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El ataque se congela en Kazán

El Granca cae ante el Unics por 73-62 y suma su segunda derrota en el ‘Top-16’ de la Eurocup

Beqa Burjanadze, con el balón en las manos, mientras que Okaro White, del UNICS, le intenta defender. | | EUROCUP

“Hemos jugado una buena defensa, pero un ataque terrible”, así se expresó Dimitris Priftis, el entrenador del Unics Kazan y así se dibujó la segunda derrota del Herbalife Gran Canaria en el Top-16 de la Eurocup (0 victorias y 2 derrotas), al antojo del Unics Kazan. La nota positiva del conjunto claretiano racae en que solo se trae una desventaja de 11 puntos contra un equipo que apunta a pasar de fase tal y como ha arrancado el grupo.

El arranque del encuentro se leyó a través de Balcerowski. Olegario picó piedra en los primeros minutos del primer cuarto para ayudar a comandar el marcador en Kazan hasta el 6-9. Esa escasa renta positiva de los insulares fue el único momento que disfrutó en el periodo, hasta que el polaco se sentó en el banquillo después de una pérdida en canasta propia y el Unics cerró el periodo con un parcial 11-2 (17-11).

El tanteador, tras diez minutos de juego, era corto. Entraba dentro de los planes de Fisac mantener registros cortos del rival para poder llevarse la primera victoria de la segunda fase del torneo. Pero para ello, tenía que descongelar la artillería ofensiva, tan característica de este Herbalife, y que tardó en aparecer hasta el arranque del segundo gajo de la primera mitad del encuentro.

Entre AJ Slaughter, que venía caliente de sus 23 puntos y 10 rebotes frente al Mornar Bar en la primera jornada, y Javier Beirán, devolvieron la moneda con un parcial 0-8 y cogía la delantera. Priftis se veía obligado a pedir tiempo muerto y frenar la sangría claretiana con el 17-19.

Apuntaló Fisac a su quinteto con Beqa Burjanadze, que no jugaba desde el 27 de diciembre, relegado al fondo del banquillo tras el fichaje de Earl Clark.

Transcurría el partido en un ritmo lento, pegajoso y con numerosas llamadas a la línea de tiros libres. El Unics desde el 4,60 iba a tener la batalla ganada contra el Granca, siendo el mejor equipo de la Eurocup en este apartado con un 80% de acierto. Entre Okoye y Burjanadze fallaron cinco seguidos y en la primera parte, el registro fue de dos anotados por nueve lanzados y en los 40 minutos de 7 de 17, una losa.

A todo ello había que tener en cuenta que el marcador continuaba en unos guarismos cortos para lo que venía demostrando el Herbalife en los últimos partidos, anotando mucho, pero concediendo más todavía. Las siete pérdidas del Unics, por las nueve claretianas, sacudían a la confianza del espectador por disfrutar de un buen partido a la hora de la siesta.

Del 33-30 al 43-33 en apenas tres minutos del tercer cuarto. Regresó más enchufado el equipo que vestía ayer de camuflaje militar en su cancha tras el descanso. Klimenko, el gigantón de 214 centímetros, hacía un destrozo a la defensa claretiana, sobre todo en el rebote ofensivo. Con cuatro al minuto 24, desesperaba a Balcerowski y cometía la cuarta falta en su casillero, no volvió a jugar.

Pero lo de bajar el culo es una quimera para el equipo insular. La sensación que deja es que por mucho que lo intente no puede. Es cuestión de posibilidades, no por conceptos y sistemas defensivos que se quieran implementar desde la pizarra de Fisac, sino porque la confección de su plantilla está dirigida a explotar todo en ataque.

Rara vez llegan a puntear los tiros en los lanzamientos liberados que se crean después de que los rivales superen las marcas, ni hace falta dar un extra pass porque la mano arriba para entorpecer los lanzamientos son un rara avis.

Tampoco dan síntomas los compañeros de ofrecer una solidaridad a cada esprint defensivo. No por cuestión de fatiga, pues la rotación de Fisac es amplia. Entre pérdidas de balón incomprensibles y canastas a placer del Unics, los rusos elevaron la máxima diferencia a los 15 puntos (68-53) a 5 minutos de la conclusión.

Se vio por primera vez una zona 2-3 tras las indicaciones del coach claretiano, pero está condenado a un destino claro por la plantilla de la que dispone y de la que él se ha hecho responsable en cuanto a fichajes y renovaciones.

Dio sus frutos, hasta el último segundo, cuando Jamar Smith clavó un triple para cerrar la contienda y echar por tierra el parcial 2-9 con el que pretendía marcharse el Granca sin una diferencia excesiva y que finalmente se vuelve a la Isla con un 73-62 y dos derrotas.

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