La muestra "Fernand Léger. El cubista afable", que podrá verse en Girona hasta el 4 de mayo, reúne quince obras, algunas de ellas de gran formato, fechadas entre los años 1917 y 1954.

Se trata de seis cerámicas policromadas, cinco tapices y dos relieves realizados en bronce, una tina china que pintó durante el año que se estuvo en un hospital tras ser herido por una bomba y una aguada sobre papel datada en 1925.

Esta muestra ha sido calificada por el presidente de la Fundación Caixa Girona, Arcadi Calzada, como "muy exquisita con un contenido preciso para disfrutar de Léger y redescubrir su personalidad artística".

Los motivos que están representados en estas obras son los más conocidos en la trayectoria de Léger, el mundo el circo, los músicos, los ciclistas, los obreros y las naturalezas muertas.

Fernand Léger creó su propio estilo, innovador, fruto de sus convicciones políticas e inquietudes artísticas,

Según ha explicado el comisario de la muestra, Antoni Niebla, el punto de partida de Léger, artísticamente hablando, se sitúa en 1907 cuando visitó la exposición retrospectiva dedicada a Cézanne en París y quedó muy impresionado por lo que, dos años después, alquiló un estudio en Montparnasse y conoció a artistas como Delaunay o Chagall.

En 1914, con el inicio de la Primera Guerra Mundial, fue llamado a filas y sus vivencias en el frente y su estancia en el hospital tras ser herido, momento que dedicó a la lectura y a la reflexión, influyeron notablemente en su concepción de la vida y del arte.

Fruto de esta etapa creó una de las obras de la exposición, "Composition Mécanique", la más antigua de la muestra, una tina china sobre papel pintada en 1917 que pertenece al denominado periodo Mecánico del artista.

Otro hecho que marcó profundamente a Léger, que se formó en la escuela de Arquitectura de Caen, fue el conocer a los 20 años al arquitecto Le Corbusier, quien tuvo una gran influencia en su obra, no sólo a través de la inclusión de elementos arquitectónicos, sino también en el tratamiento de la monumentalidad, una particularidad constante en su obra.

Un ejemplo de los inicios de esta etapa en la exposición de Caixa Girona es la obra "Femme au Vas", una obra datada en 1925, protagonizada por una figura humana de corte clásico y proporciones monumentales.

Fernand Léger pretendía que su arte llegara a todo el ámbito social, defendía abiertamente la socialización del arte, la creación de un arte del pueblo, y quería sacar el arte de los museos y trasladarlo a los espacios públicos.

La integración en la obra de distintas disciplinas artísticas y la creación colectiva son aspectos característicos de su ideario artístico; él mismo escribió: "La pintura de caballete es estrictamente individual, mientras que la pintura mural es de un orden intrínsecamente colectivo".

Coherente con su pensamiento, a principios de los años 40 abrió su estudio de cerámica con algunos de sus antiguos alumnos y en este momento es cuando empezó a trabajar en grandes murales, tapices de más de doce metros cuadrados y esculturas monumentales, como también hicieron otros artistas como Picasso, Chagall o Miró.

Varias obras de las que están presenten en la muestra, como "La grande Parade su fond rouge" o "La partie de campagne", son creadas en sus talleres; era un trabajo en equipo realizado junto a sus colaboradores y alumnos.

Juntos llevan a cabo proyectos artísticos creados en diversas disciplinas y a menudo utilizando medios industriales como piedra artificial en sus esculturas, que tras ser policromadas con mucho colorido acaban transmitiendo una gran vitalidad.