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La ortodoxia del anarquista

The Damned, el primer grupo punk de la historia, publica un nuevo trabajo muy elaborado que abarca los diferentes cambios estilísticos de su carrera

The Damned en directo. LP / DLP

Fue, oficialmente, el primer grupo punk de la historia siempre y cuando nos ciñamos al movimiento juvenil acaecido en Londres en el verano de 1977. Y tiene ese honor porque fue el primero en grabar un single, aunque luego le ganaran la partida en cuanto a popularidad los Sex Pistols y los Clash en Inglaterra y Dead Kennedys y Ramones en Estados Unidos. Pero la diferencia con todos ellos es que la banda que lidera Dave Vanian ha mantenido una carrera fiel a sus principios que todavía se mantiene con bastante dignidad. Si la primera época del grupo abarca los siete primeros álbumes. La segunda, surgida tras la reactivación en el año 1995, se ciñe a los cuatro últimos que han sido publicadas muy espaciados en el tiempo, hasta el punto que esta nueva obra que ahora nos llega sale diez años después de la anterior.

Sin embargo, este Evil spirit es todo un autohomenaje al sonido más puro de la banda que picotea por todos los estilos que han ido adoptando a lo largo de su carrera como el punk, el gótico o el softpop. Con los dos principales integrantes de la banda todavía en activo, el propio cantante y el guitarrista Captain Sensible, el grupo ha contado con el trabajo del productor Tony Visconti que busca captar el sonido de sus discos grabados en los setenta. Ya el primer tema , Standing on the edge of tomorrow, tiene el mismo olfato melódico que uno de sus clásicos más apreciados como I just can't be happy today. Le sigue toda una sorpresa del calibre de la detroiniana Devil in disguise que podría situarse sin problemas en su obra maestra Machine gun etiquette. Vuelven a cambiar de registro radicalmente con la sesentera We're so nice con un aire cándido a lo Robyn Hitchcock y que enlaza de forma sutil con la elegante Look left con la que se sumergen por el pop británico de toda la vida, al igual que con la pegadiza Sonar deceit.

Coquetean con el rock duro en la canción que titula el disco, e inyectan de cierta oscuridad a Shadow evocation que, al igual que la melodramática I don't care, conserva el aroma de sus discos más sofisticados como Phantasmagoria o Anything. En la recta final aparece Procrastination que podía haber escrito Sensible en cualquiera de sus discos en solitario. e incluso tienen tiempo para incluir sutiles arreglos de cuerda en Daily liar. El regreso en definitiva de un mito que, desgraciadamente, para grabar nuevamente este disco, ha tenido que financiarlo gracias a una campaña e crowdfunding. El signo de estos lamentables tiempos.

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