Enfrentar a un personaje público con la hemeroteca es un buen test de resistencia. Sirve, al menos, para calibrar el nivel de credibilidad del sujeto en cuestión. Y algunos, muchos, no pasan la prueba. Un buen ejemplo de inconsistencia frente al peso de la memoria es el de Enrique Moreno ejerciendo como presidente del CB Gran Canaria. El 19 de junio de 2018, en este periódico, afirmó, ante el debut del equipo en la Euroliga, que "no aceptaré que el grueso del incremento presupuestario llegue del Cabildo". "Mi idea", puntualizó entonces, "es acudir al sector privado". La realidad, cerradas ahora las cuentas de la temporada 18-19, retrata otro escenario muy diferente. Entre los nuevos patrocinadores, la aportación más elevada (600.000 euros) la ejecutó el Patronato de Turismo de la propia corporación insular. En total, entre unas cosas y otras, el Cabildo gastó cerca de cuatro millones de euros en el Granca -casi la mitad de los ingresos presupuestados-.
Moreno, el primer presidente remunerado en la historia del club, ha sido incapaz de cumplir con su palabra. Pero además, por el camino, ha firmado una gestión calamitosa. El Granca, en un año, ha perdido cerca del 20% de su valor en una jugada contable que servirá para enjugar el desfase presupuestario de 800.000 euros del último curso: para que el Cabildo no tenga que aprobar un crédito extraordinario la deuda irá contra el patrimonio de la propia Sociedad Anónima Deportiva (SAD). El desastre, sin embargo, no es sólo económico. A nivel interno, dentro de la propia organización, ha señalado a Berdi Pérez -tal vez el profesional que mejor y más rendimiento saca a su departamento- como principal responsable del agujero económico -la semana pasada, en una entrevista a la Cadena Ser, Juan Ruiz (consejero de Ciudadanos en el Cabildo) explicó que Moreno justificó las pérdidas por "los fichajes de dos americanos y Pedro Martínez"-. Y la decadencia, también, se palpa a nivel social: en tres años, la afluencia de público al Gran Canaria Arena ha caído un 21%. Por no hablar de HMK...
Todo eso, tanto disparate al frente de una empresa pública con ocho millones de euros de presupuesto, se premia: el Cabildo aprobará hoy el nombramiento de un nuevo consejo de administración del Granca presidido por... Enrique Moreno.
A la directiva se unen políticos y empresarios. En los próximos días escucharán palabras bonitas -autosuficiencia, abrir el club a la sociedad y al sector privado, un escaparate para la Isla, etc...-. La misma canción de siempre.
El problema del Granca es que a un otoño desastroso siempre le precederá un verano fatal -la falta de valentía política en agosto lo hipotecó todo-. Ahora, lo más decoroso, sería marcharse. Pero para eso hay que tener vergüenza torera.
