Militares canarios de cinco continentes

Desde el Sahara hasta Bosnia pasando por Kosovo, Kazajistán, Malí, Líbano e Irak. A pesar de que la Brigada Canarias XVI (Brican XVI) es la más joven de su especie en el país, sus unidades poseen un gran bagaje, y algunos de los historiales más extensos de Europa, como el regimiento de infantería Soria 9, que es el más longevo del continente con 514 años. Sus efectivos actuales y retirados han formado parte de las misiones más importantes de España en los cinco continentes. Una capacidad de despliegue fuera de las ocho islas de Archipiélago que esta mañana, durante el acto en conmemoración su décimo sexto aniversario, celebrado en el patio de armas de la Base General Alemán Ramírez de la capital grancanaria, se puso en valor.

«Me atrevo a decir que la brigada, a pesar de su bisoñez, ha alcanzado de forma meteórica el crédito y reconocimiento del Ejército de Tierra», subrayó esta mañana durante su intervención el jefe de la Brican XVI y comandante militar de Las Palmas, el general Esteban Cabrejos, que ascendió al cargo en septiembre. Recalcó que los integrantes del batallón acumulan ya cinco participaciones en Afganistán, así como que esta fue designada en 2021 como unidad base para desarrollar el contingente de la operación Libre Hidalgo, en la que 472 militares fueron destinados un año en Líbano junto a 3.500 de otros nueve países. Además, el comandante recaló que se prevé desplegar en mayo de este año a 100 efectivos canarios en Malí, y a 100 más en Irak, donde hay ahora mismo 149 en el contingente Alfa India XIX.

Eso sí, la acción fuera de las fronteras no es su único cometido. Por ejemplo, en 2020, durante la pandemia, apoyaron a los Cuerpos y Seguridad del Estado en labores de descontaminación y patrullaje en las calles. También colaboraron en la misión Baluarte con los sanitarios en el rastreo de casos de covid-19. A lo largo de 19 meses, 110 militares rastrearon más de 43.000 casos positivos, efectuaron 56.000 llamadas a contactos estrechos y realizaron 6.000 vacunaciones. Y un año después, cuando erupcionó el volcán Tajogaite, 800 efectivos fueron enviados a La Palma, donde montaron campamentos para los afectados por la colada, ayudaron a evacuar a los residentes y quitaron cenizas de tejados y azoteas para evitar que se hundieran. También trabajaron en el corte de suministros que sufrió La Gomera en 2023 para contribuir a la reactivación del sistema eléctrico.

Un mar de servicio al país y al mundo que esta mañana se recapituló en el cumpleaños de la brigada, que se constituyó en 2008. La formación que protagonizó la parada militar en la base de La Isleta estuvo bajo el mando del coronel jefe del regimiento de infantería Canarias 50, José Ignacio Valverde. Este regimiento celebró el año pasado su 450 aniversario, y es heredero de los tercios militares de Las Palmas, Telde y Guía que creó el rey Felipe II en 1573. En aquel momento, en pleno siglo XVI, la defensa organizaba en partidas de jefes de guerra y soldados, que no eran más que los vecinos del Archipiélago. Milicias conformadas por campesinos que fueron evolucionando hasta que, en el siglo XIX, se convirtieron en unidades perfectamente regladas.

En homenaje a aquellos primeros milicianos que protegieron las Islas tras la conquista española, los dos militares que portaron la corona de laurel por los soldados caídos por España de todos los tiempos, fueron ataviados con la indumentaria típica isleña. Durante el recorrido hasta el monolito in memorian, en el que depositaron las flores, ambos desfilaron custodiados por los banderilleros de las unidades participantes. Un momento emotivo en recuerdo de los que ya no están al que puso banda sonora la banda de guerra 1 de la brigada, que interpretó la marcha La muerte no es el final.

«Me honra estar al frente de una brigada con un gran porcentaje de personal nacido en el Archipiélago, con un despliegue que permite integrarse en las particularidades de la sociedad y cultura canaria, y con una vitalidad y empuje que son admirables», señaló el general Esteban Cabrejos. No es para menos, sus efectivos están esparcidos en cinco acuartelamientos ubicados en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura, lo que convierte al batallón en una pieza fundamental de la defensa de Canarias frente a los invasores.

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