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María Farnés Martínez es la nueva fiscal superior de Canarias

La designación se produjo durante la tarde de ayer en el transcurso de la celebración del Consejo Fiscal | Hace dos años que fue nombrada fiscal jefe de Santa Cruz de Tenerife

María Farnés Martínez es la nueva fiscal superior de Canarias

La actual fiscal jefe de Santa Cruz de Tenerife, María Farnés Martínez Frigola, fue propuesta ayer por el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, para ocupar el cargo de fiscal superior de Canarias durante la celebración del Pleno del Consejo Fiscal. Este es un nuevo ascenso en la carrera de Martínez Frigola dentro del Ministerio Público. Durante su trayectoria profesional, sobre todo en los últimos años, se ha caracterizado por estar centrada en su labor profesional y una enorme discreción ante la opinión pública, a pesar de haber abordado relevantes asuntos como delegada de Anticorrupción. 

Hasta ahora, María Farnés no ha estado vinculada a ninguna de las asociaciones de su ámbito profesional, aunque en el proceso de ayer recibió los votos y el respaldo de la Unión Progresista de Fiscales (UPF). 

En este mes se cumplen dos años desde que María Farnés Martínez Frigola ofreció su discurso de toma de posesión como fiscal jefe de Santa Cruz de Tenerife, después de haber sido nombrada en julio del 2020 para dicho cargo, en el que relevó a Carmen Almendral, fallecida en enero del presente año.

En los últimos años se ha caracterizado por centrarse en su labor y por una enorme discreción

María Farnés Martínez Frigola estuvo al frente de la Fiscalía Anticorrupción de Santa Cruz de Tenerife durante muchos años y fue quien realizó la acusación por parte del Ministerio Público en uno de los asuntos emblemáticos de la corrupción en Canarias, como fue el conocido como caso Las Teresitas, que culminó con el ingreso en prisión, entre otros, del exalcalde de Santa Cruz de Tenerife, Miguel Zerolo, y los empresarios Antonio Plasencia e Ignacio González Martín; este último falleció en el centro penitenciario Tenerife II cuando cumplía la condena por dicho procedimiento.

Los otros fiscales candidatos a ocupar el puesto de fiscal superior en la Comunidad Autónoma de Canarias eran Ernesto Vieira, de la Asociación de Fiscales (AF), y Antonio López, de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (Apif).

La relación de María Farnés con la Administración de Justicia comenzó cuando era una adolescente, con 14 años, pues entró como meritoria en el Juzgado comarcal del pueblo en el que nació, Santa Coloma de Farnés. Entre 1975 y 1987 trabajó como auxiliar de la Administración de Justicia en un juzgado de Distrito y en un Juzgado de Primera Instancia de su municipio, así como en la Audiencia Provincial de Girona. A la vez que desarrollaba su actividad laboral, se dedicó a estudiar. En 1984 obtuvo la licenciatura en Derecho por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

Llegó a ser abogado fiscal el 11 de junio de 1986 y, cuatro años y medio después, en enero de 1991, fiscal de segunda categoría. Su andadura en el Ministerio Público empezó en la Fiscalía Provincial de San Sebastián. Y doce meses después, en 1987, empezó a desarrollar sus funciones en Santa Cruz de Tenerife, donde ha permanecido hasta la actualidad. Desde el 2009 al 2020 ejerció como teniente fiscal.

En sus 35 años de actividad en la Fiscalía ha llevado asuntos relevantes. Por ejemplo, se ocupó de las diligencias previas por multitud de estafas mediante el sistema de multipropiedad, con unos 300 afectados, que se instruyó en uno de los Juzgados de Granadilla. Además, realizó la acusación pública en el asunto de varios asesinatos cometidos en el municipio de Adeje y atribuidos a una banda de albano-kosovares dedicada a los robos en naves industriales y otras empresas. María Farnés Martínez Frigola también intervino en el procedimiento incoado a raíz de documentación hallada en las entradas y registros efectuados en el Caso Fórum Filatélico, instruido por los juzgados centrales de instrucción por delitos de cohecho, blanqueo de capitales, prevaricación y malversación de caudales públicos. En este asunto fueron investigados un expresidente y un exdirector de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, funcionarios del Ayuntamiento de la capital tinerfeña y empresarios de la Isla.

No pertenece a ninguna asociación, pero fue apoyada por la Unión Progresista de Fiscales (UPF)

Años después trabajó en un asunto instruido por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de La Orotava por los delitos de secuestro, detención ilegal y robo con fuerza, que presuntamente se atribuyó a una organización formada por ciudadanos rumanos. María Farnés ejerció la acusación pública en el asunto de la financiación ilegal del partido político CCN en Santa Cruz de Tenerife, así como en las diligencias previas del conocido como Caso Parque Marítimo.

Contrataciones irregulares

En su particular trayectoria figura el procedimiento seguido por un delito continuado de prevaricación administrativa contra el exalcalde de El Rosario Macario Benítez, por la contratación de 163 empleados sin licitación previa.

Participó en el procedimiento abreviado seguido por un Juzgado de Granadilla de Abona en el que estaban investigados varios funcionarios del Ayuntamiento de dicho municipio y varios empresarios del Sur de la Isla por los delitos de malversación de caudales públicos, cohecho y blanqueo de capitales. Hace doce años también intervino en el asunto en el que estuvieron implicados diversos trabajadores de la empresa de transportes Titsa, dependiente del Cabildo de Tenerife, por los delitos de estafa, receptación y blanqueo de capitales. Su esfuerzo también se centró en el procedimiento abreviado seguido para levantar el velo de un entramado empresarial de 73 sociedades, algunas de ellas radicadas en paraísos fiscales, por el delito de fraude a la Seguridad Social. Dicho caso fue asumido por la Fiscalía Especial contra la Corrupción y el Crimen Organizado. Estos son algunos ejemplos de su actividad.

«Servir al ciudadano»


María Farnés Martínez afirmó en septiembre del 2020 que lo realmente importante no es el cargo que se ocupe en el Ministerio Público o el destino, sino «el trabajo diario, discreto y eficaz que lleve a cabo un fiscal, que es la mejor muestra del compromiso con el Estado de Derecho y los ciudadanos». Después de más de tres décadas de carrera, explicó que su entusiasmo inicial para acabar con el crimen en el mundo «se ha ido apaciguando», pero «lo único que no ha disminuido ha sido el orgullo de ser fiscal; el estar convencida de que todo mi trabajo debe estar siempre enfocado a servir al ciudadano lo mejor que sepa y pueda». Entre 2007 y el 2018 recibió condecoraciones de la Policía Nacional, la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife y la Guardia Civil. Tiene la Cruz de Primera Clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort, concedida por el ministro de Justicia en el 2017. | Pedro Fumero

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