Ayoze García González

Verdaderamente difícil resumir lo ocurrido en las dos primeras jornadas del Festivalito de La Palma (viernes y sábado), pero vamos a intentarlo.

Viernes, tarde y noche

Tras aterrizar por la tarde en el aeropuerto de la isla, nos trasladamos en coche hasta Los Llanos de Aridane, atravesando en el camino el túnel en el que David Pantaleón grabó hace unos años planos de su mítico corto 'Perro rojo'.

Breve paso por el hotel, y llegamos al Museo Arqueológico Benahoarita. La gala inaugural acaba de empezar.

El hecho de que reciban la Estrella Polar, galardón honorífico del Festivalito, un experto en meditación como el tailandés Dhiravamsa y un iconoclasta de la talla de Lloyd Kaufman atestigua la doble vertiente que este festival lleva cultivando desde el año pasado: espiritualidad y cine arriesgado.

Y poca gente sabe más de cine extremo que Lloyd Kaufman. El cofundador de los estudios Troma se erige en seguida en el elemento más espectacular de la velada, por encima del astronauta armado con una pistola intergaláctica que suelta copiosas serpentinas, y por encima también del propio Vengador Tóxico, el antihéroe que sirve de imagen de marca a Troma y que con su fregona y su eterno tutú (sabrán por qué lo lleva quienes hayan visto la primera parte de la saga, que por cierto se proyecta dentro de la programación del Festivalito) se pasea entre el público despertando más risas que gritos de horror.

Por su parte, Kaufman sube al escenario grabándose a sí mismo con una cámara de mano, que se le acaba cayendo al suelo sin mayores consecuencias. Y entre bromas y una entrega de "Tromas diplomas" (porque el cofundador del estudio homenajeado con la Estrella Polar no puede evitar devolver el favor premiando a su vez a la organización del Festivalito), destaca el carácter "idealista" del festival palmero, y elogia que uno de sus objetivos sea "hacer del mundo un lugar mejor".

La lectura del lema de la sección de rodajes express La Palma Rueda es el punto del orden del día que genera una mayor expectación entre los congregados en este museo de Los Llanos de Aridane, municipio que varios años después vuelve a acoger el Festivalito en su undécima edicición. Y no lo pone fácil la organización: "O inventamos o erramos" es la consigna a la que tendremos que ceñirnos los participantes de La Palma Rueda a la hora de idear y completar sus cortometrajes en los próximos días.

Una vez terminada la gala, toca saludar a viejos y nuevos conocidos del festival, incluyendo a la delegacíón de Troma, que además del matrimonio Kaufman incluye al cineasta palmero Josafat Concepción y a la joven directora Dylan Greenberg, cuya película 'Dark Prism' podrá verse el domingo. Bastante curiosidad tengo.

La velada concluye en la Plaza de España con una sesión de DJs. Al ritmo del rockabilly y otros estilos añejos se reclaman las primeras colaboraciones a actores y técnicos y se discuten las sutilezas del lema de La Palma Rueda: "Al inventar acertamos, y al no inventar, erramos". Y más aún: "Hemos de inventar, puesto que al inventar se puede errar o acertar, pero al menos tendremos posibilidades de éxito". Claro que mejor será no incluir esos razonamientos en un guión...

Finalmente nos retiramos, con un propósito en mente, transmitido por el presentador de la gala inaugural, Juanjo Neris: "Este año, terminen el corto a tiempo". Se intentará.

Sábado, mañana

Leo la nota de prensa enviada por el Festivalito y me entero de que el lema es una cita del filósofo venezolano Simón Rodríguez, que fuera mentor de Simón Bolívar. En principio no ayuda mucho saberlo, pero sí aporta contexto.

A las 11.00 horas, primer encuentro de los participantes de La Palma Rueda. Momento de presentaciones, nervios y risas, después de conocer las normas de este año: el cambio más llamativo es que la duración máxima de los cortos se reduce de cinco a cuatro minutos. Se reparten pulseras para identificar a técnicos, actores y directores.

Puesto que no se consiguió el objetivo fijado en la campaña de crowdfunding, el proyecto de la película colaborativa 'Alienígenas sin piedad', que iba a rodarse durante el Festivalito bajo la coordinación de Lloyd Kaufman, había quedado aparcado en sus planteamientos iniciales más ambiciosos, pero se intentará llevar a cabo de todas formas, a la manera de bajo coste que ya prevalece en La Palma Rueda. Convocatoria: el martes por la tarde, todos de negro para rodar una escena con Lloyd Kaufman como actor, y a partir de ahí, quién sabe.

Sábado, tarde

Toca excursión al refugio de El Pilar, en El Paso. Bastantes directores, da la impresión de que muchos más que el año pasado a estas alturas, tienen clara ya su idea para hacer un corto. Este sábado comienzan los primeros rodajes.

Sábado, noche

La estética y el merchandising de Troma se adueñan de los Multicines Millenium. "Nunca pensé que vería un cartel de Toxie en Los Llanos", comenta un señor, refiriéndose al Vengador Tóxico con el diminutivo cariñoso que suelen utilizar sus fans. A la venta, desde chapas del entrañable Sargento Kabukiman y DVDs de 'Tromeo And Juliet' hasta la edición en castellano del libro 'Todo lo que siempre quise saber de cine lo aprendí de El Vengador Tóxico', coescrito por Lloyd Kaufman y James Gunn. Sí, el director de la superproducción 'Guardianes de la galaxia', que por algo antes de eso fue guionista de Troma.

Con algo de retraso empieza la masterclass de Kaufman, marcada por una serie de problemas técnicos, pero igualmente jugosa. Para empezar, el cofundador de Troma es muy consciente de que la fuerza de un estudio independiente y tan longevo como el suyo radica en el entusiasmo de sus fans. Y no tiene problema en defender que, por muy personal que sea una película (y suya es la frase: "El cine debería reflejar el alma de su creador"), incluir elementos comerciales nunca está de más, tales como "monstruos, pistolas y hombres desnudos".

Josafat Concepción lidia con las dificultades técnicas a la hora de proyectar los vídeos que ilustran los conceptos de la masterclass y ejerce de traductor ocasional. Dylan Greenberg confiesa que "trabajando en Troma nunca me aburro". Aprendemos el secreto de los efectos especiales que permiten rodar por dos duros aplastamientos de cabezas (hace falta un melón) y las más espectaculares explosiones.

Y una vez conocida la teoría, vamos con la práctica. Hacia las 22.20 empieza la proyección de 'El Vengador Tóxico', la película que afianzó el peculiar estilo de los estudios Troma y presentó al mundo a su (anti)héroe más carismático.

Ya había visto la primera entrega de la saga de Toxie, pero no en un cine rodeado de gente que ríe de incredulidad o murmura cosas como "¡por favor!" ante la visión de unas manos sumergidas en aceite hirviendo. Yo mismo me río en los momentos de mayor y más absurda violencia, lo confieso. 'El Vengador Tóxico' es y será siempre cine basura, cierto, pero un ejemplar de cine basura influyente, ágil y con destellos de inteligencia.

Por si todo esto fuera poco, vamos a una discoteca cercana a hacer de extras para un corto de Manuel Pereda, actor y veterano del Festivalito que se ha animado a dirigir en esta edición de La Palma Rueda. Entre baile y baile, recuerdo una conversación unas horas antes con otro director, sobre si el cine debe ser un medio o un fin en sí mismo. Y de repente, el lema "O inventamos o erramos" cobra sentido en mi cabeza y surge el principio de una idea.