El Dreamland Gran Canaria consuma su segunda derrota consecutiva en tierras catalanas ante el Joventut

Los grancanarios vuelven a mostrar una fragilidad defensiva que aprovecha la Penya para imponerse ante su afición (89-75)

Nico Brussino y Ben Lammers, con 14 puntos, los máximos anotadores amarillos

Exhibición de Andrés Feliz en el cuadro verdinegro

Santiago Icígar

Santiago Icígar

Jaka Lakovic deja de ser la bestia negra de Carles Duran en un nuevo partido en el que el Dreamland Gran Canaria vuelve a pagar su mala puesta en escena en un primer acto marcado por las pérdidas y la desorganización de los amarillos que era aprovechada por el Joventut para llevar a remolque a su rival durante casi todo el partido.

Preocupa especialmente la falta de actitud defensiva de Ethan Happ por segundo partido competitivo, lo que obligaba al técnico balcánico a apostar por Ben Lammers, que daba un paso al frente en actitud y se convertía junto a AJ Slaughter y fogonazos de Nico Brussino, en lo mejor del equipo en el choque ante los verdinegros.

La exhibición de Andrés Feliz y el repertorio en la pintura de Ante Tomic sofocaban el intento de rebelión de los insulares, para imponerse con justicia en el marcador final por un claro 89-75, que supone la segunda derrota del curso para los claretianos.

El Granca estrenaba sus 60 años visitando a un Joventut que no tardaba en aprovechar las pérdidas y la desprganización de los amarillos en los primeros compases del partido, sufriendo el recital de Ante Tomic en la pintura y el acierto de Andrew Andrews, que obligaban a Jaka Lakovic a detener el partido a seis minutos del final del primer asalto con un 12-5 en el electrónico del Olímpic de Badalona.

Andrés Feliz se autoinvitaba a la master class de Tomic, mientras los amarillos conseguían ordenar sus ideas y recurrían a Ethan Happ y a Nico Brussino para recuperar parte del terreno perdido, despertando las alarmas de Carles Duran que congelaba el reloj para reorganizar a sus hombres a tres minutos para el final del primer acto, con un 18-13 que reflejaba la mejoría en el juego de los grancanarios.

Un nuevo acelerón de la Penya en la recta final del asalto suponía un parcial de 7-0 para los hombres de Carles Duran, con protagonismo de Deshaun Thomas, Brodziansky y Ante Tomic, que volvían a sacar petroleo de las lagunas defensivas de un Granca que regalaba ocho pérdidas en un round que se cerraba con un 28-16 que alarmaba al bando amarillo.

Lammers muestra el camino

El rapapolvo de Jaka Lakovic en el entretiempo daba resultado en un Dreamland Gran Canaria que endosaba un parcial de salida a los verdinegros de 0-7, con protagonismo de Ben Lammers, que obligaba al técnico del Joventut a detener el partido a la espera de que el 44 convirtiese dos nuevos tiros libres que reducían la diferencia a 3 puntos (28-25).

La mejoría en defensa de los amarillos secaba la producción ofensiva de un Joventut que recurría a Tomic y Feliz para cortar una sequía que se prolongaba durante tres minutos y medio, pero el Granca reaccionaba con un certero triple desde la esquina de Nico Brussino que mantenía a los suyos en la buena senda para seguir aspirando a la remontada (32-29).

Lakovic recurría a Roko Prkacin que aportaba solidez defensiva para ayudar a crecer al equipo, que completaba la remontada con un triple liberado desde la esquina de Albicy, que confirmaba la mejoría de los amarillos que reducían las pérdidas a tan sólo 2.

Duran lo paraba y su pizarra cobraba vida con un triple de Allen que permitía al Joventut mantenerse tímidamente por delante al final del primer asalto con un 43-42 en el luminoso.

La falta de acierto en el arranque del tercer cuarto permitía al Joventut volver a abrir brecha en el marcador con un parcial de 6-0 con Deshaun Tomas, Feliz y Allen como protagonistas, que era roto por Sylven Landesberg tras casi 5 minutos sin perforar el aro rival, con cinco puntos de su cuenta personal, que aguantaba a los claretianos en la lucha por el partido.

La Penya se mantenía por delante en el marcador, liderados por Andres Feliz en ataque, mientras el Granca no terminaba de dar con la tecla, con Happ inoperante en defensa y Pelos negado en todos los frentes, obligando a Jaka Lakovic a retocar sus piezas en el tablero, regresando Roko Prkacin a la cancha, buscando algo más de consistencia en la retaguardia. Bassas acercaba posturas con 5 puntos de su cuenta particular, pero Onuaku se paseaba por la pintura amarilla para llegar a los 10 minutos de la verdad con un 64-56 en el luminoso que dejaba todo abierto para el último asalto.

La kriptonita de Feliz

El intercambio de golpes con el que arrancaba el último periodo no le bastaba al Dreamland Gran Canaria para remontar un partido que seguía enconado a pesar de la irrupción desde fuera del arco de AJ Slaughter y la aportación voluntariosa de Ben Lammers. El Joventut encontraba en Andrés Feliz la kriptonita contra los ataques claretianos, moviendo con acierto a sus compañeros, encontrando con facilidad a Deshaun Thomas, Ante Tomic y Guillem Vives -repitiendo la fórmula del Girona del pasado jueves- para poner tierra de por medio en la recta final de un partido que parecía cada vez más negra para los intereses claretianos.

El Olímpic coreaba incesantemente el nombre de Andrés Feliz que brindaba un nuevo triple y una asistencia fantasiosa a Ante Tomic para enfadar a un Jaka Lakovic que lo paraba a menos de 3 minutos con el partido prácticamente visto para sentencia con un 85-71 en el luminoso.

AJ Slaughter seguía ejerciendo de Don Quijote en el bando amarillo, cargándose el ataque de los claretianos sobre sus hombros, pero Carles Duran se encontraba cerca de acabar con su bestia negra particular, su ex asistente e íntimo amigo, Lakovic, ante el que nunca había conocido anteriormente la victoria en sus enfrentamientos directos, tanto en la etapa de éste en el Granca como en la anterior en el ratiopharm Ülm, equipo con el que le eliminó en la Eurocup.

Lammers maquillaba el resultado final desde la línea de castigo, pero el Dreamland Gran Canaria consumaba su segunda derrota consecutiva, ambas en tierras catalanas, tras caer 89-75 en un partido en el que los amarillos mejoraban su imagen, pero sin bastarles para tumbar a un buen Joventut.

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