Un plan contra el hambre del Sahel

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, eligió ayer su visita a las Islas para anunciar la puesta en marcha de un plan de choque de 14,4 millones de euros para paliar la emergencia alimentaria que viven los países del Sahel –vecinos de Canarias–, del cuerno de África y Yemen. En una visita a la base logística del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en el Puerto de Las Palmas, detalló que 4,4 millones irán dedicados a la iniciativa ‘Granos desde Ucrania’ –que financia el traslado de cereales ucranianos a países en desarrollo y alivia la saturación de los silos de Ucrania y la escasez internacional–; 6,5 millones se destinarán a tres países del área del Sahel (Malí, Níger y Mauritania), mientras que el Cuerno de África, Etiopía, Sudán del Sur y Somalia recibirán 3,5 millones de euros. Todos estos, países que viven en la actualidad una suerte de tormenta perfecta que conjuga sequía, paupérrimas cosechas, inseguridad, crecimiento del terrorismo o, tras la guerra por la invasión de Ucrania por Rusia, la imposibilidad de acceder a las producciones de cereal de ese, auténtico granero del mundo y principal proveedor de las oenegés que trabajan en esa zona del planeta. Una crisis sobre la que hay que añadir, como en Europa, la energética y la fertilizantes, de los que Rusia en el productor número uno del mundo.

«Nos lo exige la sociedad española, que es solidaria con los países que están sufriendo esta crisis»

En una declaración institucional el presidente alertó de que hay 800 millones de personas en el mundo que pasan hambre, esto es, uno de cada diez habitantes del planeta, y que son además 200 millones más que antes de la pandemia en 2019. «Son sobre todo niños y niñas menores de cinco años, algo que ocurre mientras el mundo arroja 1.300 millones de toneladas de alimentos aptos para el consumo cada año», se lamentó Sánchez.

El presidente entiende que combatir el hambre «es una obligación moral» y también un «mandato de la razón» porque «ningún desastre nos es ajeno en un mundo globalizado», por lo que se comprometió a actuar movidos por la humanidad y la inteligencia, ya que, a su juicio, eso también protege a la ciudadanía de España.

La aportación de España al Programa Mundial de Alimentos se ha triplicado, al pasar de cuatro a 13 millones en los últimos años, refirió Sánchez, que apuntó que este esfuerzo va en línea del compromiso anunciado previamente de destinar 236 millones de euros para paliar la inseguridad alimentaria en los próximos tres años.

«España va a estar a la altura de la emergencia. Creemos en el multilateralismo de la ONU y nos lo exige la sociedad española, que es solidaria con los países que están sufriendo de manera intensa esta crisis y es lo más decente que un Gobierno puede hacer», agregó el presidente.

«800 millones de personas en el mundo pasan hambre, uno de cada diez habitantes del planeta»

Por su parte, el portavoz del PMA, Rasmus Egendal, valoró el esfuerzo conjunto de las administraciones y esta agencia de Naciones Unidas, que, en su opinión, se ha convertido «en un elemento crítico para proveer asistencia en un mundo en el que cada vez se incrementa el impacto combinado del cambio climático, la covid, los conflictos y la ralentización económica».

Asimismo, el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, recordó que las Islas ocupan un lugar estratégico en el planeta por su carácter «tricontinental»: un territorio europea, a 80 kilómetros África y con conexiones con América.