La vida y la cultura se funden en la figura de Pino Ojeda (Teror, 1916 - Las Palmas de Gran Canaria, 2002), creadora infatigable que proyectó sus anhelos en versos con alas y en pinturas informalistas, y que, además, transmutó su búsqueda en la de todos al erigirse en dinamizadora cultural en el escenario yermo de los años de posguerra en Canarias. Y siendo, además, mujer, viuda y madre en la sombra opresiva del franquismo.

Pino Ojeda, poeta, novelista, pintora, editora, librera, galerista y agente cultural, protagoniza el Día de las Letras Canarias 2018, que distingue, en palabras de Fernando Clavijo, presidente del Gobierno de Canarias, "una trayectoria artística sobresaliente" y "una emprendedora de la cultura", que "cumplió su sueño, incluso cuando la vida no se lo puso fácil".

Así lo manifestó ayer en el acto institucional en homenaje a Pino Ojeda, que contó con la presencia de los familiares de la artista y con una nutrida representación del Ejecutivo autonómico, Cabildo de Gran Canaria y Ayuntamiento capitalino. También arroparon el encuentro alrededor de 120 alumnos del IES José Zerpa y el IES Poeta Tomás Morales, que recitaron algunos poemas de la homenajeada, así como los músicos Carmen Agredano y Ner Suárez, que interpretaron en directo la canción Como los vientos, inspirada en la poética de Pino Ojeda.

Las distintas aproximaciones compartidas al abrigo de esta efeméride coincidieron en la condición de pionera y excepcional que describe a la autora de Dejadme con mis alas / que a nadie le hago sombra. El objetivo es reivindicar a una artista que en el medio siglo derribó las barreras domésticas que confinaban a la mujer, no sólo a golpe de verso y de pincel, sino abriendo puertas a la difusión del arte con sus propias llaves.

Tras el dolor de la pérdida de su marido en la guerra civil española, Pino Ojeda invirtió sus ahorros en la fundación de la revista Alisio. Hojas de poesía, en 1952, donde publicaron sus versos poetas insignes como Vicente Aleixandre, Gerardo Diego, Carmen Conde o Pedro Salinas, que compartieron página con coetáneos canarios como Juan Ismael, Ventura Doreste, Chona Madera o Pedro Lezcano. Estos últimos frecuentaron las tertulias literarias que celebró la artista en su casa entre acordes y acuerdos, que intercaló con sus viajes a solas por el continente europeo.

En la capital grancanaria inauguró su propia librería y su propia galería de arte, pero sus obras cruzaron fronteras y se exhibieron en galerías en Estados Unidos, Suiza, Suecia, Alemania, Francia e Italia. En paralelo, sus poemarios vieron la luz con el aval de premios diversos: Niebla de sueño (1947), Como fruto en el árbol (1954), Primer Accésit del Premio Adonais, La piedra sobre la colina (1956), Premio Tomás Morales, El alba en la espalda (1987), El salmo del rocío (1993), Primer Premio Mundial de Poesía Mística y, a título póstumo, Árbol del espacio (2007).

Domingo Doreste, nieto de la artista, se refirió a Pino Ojeda como "una mujer adelantada a su tiempo, que superó todas las barreras". "Cuando se casó, su marido le dijo: 'Bueno, Pino, ahora ya nos hemos casado y te toca dedicarte al hogar y a mí'. Y ella se levantó y le dijo: 'Yo pienso seguir haciendo lo que me da la gana'. Ahí se trasluce el carácter de esta mujer, que es la verdadera Pino Ojeda", revela Doreste. "Y a los 85 años, mi abuela seguía diciendo: 'Cuando yo sea mayor, me gustaría ser esto y lo otro'. Y así fue Pino Ojeda hasta el final".

El potencial de su obra "trasciende lo personal y se transforma en universal" pues sus versos "hablan de todas aquellas pulsiones que afectan al ser humano", señala Blanca Hernández, catedrática de Literatura, en la revista divulgativa Te busqué por los sueños, que edita el Gobierno de Canarias en el marco de este homenaje, y que también pergeña una antología poética a cargo de Torremozas, la editorial más importante de España especializada en literatura escrita por mujeres, bajo la dirección de Hernández. Además, la consejería de Educación y Universidades ha trasladado a los centros educativos dos guías didácticas -una para Infantil y Primaria y otra para Secundaria- para estudiar su obra literaria en las aulas.

Con todo, otra ventana al universo de Pino Ojeda es el documental La habitación del fondo, dirigido por Domingo Doreste en homenaje a su abuela y disponible en YouTube. Su nieto declaró ayer que su próximo proyecto es impulsar la Fundación Pino Ojeda, en Teror, para localizar su inmenso -y aún desconocido- legado en un mismo espacio, en su lugar de nacimiento.