La Fundación Canaria Para el Desarrollo de La Pintura acoge hasta el próximo 26 de marzo la exposición Una isla dentro de otra, del artista Abraham Lacalle (Almería, 1962), que reúne un conjunto de 13 piezas, una de ellas un políptico de gran formato.

En estas nuevas piezas que Abraham Lacalle presenta en la sala capitalina, los árboles, las piedras, y no olvidemos el agua, se convierten en los verdaderos protagonistas; donde el color se escapa hacia el espacio para remarcar estos parajes naturales. Todos los elementos que integran los cuadros, ya sean apropiaciones o no, resuenan como partes indispensables de la relación del artista con el exterior.

El título hace referencia a una sensación que él tiene cuando está en una isla. "Es la repetición. Como si fueras un punto moviéndose dentro de una pantalla, rebotando en sus lados aleatoriamente, y esto repetido sucesivamente. Los manoseados mundos dentro de otros", afirma Lacalle.

Esta serie de piezas, todas creadas en 2019, son paisajes, donde han tenido un papel importante los paseos del propio artista por la montaña y el campo en general, que le han permitido fijar en la memoria elementos, colores, formas y asociaciones de estos, que luego surgen y le facilitan recursos para que estas ficciones que él crea vibren en la misma honda que la realidad.

Lacalle otorga el diálogo necesario para introducir al espectador hasta el mundo que ha recreado.

Abraham Lacalle reformula en estas pinturas el paisajismo "romántico" e incluso parece dialogar con ciertas modulaciones de Van Gogh, pero sobre todo confía en esa naturaleza que es tanto inmensamente íntima como extrovertida.

Con un magisterio admirable muestra que la pintura mantiene una singular vitalidad, abre una ventana a lo maravilloso, sabedor del placer enorme que proporciona el arte de perderse.

En esta muestra destaca el enorme cuadro Inversión, el único que es del año 2015, como una alusión a la cultura como vehículo de salvamento, de placer curativo, pero también una alusión al sentido de los museos.

En esta pintura de más de ocho metros está representado un barco de salvamento partido por la mitad e invertido, nombrando, sin ningún género de dudas, al mercado del arte.

Esta pieza formó parte de la gran exposición Campos de Batalla que el artista almeriense realizó en el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), donde reflejaba imágenes de luchas que van más allá de un enfrentamiento bélico y representan un reflejo de las disputas internas que mantiene el ser humano en su relación con el exterior.

Abraham Lacalle inicia su trayectoria expositiva a finales de los años ochenta. Desde entonces viene mostrando una obra pictórica donde, con gran sentido del humor, amalgama experiencias de la vida cotidiana con elementos pictóricos tomados de los principales artistas del siglo XX.

En sus telas hay referencias a grandes maestros de la pintura, como Marcel Duchamp, Picasso, Mondrian o Philip Guston. Sus obras impactan por la especial subjetividad que hace en el tratamiento del color.

A su vez en ella hay, de forma irónica y sarcástica, constantes referencias a los grandes movimientos artísticos y literarios del siglo XX y una crítica social. Su frescura y discurso atemporal le han convertido en uno de los referentes artísticos del panorama nacional e internacional en la actualidad.