CB Gran Canaria

Duscak otea la senda de Doncic

El base del filial del Granca es convocado por la selección eslovena para la próxima ventana FIBA | Sueña con alcanzar la NBA

Dan Duscak hace malabarismos con un balón en la Vega de San José. |

Dan Duscak hace malabarismos con un balón en la Vega de San José. | / Andrés Cruz

David Rodríguez

David Rodríguez

Dan Duscak está de enhorabuena. La Federación de Baloncesto de Eslovenia le ha convocado para las próximas ventanas FIBA y va a debutar con la absoluta con el reto de superar las 29 internacionalidades de su padre, Slavko, quien le convenció para que cambiara su idolatría de Rooney a Petrovic.

Baloncesto y el apellido Duscak van de la mano en Eslovenia. Aun así, Dan, el base del filial del Gran Canaria dio sus primeros pasos en el fútbol hasta que su padre, ex jugador de la selección balcánica, le hizo entrenar un día con el balón naranja y ya le dijo que era mejor que siguiera sus pasos alrededor de la canasta. Ahora, con la llamada de la selección nacional para la próxima ventana FIBA, el joven valor claretiano otea la senda de Luka Doncic, con quien espera jugar algún día en la NBA.

El idilio de Dan con el baloncesto comienza gracias a que su padre, Slavko, abrió una escuela en Menges, la ciudad de nacimiento del ahora director de juego del filial insular. Junto a sus dos hermanos y dos hermanas, el amor por el deporte en el seno familiar era algo más que patente. Dejó el fútbol y el parqué fue su nuevo hábitat.

Todo ello, a pesar de que el primer ídolo que tuviera Duscak fuera la estrella del Manchester United en la década pasada, Wayne Rooney. «Mi padre nos trajo unas camisetas cuando jugaba en Italia. A mi hermano mayor le tocó una de Bastian Schweinsteiger del Bayern; al mediano una de Francesco Totti en la Roma y a mi una de Rooney», admite entre risas.

Después de demostrarle a su padre que tenía «talento» para el basket, fue junto a otros dos chicos del equipo a Grosuplje. En la ciudad eslovena ya comenzó a vislumbrarse que Dan iba a convertirse en profesional en el futuro y pasó de fijarse en Rooney a hacerlo en Drazen Petrovic.

Resalta a sus técnicos: «Gabi Alonso saca muchos talentos y Albert Oliver es toda una leyenda»

Una conexión con el croata que se acrecentó con su llegada años después a la cantera del Real Madrid en 2017 para enrolarse en el Cadete. «Ahí aprendí las historias que me contaban de él y me gustó la filosofía que tenía para trabajar el tiro. Me flipaba», comenta el jugador de 20 años.

Un aprendizaje tirador que le permite ahora promediar 14,9 puntos por partido en LEB Plata, además de capturar 2,9 rebotes y dar 4,7 asistencias. Números que alcanza porque intenta «hacer cosas de Stephen Curry» o Facu Campazzo, su espejo en Europa.

Con el argentino pudo compartir vivencias en el Real Madrid, pero de lo que no pudo escapar fue de la comparación rápida con Doncic. «Cuando se hizo público que iba a Madrid todo el mundo dijo que iba a ser el nuevo Luka solo porque era base y esloveno, pero ser cómo él es imposible. Nace un Doncic uno cada mil años», incide el exterior para aclarar: «La comparativa no me gustó mucho porque yo tengo mi camino, aunque trabajé mucho para llegar al primer equipo».

Relevancia eslovena

Asimismo, de lo que sí se pudo sentir cómodo es que en el Real Madrid coincidiera con Ziga Samar –pertenece al Alba Berlín pero está cedido en el Hamburg Towers– y con Urban Klazvar –ahora en el UCAM Murcia–. «Nos ayudamos mucho. En España han visto que los eslovenos tenemos talento y cada año hay más en las canteras de aquí», incide.

Aun así, después de tres años en Valdebebas, sintió que no le llegaba la oportunidad de convencer a Pablo Laso en la primera plantilla blanca e hizo el petate rumbo a Liubliana y firmó con el Cedevita.

«En los dos años que estuve en el Cedevita tenía mucha competencia en el puesto de base. Roko Leni Ukic, Kendrick Perry, Jaka Blazic. Aprendí mucho con ellos, como que tenía que sacrificar muchas cosas para alcanzar su nivel», aclara sobre su paso con los Dragones –estuvo también en el Ilirija–.

Dos años que se concluyeron porque tal y como él relata: «Se acabó el contrato y no quisieron renovarme. Entonces el Granca y Juanmi me ofrece venir a la cantera. Habló con mi agente y me dijo que venía al Plata. Es raro ir de Olimpia a un equipo de LEB Plata pero creo que he dado un paso adelante. Tengo a Albert Oliver como segundo entrenador que aprendo mucho de su experiencia, es una leyenda del baloncesto español un lujo trabajar con él. Gabi sabe lo que hay que hacer para ser mejor. Ha tenido muchos talentos en sus manos», desmenuza sobre su decisión.

Además, no esconde que se ve jugando en el primer equipo del Granca. «He jugado tres partidos en el primer equipo y entreno con ellos. Además, está Jaka que era otro ídolo en Eslovenia», incide.

En cuanto a su valoración en lo que va de competición, Duscak cree que hicieron «una buena primera vuelta liguera», pero que si ahora han dado un bajón es porque tuvieron «algunas lesiones» y el equipo «está cansado».

Finalmente, cuestionado sobre su futuro, prefiere «no hablar porque no sabemos lo que puede pasar mañana», aunque deja claro que está «encantadísimo de estar en el Granca y con el trabajo que hago», porque para él, «el club es genial por todos los entrenadores» que tiene a su disposición.

Aun así, su sonrisa característica no la pueda evitar esconder si se habla de la NBA. «Evidentemente es mi sueño, pero hay que mejorar cada día. Es el camino que quiero realizar», concluye.

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Los padres de Dan Duscak se conocieron durante un torneo de baloncesto. Aunque su madre no llegó a profesional, «porque quería estudiar», nunca ha dejado de lado el amor por el deporte. El base explica que es un referente para él «porque hace lo que quiere» y saca a la luz la decisión que tomó al terminar su carrera de matemáticas. «Daba clases de bachillerato, pero no le gustó y ahora es súper feliz en una biblioteca, a la que va con una sonrisa todos los días, para mí es un ejemplo». Tanto como su padre, Slavko, a quien quiere «superar». Jugó para el Cedevita, Laskoo Krka y contabilizó 29 internacionalidades, una marca que quiere dejar atrás Dan «para molestarle un poco», como revela con gran humor. «Que te llame la selección es un gran honor y para mí más por lo que significa en la familia», sentencia. | D. R.

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