Episodio dos, misma actitud

El Granca, tras meterse en la Copa, recibe al Obradoiro (17.30 horas, ‘Movistar Deportes 3’) en el primer choque de la segunda vuelta | El nuevo reto: recortar al Unicaja, siguiente rival

Andrew Albicy.

Andrew Albicy. / LOF

David Rodríguez

David Rodríguez

El Granca arranca la segunda vuelta liguera y al hacer el balance de la primera puede sentirse satisfecho por la forma en la que lo hizo con los dos últimos triunfos, que le catapultaron hasta la sexta plaza y no solo le valió para sellar la clasificación copera, si no para adelantar al Joventut y concluir sextos. Ahora este segundo capítulo de la obra, lo arranca contra un Monbus Obradoiro (17.30 horas, Movistar Deportes 3) al que en la primera vuelta le dio una tunda, aunque la película para los gallegos es bien distinta en cuanto a su rendimiento durante estos dos últimos meses de competición.

Del 58-85 que le infringió el Granca en noviembre al rival de hoy las tornas se han cambiado. Es verdad que los claretianos están de dulce con los dos últimos triunfos en la Liga Endesa –Fuenlabrada y Joventut–, pero puestos a comparar tendencias, el Obra sale más que favorecido con siete triunfos de los últimos nueve encuentros que ha disputado.

Y no solo llega a la Isla el equipo de Moncho Fernández con esta racha positiva, sino que además en el último partido de Liga fueron capaces de vencer al Cazoo Baskonia (91-86), el equipo que mejores sensaciones estaba dando hasta la fecha en la ACB con ocho triunfos consecutivos.

En esa victoria frente al conjunto vitoriano, Kassius Robertson sobresalió con un total de 25 puntos, Leo Westermann le acompañó con 18 y Rubén Guerrero dominó la pintura con 14 puntos y ocho rebotes. Precisamente, el interior marbellí es uno de los que ha dado un paso al frente desde la lesión de Dragan Bender el 11 de diciembre, cuando el pívot se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda y no va a poder jugar en toda la temporada.

Sin la presencia de Bender los pívots claretianos podrán tener una amenaza menos que tener en cuenta pues el bosnio estaba promediando hasta la fecha 17,2 puntos y 6,6 rebotes por partido y siendo la sensación de la temporada hasta que tuvo la trágica lesión.

Más allá de las bajas de Moncho Fernández, que tampoco podrá contar con David Walker y Marcus Paige, el equipo amarillo deberá tener especial cuidado con un rival que últimamente se le da bien jugar en Siete Palmas.

De las últimas cuatro visitas santiaguesas al Arena ha salido victorioso en dos de ellas y en los dos triunfos locales fue por un marcador más que apretado. El año pasado fue por 71-69 en un partido loco de parciales de ambos conjuntos y en 2019 tras dos prórrogas el triunfo se quedó en casa por 102-100.

Gran Canaria - Monbus Obradoiro

Gran Canaria - Monbus Obradoiro

Así pues, se prevé un encuentro por todo lo alto en el que las rachas positivas con las que llegan los dos equipos –el Granca acumula cinco triunfos contando los partidos de la Eurocup–, presentan un caldo de cultivo idóneo para una tarde de buen baloncesto.

Para no caer en la autocomplacencia –si eso es posible con Jaka Lakovic como entrenador– después de volver a la Copa del Rey cinco años después, el equipo insular tiene ante sí ahora la opción de irse marcando pequeños retos de aquí en adelante.

El primero, intentar recortarle espacio al Unicaja con una victoria esta tarde, dado que el conjunto malacitano es el próximo rival en la Liga Endesa y de esta forma podría el Granca regresar a los puestos de honor como los estuvo ocupando al comienzo de la primera vuelta liguera.

Ya conocerá el resultado el Gran Canaria del Unicaja, que se mide esta mañana a las 12.00 contra el Valencia Basket en un duelo de equipos con la vitola de coperos y que puede suponer el tropiezo de los boquerones y la oportunidad para claretianos de colocarse a una sola victoria en caso de ganar al Monbus Obradoiro.

Con Albicy

Con esa motivación en la atmósfera de Siete Palmas, saltará el equipo amarillo al parqué con la inclusión de Andrew Albicy respecto al último choque continental frente al London Lions, cuando el base francés tuvo permiso del club para disfrutar de su reciente paternidad junto a su mujer.

De esta forma el esloveno recupera a su director de juego y el pegamento necesario para intentar frenar a Westermann o los hermanos Scrubb como a Robertson, el segundo máximo anotador de la competición con 17,8 puntos de media, sobre el que Fernández intentará poner en aprietos a la escuadra claretiana.

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