“La carta de Sánchez al Rey de Marruecos le da carta blanca para que siga reprimiendo, masacrando y encarcelando a los saharauis que se manifiestan reivindicando su legítimo derecho a la independencia y a la libertad”, exclamó entre aplausos el subdelegado del Frente Polisario en Canarias, Mohamed Said durante su intervención en la concentración celebrada hoy en Las Palmas de Gran Canaria para condenar el viraje de España con respecto al conflicto del Sáhara Occidental. Alrededor de medio millar de personas -150 según la Policía Nacional y 800 según la organización- se reunió frente a la sede de la Delegación del Gobierno en la plaza de la Feria para mostrar su apoyo a la autodeterminación del Sáhara Occidental.
El manifiesto que se leyó durante el acto expresaba el sentimiento de “traición” con el que vive el pueblo saharaui. “El Sáhara Occidental no forma parte de la integridad territorial marroquí, nunca lo ha sido, es un territorio no autónomo pendiente de descolonización con su derecho reconocido por Naciones Unidas a la autodeterminación y la independencia”, exclamó el periodista Antonio Betancor, quien puso voz a la lectura manifiesto. También recordaba que España es “la potencia administradora y no se puede desligar de sus responsabilidades”, lamentando que si Sánchez ampara la ocupación ilegal del Sáhara Occidental supone “dar cobertura legal a las violaciones a los derechos humanos denunciadas por diferentes organizaciones internacionales y al expolio de sus recursos naturales”.
Sadi agradeció a la población canaria su solidaridad, “en estos momentos en los que el pueblo saharauis está sufriendo una traición por parte de Sánchez, como la que ya hicieron Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero”. Los participantes en la concentración, que se desarrollo pacíficamente, interrumpieron en varias ocasiones a los portavoces al grito de “¡Sánchez, escucha, el Sáhara está en la lucha!”. También se lanzaron consignas como “¡Viva el Sáhara Occidental. Viva el Frente Polisario. Fuera Marruecos!”.
“Estamos decepcionados desde hace 46 años, pero ahora Sánchez ha vendido al pueblo saharaui a Marruecos, como si fuéramos mercancía”, lamenta Leghzal Boukhari. Este joven saharaui que lleva 23 años afincado en Canarias apunta que, aunque otros conflictos ocupen la atención mediática, “el Sáhara existe todos los días, es un país todos los días, lucha todos los días y pide un referéndum todos los días”. Ataviado con una bandera saharaui a modo de capa y un turbante negro, Boukhari agradece la solidaridad del pueblo canario, que siempre se ha mostrado cercano al Sáhara Occidental. “Somos un único pueblo. Nos une todo. Compartimos el mismo mar y la misma arena”, concluye Boukhari.
“Nos ha vendido por segunda vez”, afirma Leila Nayem
Leila y Sidi Nayem, dos jóvenes canarios de origen saharaui, aseguran sentirse impotentes ante el giro de España. “Nos ha vendido por segunda vez”, afirma rotunda Leila, quien leyó un poema a los asistentes minutos antes de la lectura del manifiesto. Sidi explica que la carta de Sánchez a Mohamed VI hizo que sus familiares, que residen en los territorios ocupados, revivieran la traición, el olvido y el desamparo que sufrieron en otras épocas.
Para Agustina Guerra, la decisión del presidente del Gobierno de España, “es una canallada”. “ Lucha para que los rusos no invada Ucrania y él entrega el Sáhara a Marruecos”, subraya Guerra, quien ha acogido a una doce de niños saharauis a lo largo de los últimos años. La relación que mantiene con ellos es tan estrecha que considera a sus hijos como nietos propios. El viraje de Sánchez, para Elisa Molina fue una sorpresa. “Estoy muy disgustada. Siento vergüenza, porque se ha vendido a Marruecos”, señala mientras hondea una bandera en la que se puede leer “Sáhara libre”.
En el acto estuvieron presentes representantes de diferentes organizaciones y partidos políticos, entre los que destacaba el vicepresidente del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez, y el consejero de Cooperación Institucional y Solidaridad Internacional del Cabildo de Gran Canaria, Carmelo Ramírez, ambos de Nueva Canarias (NC).
