

El BdE ‘avala’ al Ejecutivo

En medio de la controversia entre partidarios y detractores de bajar impuestos ante la ola inflacionista, el Banco de España (BdE) viene de algún modo a dar la razón a los segundos, entre los que está el Gobierno de Canarias. En su informe sobre El contexto económico tras el inicio de la invasión de Ucrania y la respuesta de política económica, que el gobernador del BdE, Pablo Hernández de Cos, expuso ayer en un desayuno de trabajo con empresarios organizado por la firma Hill & Knowlton, el regulador insiste, por un lado, en la necesidad de un pacto de rentas que reparta las pérdidas sobrevenidas por la inflación entre los sueldos de los trabajadores y los beneficios de las empresas, y, por otro, en la conveniencia de dar ayudas a las familias y negocios más castigados. Esa, y no la bajada tributaria, es la receta del Banco de España. | M.Á.M.

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