El cuadro Mantillas del pintor grancanario Néstor Fernández de la Torre (1887-1938), que reside en el Museo Néstor desde comienzos de los años 90, permanecerá en el centro museístico durante, al menos, dos años más.

Así lo estipularon ayer el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y la Fundación Endesa, propietaria del lienzo, mediante la renovación del contrato de comodato que les une desde hace 26 años y cuya firma tuvo lugar ayer entre el responsable del área de Patrimonio de Endesa en Canarias, Andrés Ruano, que acudió en sustitución del director general de Endesa en Canarias, Pablo Casados; y la concejal de Cultura del Ayuntamiento capitalino, María Isabel García Bolta.

El cuadro Mantillas fue adquirido por la Fundación Endesa a comienzos de la década de los 90 y, poco después de su compra, se cedió mediante contrato de comodato al Museo Néstor para su depósito. "Por el momento, la idea es seguir renovando el contrato cada ciertos años, porque entendemos que es aquí donde debe estar", apuntó Ruano. Para Daniel Montesdeoca, profundo amante y conocedor de la obra del artista, que considera un "pintor muy actual", se trata de una obra cargada de simbolismos y asegura que "los cuadros sobre mantillas son cuadros muy cotizados". "Mantillas pasa por ser uno más de una producción destinada a satisfacer los gustos decorativistas de la burguesía española y suramericana", señala.

Néstor de la Torre culminó su lienzo Mantillas en 1919, "siempre le llevaba mucho tiempo terminar un lienzo", apunta Montesdeoca. Ese momento coincidió con el término de la Gran Guerra de 1914, que cumple su primer centenario este año: "La gente estaba ávida de ver otra gestualidad", señala el director. Por aquel entonces, Néstor se encontraba ultimando la escenografía para la obra Llanura de Alonso Quesada, que se estrenó en el Teatro Circo del Puerto de La Luz y de Las Palmas de Gran Canaria, organizada por la Sociedad Primero de Mayo. Aquel fue un año en el que su labor pictórica experimentó un estancamiento pero, según Montesdeoca, "se puede rastrear un cierto número de obras inspiradas en los modelos de majas, en las que se aprecian los estilemas propios de un art déco de cierto aire castizo".

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