Lenovo Tenerife-Dreamland Gran Canaria: el derbi canario acaba en ¡empate!

Una vez más se demuestra sobre la cancha que no hay amistosos en los derbis canarios entre el Lenovo Tenerife y el Dreamland Gran Canaria. Ganar siempre deja un sabor especial, pero ante el vecino, más todavía. El 83-83 con el que finalizó el choque de ida de la Copa Isola en el Pabellón Santiago Martín, deja todo abierto para la vuelta en el Arena, el próximo domingo (12.00 horas), en un partido que servirá a modo de presentación del proyecto Jaka Lakovic 2.0 ante los aficionados.

Los claretianos afrontaban la cita con las bajas ya conocidas de los lesionados John Shurna, Andrew Albicy y Sylven Landesberg, a los que se suma la del rebelde Jean Montero, que sigue sin personarse en la Isla, en un culebrón veraniego que empieza a molestar a la afición amarilla.

Como es habitual en sus partidos como local, el Lenovo Tenerife apretaba de lo lindo desde el salto inicial, especialmente inspirados desde fuera del arco y con el gigante Shermadini imponiendo su ley en la pintura, lo que permitía a los aurinegros comenzar mandando en el electrónico.

La reacción no terminaba de llegar en el cuadro claretiano, que no daba con la tecla para correr y sorprender a un Canarias, muy cómodo y que maniataba a los amarillos, consiguiendo estirar su ventaja hasta los 15 puntos, una renta que amenazaba con romper el partido a las primeras de cambio.

Jaka Lakovic tiraba de pizarra y de fondo de armario, dando entrada a su unidad B, que conseguía frenar el ataque aurinegro y de paso maquillar el marcador en el final de un primer acto con claro color local (29-20).

El arranque del segundo cuarto seguía beneficiando al juego de memoria del recién renovado Txus Vidorreta, que encontraba en dos triples consecutivos de Sasu Salin y Tim Abromaitis, la gota que colmaba la paciencia de Lakovic, que pisaba el pedal del pánico para congelar el crono y buscar la reacción de sus hombres.

Las indicaciones del esloveno no bastaban para frenar a un Canarias que jugaba de memoria, al tiempo que la afición que acudió a la Hamburguesa, disfrutaba de los minutos de calidad de su canterano, Sangaré, llegándose al ecuador del choque con un diferencial de 15 puntos en contra del Granca que no hacían presagiar nada bueno (50-35).

¡Qué bueno que viniste Nico!

El tercer asalto arrancaba con una canasta de Salvó que desataba las hostilidades y el Lenovo reaccionaba con un parcial de 7-0 que elevaba la renta local por primera vez en el partido hasta los 20 puntos. La tragedia se mascaba en el banquillo claretiano, pero el Granca tiraba de orgullo, se ponía el mono de trabajo y se olvidaba de que estaba jugando un amistoso para ponerse a picar piedra.

Ben Lammers desde fuera del arco amenazaba la ventaja, pero los laguneros no rehusaban el intercambio de golpes con Abromaitis especialmente inspirado desde la línea de tres puntos, entrando el partido en un intercambio de golpes que no le bastaba a los amarillos para recortar la diferencia, entrando el choque en su último asalto (72-58).

Un nuevo giro en defensa de los claretianos les permitía disponer de canastas fáciles ante un Canarias algo confiado por el devenir del choque y que se topaba con el juego coral de un Granca que volvía a tener en Dylan Bordón un clavo al que aferrarse en los momentos de zozobra. Happ intimidaba en la pintura aurinegra y el Granca a zarpazo limpio comenzaba a limar una renta que parecía inalcanzable.

El buen trabajo en la retaguardia que tanto propugna Lakovic se traducía en confianza y acierto en unos últimos minutos en los que emergería la figura espigada de Nico Brussino, quien con tres triples consecutivos cambiaría definitivamente el destino de los amarillos que amarraban un 83 iguales al término de los 40 minutos, condenando a ambos a decidir este domingo el campeón de la Copa Isola en el Arena, a partir de las 12.00 horas.