Los herederos del poeta Manuel González Sosa, fallecido hoy hace un año, donarán el próximo lunes al Ayuntamiento de Guía la voluminosa biblioteca del escritor, formada por 8.977 tomos referidos a la poesía, la historia de la literatura, el teatro, la religión, autores canarios, arte, viajes, sociología, economía y música. La donación a su ciudad natal incluye también ocho cajas de libros dedicados que estaban en poder de sus sobrinos y unas mil revistas de literatura, especialmente referidas a la poesía, además de 32 carpetas-archivadores que contienen su archivo personal.

La firma del convenio de cesión tendrá lugar por la tarde en las dependencias municipales, entre la Corporación local, representada por el alcalde Pedro Rodríguez y la concejal de Cultura; Mar Carmen Mendoza, y los sobrinos herederos de la biblioteca: Jorge Cabrera González y los hermanos Aldo, María del Mar e Isabel González-Sosa Beltrá.

Los libros del poeta serán catalogados y custodiados en la Biblioteca Pública de ese municipio, ubicada en la Casa de la Cultura, trabajo que ya ha iniciado el archivero municipal de Guía, Sergio Aguiar Castellano. El legado de Manuel González Sosa incluye además un extenso epistolario formado por siete carpetas-archivadores que contienen la correspondencia recibida por el vate de poetas y escritores canarios, peninsulares y americanos, que ha quedado en poder y custodia de su hermano, el periodista e historiador Pedro González-Sosa.

En el convenio que se firmará el próximo lunes se contienen las condiciones exigidas por los donantes, que quieren que la biblioteca-archivo permanezca en una dependencia de cómodo acceso, de forma que, a partir de su catalogación en el futuro, los investigadores de su vida y de su obra puedan consultarla con facilidad para la realización de sus trabajos literarios, tesinas o incluso las tesis doctorales.

Acuerdo unánime

El Ayuntamiento de Guía acordó por unanimidad de todos los grupos políticos en la sesión celebrada el pasado 24 de septiembre aceptar la donación de los sobrinos de la biblioteca de Manuel González Sosa. En el acuerdo municipal se hace constar "el agradecimiento a los citados herederos por la realización de un acto de tanta generosidad".

No es el primer gesto de reconocimiento hacia la labor del poeta por parte de esta corporación. Antes, en julio, el ayuntamiento había aprobado otorgar la distinción del título de hijo predilecto del municipio al escritor, además de acordar que la calle Cuartel, situada junto al teatro Hespérides Auditorio Ciudad de Guía, lleve su nombre.

Manuel González Sosa formó parte de la denominada Generación de los Cincuenta de la poesía canaria, en cuya nómina figuran vates de más amplio reconocimiento público, como Manuel Padorno o Arturo Maccanti. El suyo fue un prestigio secreto, sostenido por los demás poetas isleños y de los críticos, pues su obra gozó de una difusión reducida.

Nacido en Guía en 1921, la obra de Manuel González comparte con la de varios compañeros de generación el giro hacia una escritura experimental que se aleja, sin llegar al rechazo, de la poesía social dominante desde la posguerra.

Comenzó a publicar poemas en la prensa de las Islas en 1946, un año antes de que su familia se trasladase desde su Guía natal a Las Palmas de Gran Canaria. El servicio militar en Fuerteventura (1942 a 1945) le causó un gran impacto, por el paisaje majorero y las amistades que hizo. Pasó algún tiempo en Bilbao y viajó con frecuencia a Italia. Trabajó hasta su jubilación en un banco.

El autor de libros como A pesar de los vientos o Sonetos andariegos no sólo se limitó a la escritura poética, sino que también se convirtió en animador de distintos proyectos editoriales en una época crucial para el despegue de una industria cultural en las Islas. También fue responsable de los suplementos culturales de LA PROVINCIA y de Diario de Las Palmas.

Autodidacta absoluto, González Sosa se formó como escritor en esa inmensa y heterogénea biblioteca que ahora los herederos donan a su municipio natal. De esas lecturas emergió no sólo el poeta sino también un ensayista notable, al que acudían para consultar muchos investigadores que elaboraban tesis y tesinas de literatura contemporánea. Un patrimonio bibliográfico que estará, a partir de ahora, al alcance de todos.