El Herbalife Gran Canaria, durante las seis últimas temporadas, se había convertido en uno de esos equipos en los que entran en las quinielas de todos los expertos del mundo del baloncesto para su participación en la Copa del Rey. El tirón del conjunto insular le había encumbrado a la élite nacional, más incluso después de llegar a la final copera hace tan solo tres temporadas atrás en A Coruña.

En los últimos seis años, el Granca se había convertido, junto al Valencia Basket, en el único equipo capaz de aguantar el tirón de los dos grandes trasatlánticos de la ACB, el FC Barcelona y el Real Madrid, en cuanto a clasificaciones consecutivas, pues tanto el Unicaja Málaga -2016- como el Baskonia -2015- habían quedado fuera de los ocho puestos privilegiados llegados al ecuador liguero en el mismo tramo de tiempo.

Casualmente, de las ocho plazas que se marcan como el corte que da derecho a disputar el torneo del KO, quedó apeada la escuadra claretiana la pasada temporada, pero dada su condición de equipo anfitrión pudo disputar la Copa celebrada en el pabellón de Siete Palmas en febrero de 2018.

De esta forma, el conjunto insular, dada la racha negativa en la que está inmerso en la competición nacional, vuelve a retrotraerse a los niveles que alcanzó en la temporada 2011/2012, cuando el Gran Canaria 2014 acumulaba seis victorias y once derrotas tras las diecisiete jornadas disputadas. La última vez en la que los claretianos vieron la Copa desde el televisor.

Precisamente, en aquella temporada de principios de década, el Granca pasó apuros hasta el último tramo liguero, en el que se instauró un nerviosismo continuo entre la afición, pendiente en todo momento de la tabla clasificatoria y que se prolongó hasta el penúltimo encuentro de la campaña después de que el equipo de Pedro Martínez batiera por 72-62 al CAI Zaragoza en el Centro Insular de Deportes y sellara la salvación.

Idilio copero

Desde que el Gran Canaria consiguiera estrenarse en la Copa en la temporada 99/00, emprendió un idilio con el trofeo considerado como el producto estrella de la ACB.

Pasadas dos décadas -a falta de un año- del debut amarillo, el conjunto claretiano solo se ha perdido siete citas en el torneo del KO, o lo que es lo mismo, ha participado en trece ediciones desde el principio de siglo (13 participaciones de 20).

Emprendió su camino en el año 2000 enfrentándose al Caja San Fernando en Vitoria, contra el que cayó 71-60. Encadenó, desde el debut, seis eliminaciones consecutivas en cuartos de final. Valencia en 2003 contra el anfitrión; Zaragoza 2005 ante el TAU Vitoria; Madrid 2006 frente al Unicaja; Málaga 2007, en el que más cerca estuvo de pasar, con el Real Madrid, cayó 85-82; en la capital española en 2009 ante el Unicaja, otra vez.

De nuevo en Madrid frente al conjunto blanco en 2011; y en 2013 llegaría la primera alegría copera cuando el Granca consiguió derrotar al Bilbao Basket y se clasificó por primera vez para una semifinal de un trofeo en su historia.

Un año después cayó contra el Real Madrid en Málaga y acto seguido, como equipo organizador, perdió en cuartos ante el Joventut, toda una decepción.

En 2016 disputó su primera final ante el Real Madrid -siempre el Madrid- y la perdió en A Coruña. Una temporada después perdió con el Valencia en Vitoria y finalmente, el año pasado, cedía en semis ante el Barça 87-74 en el Gran Canaria Arena.