Savané da la receta para que el Granca juegue la Euroliga: «Hacen falta 4 o 5 millones más para jugarla»

El presidente claretiano establece tres vías de ingresos económicos para afrontar Europa la 2023-24: aumento de los abonos, compromiso privado y dinero público

Sitapha Savané, en el Gran Canaria Arena

Sitapha Savané, en el Gran Canaria Arena / Andrés Cruz

David Rodríguez

David Rodríguez

Sitapha Savané ya ha hecho los deberes de cara a la posible participación del CB Gran Canaria la próxima temporada en la Euroliga. La calculadora del presidente claretiano calcula que el incremento presupuestario de la campaña 2023-24 debe incrementarse entre cuatro o cinco millones de euros más respecto a la actual. O lo que es lo mismo, en las arcas claretianas deben manejar como mínimo trece millones el próximo curso para «tener una imagen digna».

Los modelos de referencia que ha tomado en cuenta el club insular para poder asumir una temporada sin problemas en la Euroliga han sido los del Alba Berlín y el Valencia. El primero por el vínculo grancanario existente y dada su estructura institucional independiente ; el segundo, por similitud de competir en la misma competición y por el hecho de que accede a la competición continental vía Eurocup sin tener la condición de ser un club con licencia. Con ambos se ha mantenido una línea directa comunicativa.

En este sentido, el Gran Canaria sabe que si se gastó en 2019 un millón cien mil euros en traslados por Europa, este año tiene que llegar hasta el millón y medio «como mínimo» para poder recorrer los 110.000 kilómetros que realizó hace cuatro años. «Eso fue lo que se gastó el Valencia y ellos no tienen que viajar desde África como lo hacemos nosotros. Cuando jugaban Eurocup gastaron medio millón y en Euroliga alcanzaron el millón y medio», aclara Savané en materia de viajes.

La otra necesidad económica apunta a la confección de la plantilla. «Para poder competir con los mejores clubes de Europa hay que destinar entre dos millones y medio o tres más al apartado técnico», resalta el presidente. El apartado de jugadores del equipo ACB de esta temporada maneja 4.190.947,93 euros presupuestados. Por tanto, el objetivo es llegar a los siete millones.

Estas dos necesidades se plantean como mínimos para poder llevar una temporada sin sobresaltos. Cabe recordar que cuando el Granca disputó la Euroliga hace cuatro años el balance de cuentas arrojó una deuda de 800.000 euros en un ejercicio de 10.650.000 euros, por lo que el montante se elevó hasta los casi once millones y medio. De hace cuatro años...

Competición atractiva

¿Y cómo se consigue este dinero? Desde la entidad claretiana apuntan a tres vías posibles para costear las necesidades monetarias mínimas para afrontar la Euroliga.

La primera pasa por hacer consciente al entramado empresarial privado de que «la segunda competición de baloncesto del mundo es una ventana atractiva para publicitar su marca», como indica el máximo dirigente insular.

Por lo pronto las negociaciones con un patrocinador principal pasa por buen puerto, aunque en el club prefieren no lanzar las campanas al vuelo hasta que todo esté totalmente atado.

Ya durante la actual temporada el club estuvo dos veces a puntos de estampar la rúbrica con dos importantes empresas, pero al final las negociaciones se diluyeron. «Tenía hasta el cóctel preparado para el anuncio», revela Savané.

La segunda vía apunta a la Marea Amarilla. Entiende el club que si el aficionado al baloncesto quiere disfrutar de la mejor competición continental, debe arrimar el hombro en este sentido. «Tenemos los abonos más baratos de la Liga Endesa», explica el senegalés, para continuar revelando que «hay que seguir con el trabajo hecho hasta ahora en el que se ha conseguido colgar el cartel de no hay entradas días antes de la final la Eurocup contra Turk Telekom».

Comprendido este comportamiento, el dirigente también lanza una reflexión para defender la demanda a la afición y la posible aportación de capital público. «El otro día alguien me decía una frase que voy a adueñarme, «el Granca será lo que entre todos los grancanarios queremos que sea».

Por lo pronto el presidente no ve con malos ojos que de alguna forma también llegue dinero de las instituciones públicas en forma de patrocinios. «También hay que ser conscientes de que el nombre de la Isla va a llegar a mercados más potentes si juegas la Euroliga. A efectos turísticos es una opción que va a mejorar el atractivo de Gran Canaria», añade.

Con estas tres patas del banco espera la entidad claretiana conformar un proyecto sólido que le permita competir en la Euroliga sin pasar apuros. Además, porque es el objetivo que ha mantenido el club durante la temporada sin mirar a otras competiciones.

«Lo de que negociamos con la BCL en febrero surgió por un reportaje que ya he desmentido otras veces. Me senté con ellos como me siento con la Basketball Africa League, con la NBA o con otras federaciones para estar en contacto con todos, pero el Granca estaba jugando la Eurocup y el premio era jugar la Euroliga que es lo que queremos», aclara Taph.

Además, lo que sí quiere dejar claro Savané es que se tenga en cuenta el trabajo que se han hecho en los últimos nueve meses y que el entorno del Granca disfrute de ello. «Veníamos de un cambio de entrenador, de presidente y hemos vuelto a la Copa, Playoff y ganado la Eurocup», sentencia.