Luis Miguel de Dios (Guarrate, Zamora, 1954) es periodista de recorrido sazonado por el buen hacer desde la condición de reportero y redactor hasta las responsabilidades de dirección. Un periodista al que le gusta la calle más que las ruedas de prensa, buscar la información más que, como sucede ahora, se la den mascada. Y dispone de buen sentido y criterio para reflexionar sobre lo que acontece, para elaborar artículos lustrosos y documentados.
Comenzó desde muy joven en El Norte de Castilla, para bregar después también en la Ser, en Radiocadena y Radio Nacional, y siempre joven, ser director de RTVE en Castilla y León en los tiempos en que había que 'inventar' cómo echar a andar a esa emisora. También ha dirigido Radio Nacional en Castilla y León y fue subdirector nacional de deporte de TVE. Le correspondió, como director, poner en marcha la edición de El Mundo de Castilla y León. Durante muchos años fue el primer corresponsal de El País en Valladolid, y ha cubierto una amplia relación de misiones informativas por diferentes países.
Colaboraciones
Ha sido el primer Premio Francisco de Cossío a la trayectoria profesional. Ha colaborado en amplio número de periódicos con sus artículos, y aún mantiene algunas de esas colaboraciones. En varios libros colectivos se encuentran sus aportaciones sobre materias relacionadas con la profesión periodística o en torno al ámbito castellano-leonés, del que está señalado como gran conocedor.
Nacido en casa labradora, es conocido por su temple dialogante, hombre templado y siempre dispuesto a intermediar, por su generosidad y capacidad de trabajo. Pero, también, como un profesional que no baja la guardia, que siempre se ha mostrado comprometido y abiertamente alineado en favor de la libertad y la justicia, como ha plasmado a través de su pluma tersa e irónica, mojada en tintero bien documentado y fundamentada en razones y razonamientos. Cuando Miguel Delibes, en un artículo de 1985, calificó al padre de Luis Miguel de Dios como "hombre inteligente y afable", se puede pensar que también reflejaba hijo, aunque Luis Miguel de Dios sea temible para muchos políticos y sabandijas varias.
