Pascal Rabeté alcanzó fama internacional tras su sensacional adaptación de la novela Ibicus de Tolstói en la que, con un estilo expresionista y desasosegante, narraba la odisea de un personaje grotesco que utiliza la Revolución rusa para lograr sus objetivos de fama, poder y dinero. En los últimos años, el francés se ha centrado sólo en su faceta de guionista como en la reciente Revienta, cerdo pero aun así sigue describiendo perfectamente a todo tipo de personajes de lo más siniestros y psicóticos. Aquí el dibujo corre a cargo de Sébastien Gnaedig, un autor de estilo plano y frío ideal para esta historia que narra la revancha de un apacible carnicero contra su mujer infiel y su amante, que era también su mejor amigo. Rabaté describe toda una galería de personajes truculentos y dramáticamente reales que viven del trapicheo y de subsidios gubernamentales.
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