El doctor del Herbalife Gran Canaria, Pedro Montesdeoca, junto a los fisioterapeutas Javier Guerra y Lionel Montelongo, han tenido trabajo extra por la plaga de lesiones que ha asolado a la plantilla amarilla, con 23 percances, durante la presente temporada, en la que el cuadro claretiano está inmerso en dos competiciones de máxima exigencia (Liga Endesa y Euroliga) con la consiguiente carga de partidos y kilómetros que ello conlleva.
Los dos entrenadores, primero Salva Maldonado y ahora Víctor García, han tenido que lidiar con problemas físicos de causa mayor en la posición de base. Todos los directores de juego -salvo Magette- han sufrido algún contratiempo de relevancia a lo largo del curso.
Cabe destacar las lesiones de larga duración entre los unos amarillos. Clevin Hannah estuvo apartado de las canchas dos meses y cinco días después de sufrir una fractura en el cuarto metacarpiano de su mano derecha durante un partido de Euroliga ante el Real Madrid, el 22 de noviembre del año pasado. Volvió a vestirse de corto el 27 de enero contra el Joventut en la Liga Endesa.
A Niko Radicevic le visitó la mala suerte en Grecia el 21 de diciembre; cuando el conjunto insular se medía con el Olympiacos, sufrió un esguince en su tobillo izquierdo. El serbio, al que se le prevé la vuelta a las sesiones de entrenamiento durante esta semana, no ha querido perder el toque de muñeca; a pesar de tener que convivir con una prótesis en su tobillo, se le ha visto lanzar a canasta desde una silla. Espíritu balcánico de lucha.
Caso reseñable entre los bases -aunque no es su posición natural- es el de Luke Nelson, que todavía no ha conseguido vestirse de corto después de que cayera lesionado durante la pretemporada y tuviera que ser operado en Barcelona de su tobillo el pasado 28 de noviembre. El británico ya se encuentra entrenando con el grupo y en las próximas semanas podría estar disponible para que Víctor García le convoque.
Entre todos los jugadores del Herbalife, los jugadores más afectados por las lesiones han sido Marcus Eriksson y Luke Fischer. El alero sueco apuró hasta el final de verano para operarse de la rodilla derecha, que ya le había dado problemas en el pasado. El 14 de agosto pasó por el quirófano y no jugó hasta la cuarta jornada del torneo liguero (14 de octubre) ante el Unicaja.
Por otro lado, el que se lleva la palma en cuanto a lesiones acumuladas durante la temporada es Luke Fischer, la última el pasado viernes al sufrir su segundo traumatismo en el hombro izquierdo del año.
El pívot norteamericano acumula también una rotura fibrilar en su muslo izquierdo, después de resbalarse en el parqué del Arena el 17 de noviembre, que le mantuvo fuera de juego cuatro semanas. Y un esguince en su tobillo izquierdo en el entrenamiento previo al duelo frente al Zaragoza el pasado 22 de diciembre.
