Alarma por la exclusión de las Islas del ‘saco’ de las regiones infrafinanciadas

El ‘lobby’ de Murcia, Andalucía, Valencia y CLM, el peso de Cataluña y la falta de apoyo ‘académico’ dejan a Canarias en mala posición ante la reforma del sistema

Matilde Asián, consejera de Hacienda del Gobierno de Canarias.

Matilde Asián, consejera de Hacienda del Gobierno de Canarias.

Será tan difícil como el más complicado de los sudokus, pero el Gobierno central tendrá que abordar más pronto que tarde la reforma del Sistema de Financiación Autonómica (SFA). Las tensiones presupuestarias que van a sufrir muchas regiones –no es el caso de Canarias– por el regreso a la senda de la estabilidad y la sostenibilidad de las finanzas acrecientan el nerviosismo en los Ejecutivos territoriales. Las voces, opiniones, informes, análisis y peticiones son cada vez más frecuentes y exigentes. Las autonomías hacen sus particulares lobbies. Grupos de presión con los que regiones con demandas similares buscan ganar mayor peso en la futura negociación. Una negociación que siempre termina con vencedores y vencidos y en la que hacerse oír, y sobre todo entender, es clave. Lo saben de sobra en el Gobierno de Canarias y en la Consejería de Hacienda, cuya máxima responsable, Matilde Asián, será la encargada de batirse el cobre en Madrid para explicar por enésima vez que el Régimen Económico y Fiscal (REF) no saca de pobre al Archipiélago. Tendrá que hacerlo sola, porque encontrar un lobby interautonómico en el que cobijarse no resulta fácil cuando se es la única Región Ultraperiférica (RUP) del país. No hay ninguna otra comunidad tan singular, ni siquiera una Baleares que comparte con Canarias insularidad pero que mira hacia el Atlántico con más recelos –ambiciona algo similar a un estatus RUP– que comprensión. Y, para más inri, las Islas afrontan la negociación del SFA excluidas de facto del grupo de territorios infrafinanciados. Castigadas por expertos, teóricos y académicos, que cuelan sin más los dineros del REF dentro de la financiación ordinaria. No extraña así que se enciendan las alarmas en el Ejecutivo.

«Nos tiene muy preocupados, preocupadísimos; sobre todo por lo que está saliendo en torno a cómo consideran la situación de Canarias», reconoce la consejera Asián cuando se le pregunta por la reforma del SFA. «Se sigue diciendo que Canarias no está infrafinanciada», ahonda la responsable de Hacienda, que se refiere así a los informes de instituciones, fundaciones y think tanks sobre qué regiones no reciben tantos fondos como deberían y qué regiones están bien financiadas.

Un ejemplo reciente, y de especial relevancia por el prestigio de la entidad que lo publica, está en un trabajo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), cuyo eco mediático está en consonancia con su reputación. Lo que dice Fedea no va a misa, ni muchísimo menos, pero es seguro que el informe en cuestión va a estar sobre la mesa del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) cuando llegue el momento de abrir el melón del SFA. El melón de los melones. De ello se encargarán los consejeros de Hacienda de Castilla-La Mancha, Murcia, Andalucía y la Comunidad Valenciana, a las que Fedea ve en su análisis como las cuatro infrafinanciadas.

«Estamos preocupadísimos por lo que está saliendo y cómo consideran nuestra situación»

Matilde Asián

— Consejera de Hacienda del Gobierno de Canarias

Esas cuatro comunidades autónomas constituyen el primer gran lobby que se va a sentar a la mesa de las negociaciones del SFA. Lo hará así con el respaldo académico de Fedea, que incluso pide para ellas una suerte de fondo de nivelación que les inyecte 3.000 millones extras, y con la justificación perfecta para la elefantiásica deuda que soportan. Salvo Andalucía, con un débito del 19,5% de su Producto Interior Bruto (PIB) –un porcentaje que supera el objetivo de deuda del 13% pero aun así soportable–, el debe de esas autonomías no ha dejado de crecer y crecer. El endeudamiento de Murcia ya alcanza el 30,1% de su PIB; en Castilla-La Mancha va por el 31,5% –en ambos casos más que duplican el límite del 13%–; y en la Comunidad Valenciana alcanza la friolera del 41%. ¿Y en Canarias?

Tras años de lucha se logró desligar los fondos del REF de los ordinarios, pero la intranquilidad sigue

En Canarias es de solo un 12,8%.  Una enorme diferencia que muestra que tras la entrada en vigor de la Ley de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera, en abril de 2012, hubo regiones que la cumplieron, o que cuando menos se esforzaron por cumplirla –con las Islas a la cabeza–, y otras que siguieron gastando muchísimo más de lo que tenían, de ahí el incremento de la deuda. El argumento que esgrimen en su defensa, sin distinción, es que no les quedó más remedio que recurrir al endeudamiento por estar infrafinanciadas. El mismo argumento de Cataluña. El grupo de las cuatro ya cuenta con el escudo de Fedea cuando las –pocas– autonomías cumplidoras les recuerden que hubo quienes se apretaron el cinturón en lo peor de la crisis financiera y que ellas no lo hicieron. Eso sí: el precedente no es bueno, porque la mala dirección financiera y presupuestaria no evitó que el Gobierno de Pedro Sánchez accediera a condonarle a Cataluña alrededor de 15.000 millones.

En cambio, Canarias llegará una vez más a la discusión sobre el SFA entre el desconocimiento generalizado de lo que supone su REF –o más bien el bloque del REF, esto es, los ingresos tributarios que de aquel se derivan–, sin compañero de pupitre con quien ejercer mayor presión y sin ayuda ni de Fedea ni de la mayoría de estudios y análisis. Todos, o casi todos, continúan empeñados en contabilizar los recursos del REF como parte de la financiación ordinaria. Es decir, continúan empeñados en descontar de los dineros del SFA los recursos que se desprenden del REF, cuando estos últimos no son ni una gracia ni un extra, sino una compensación por las debilidades propias de una RUP –lejanía, insularidad, pequeño mercado...–. Canarias logró en 2018 desligar los fondos ordinarios de los del REF, pero ello no evita que vuelva a reinar la intranquilidad. Abundan los analistas, empero, que al calcular qué territorios están bien y mal tratados incluyen los dineros del REF entre la financiación de las Islas, desvirtuando el carácter compensatorio del fuero. Se saca así al Archipiélago de las regiones infrafinanciadas y se lo excluye de hecho del debate.

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