CB Gran Canaria

El díscolo retorna a casa

Montero encabeza los peligros del MoraBanc Andorra, que visita al Granca el domingo

Montero lanza a canasta ante un defensor del Girona.

Montero lanza a canasta ante un defensor del Girona. / LUIS ALBERTO MARTÍ ARIAS

Santiago Icígar

Santiago Icígar

Pocos culebrones han generado en la historia de la entidad claretiana tanta incertidumbre y tantos ríos de tinta como el protagonizado por el talentoso combo dominicano, Jean Montero, quien tras jugar al escondite durante todo el verano, dejaba colgado al Granca para firmar por el MoraBanc Andorra una cesión con compra obligatoria, que apunta a ser una estación de paso de cara a poder desembarcar el curso que viene en un equipo de Euroliga.

Una de las grandes dudas de cara a la visita del conjunto del Principado al Gran Canaria Arena este domingo (17.00 horas) es como recibirá la marea amarilla a un jugador díscolo, catalogado como rebelde sin causa y que tras su espantada se verá obligado a dar la cara ante la marea amarilla. Desde el departamento de comunicación del propio MoraBanc se ha optado por aislar mediáticamente al jugador como medida de protección para que no le afecte una excesiva atención por parte de los medios de la Isla.

El culebrón comenzaba tras la eliminación de la República Dominicana en el pasado Mundial. El jugador, con permiso del club regresaba a su país para descansar antes de tener que incorporarse a la disciplina claretiana a las órdenes de Jaka Lakovic. El 9 de septiembre fue la fecha tope fijada por el Granca para contar con el jugador en la Isla, sin embargo, tras tres aplazamientos, el dominicano se declaraba en rebeldía según la entidad claretiana, en un intento desesperado por forzar su salida del club, con la intención de no dejar ni un euro en sus arcas.

El enfado público del presidente amarillo, Sitapha Savané, reflejaba el malestar de una afición que no entendía la actitud del jugador y más cuando Jaka Lakovic y el propio presidente manifestaron públicamente su intención de contar con él en el nuevo proyecto, aunque en paralelo se trabajaba como un doble plan, el A por si venía finalmente el jugador o el B, si se le vendía o se quedaba castigado en la grada todo el año con motivo de su inaceptable acto de rebeldía.

El hecho de que el jugador ni siquiera se dignase a coger el teléfono a su compatriota Eulis Báez durante la guerra fría creada entre el Granca, el jugador y sus representantes, evidenciaba la existencia de una situación complicada de solucionarse de una forma que pudiera contentar a todas las partes implicadas.

El protagonista niega la mayor

Desde su refugio en Dominicana Montero avivaba el fuego de la discordia con comentarios indirectos por su situación a través de sus redes sociales y concedía una entrevista a un medio local en el que acusaba al club de tergiversar la verdad, negando que se hubiese declarado en rebeldía.

En el transfondo de toda su actitud en la entidad amarilla se mantenía la sospecha de un posible acuerdo entre el jugador y algún club, probablemente de Euroliga, que no estaba dispuesto a pagar un traspaso por el transfer del jugador, motivo por el cual sus representantes le instigaban para presionar con su actitud al Granca buscando una carta de libertad que estos no estaban dispuestos a concederle de ninguna manera, al considerarle como parte irrenunciable de su patrimonio.

El propio Savané, en un claro tirón de orejas hacia el jugador, recordaba que no solo tenía contrato en vigor con el Dreamland, sino que además «su claúsula de salida de 500.000 euros ya no es efectiva a estas alturas de la pretemporada, por lo que el futuro del jugador está en manos del club».

Con la amenaza de una dura sanción sobre su cabeza y de una demanda judicial, la luz aparecía al final del túnel en forma de cesión al MoraBanc Andorra, a cambio de que se hicieran cargo de la ficha del jugador en el presente curso, para ser traspasado hasta 2026 al club del Principado, en una operación cercana a los 250.000 euros que se reflejará en los libros contables claretianos correspondientes al curso 2024-25.

Montero cumplía de esta manera su deseo de no vestir la elástica amarilla tras sus malas sensaciones durante su primera etapa en el club, al tiempo que el conjunto andorrano, que marcha decimotercero en la ACB, se hacía con un jugador de talento descomunal, como ha demostrado esta temporada a las órdenes de Natxo Lezcano, siendo con un 19 de valoración el mejor jugador del equipo en lo que va de temporada, además de ser el máximo anotador con 14,7 puntos por partido y el máximo asistente, con 5,1 pases de canasta.

Si Montero está bien, el Andorra está bien, como demuestra su derrota en la visita del Granca en la primera vuelta (77-98) con un discreto 3 de valoración del díscolo jugador dominicano durante sus casi 24 minutos en pista en los que anotó siete puntos.

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