La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Joyas del universo perdido

'Tomorrow stories' rescata al Alan Moore más experimental y muestra sus mejores trabajos dentro de la ciencia ficción

Aventura espacial de los personajes de 'First American'. LP / DLP

El trabajo de Alan Moore es tan amplio, multidireccional e interesante que resulta complicado intentar resumir su producción sin dejar fuera títulos siempre interesantes. Un ejemplo es la saga Tomorrow stories que, aunque no suele ser uno de sus títulos más citados, resulta toda una sorpresa para aquellos que conozcan con detalle la producción del genio inglés más allá de The Watchmen, V de Vendetta o From the hell.

Es, en definitiva, el otro Alan Moore, el que aparece en obras tan deliciosas como Tom Strong, Top 10, Capitán Britannia o WildCats. En este caso, y justo después de la indispensable Promethea, el escritor de Northtampton se permitió proseguir con sus homenajes y parodias de los tebeos pulp de los años 40 y 50 pero en clave de humor.

Se trata de seis personajes singulares, pero en los cuales el lector avispado verá referencias a sus trabajos más importantes. Son cuatro aventuras que guardan conexión entre ellas y distribuidas a través de doce capítulos. La obra empieza con Jack B. Quick que cuenta con el dibujo del veterano Kevin Nowlan que se encarga de plasmar las peripecias del tan inteligente como repelente niño protagonista capaz de crear, a través de un calibrador de partículas (¿un homenaje al Mayor Fatal de Moebius, quizás?) todo un universo en el interior de su propio pueblo.

El segundo, Cobweb, está dibujado por Melinda Gebbie, esposa de Alan Moore y coautora del excepcional Lost Girls, con un trabajo espectacular, tan personal como imprevisible, con una proliferación de piruetas gráficas y usando recursos distintos, a veces varios a un mismo tiempo, mezclando estilos de la forma más libre posible. The Cobweb es la serie más experimental de todas ya que mezcla todo tipo de formatos de una forma sin precedentes y parece desligarse del cómic tradicional pervirtiendo sus pautas más reconocibles.

El versátil Jim Baikie se encarga de The First American y su sexy compañera en la serie más cercana a los clásicos de Marvel o DC. La historia es a veces un homenaje encubierto a grandes heroínas espaciales como Barbarella con sus cambios de panorámicas radicales en las que incluso a veces llegan a recordar las retorcidas recreaciones de una especie de Nazario del nuevo underground americano.

Rick Veitch realiza un claro homenaje a Eisner en los relatos policíacos de Greyshirt, con alusiones a un The Spirit algo desencantado y con la proliferación de momentos de auténtico virtuosismo visual. Y, finalmente, la divertida Hilary Barta se encarga de las peripecias de Splah Brannigan, un héroe más bien torpe que se mueve por el mundo del arte gráfico y las editoriales de cómics. Seis historias que amplían un universo fascinante como pocos en este terreno.

Compartir el artículo

stats