El libro Escenas olvidadas es un viaje literario alrededor de la historia de Golpes Bajos, un grupo que en su corta trayectoria marcó distancias en la escena musical en los primeros años 80. Con prólogo de Iván Ferreiro, dice usted que se cubre un vacío editorial y salda una deuda con la historia de la música en España.
La deuda está clara, existía con ellos y con otros grupos españoles por que hay mucha más literatura sobre bandas internacionales que de aquí. Lo de Golpes Bajos viene de antiguo y siempre me dije que si algún día hiciera un libro sobre una banda española, que no me suelen gustar mucho los libros centrados solo en un grupo, sería sobre esa banda. Por gallego, por las canciones que más me tocaron en esos años, cuando tenía entre los 17 y 19 años. Ellos empezaron en septiembre del 82, yo con 17, y hasta que cumplí 20 porque duraron como grupo tres años. Recuerdo cuando leía la revista Rock Especial y ver que el concurso de maquetas lo habían ganado unos gallegos. Fue en ese tiempo cuando Jesús Ordovás comenzó a pinchar la maqueta, y caí que era el German [Coppini] y un tío que no conocía, que era Teo Carldalda, y a los que sumaron los otros dos [Pablo Novoa y Luis García]. Estando en Lugo los sentía bastante cercanos aunque no vivía en la ciudad. Y en aquel momento era el grupo gallego con más repercusión después de Siniestro Total. Habían bandas en Madrid y Barcelona, cosas muy sueltas en otros lugares como Danza Invisible con un primer disco que era muy bueno, los grupos del País Vasco que apuntaban a aquel rock radical, pero en Galicia quizás había pocos pero muy concentrado en un solo sitio que era Vigo, pero de ahí salieron muchos proyectos que incluso siguen a día de hoy. Luis, por ejemplo, sigue tocando con Silvino, que era el que llevaba Aerolineas Federales, y que en su día tenían su grupo. Aerolineas empezó con Teo, y lo que pasa es que estos cuatro y por una serie de circunstancias, fueron los que dieron el pelotazo, junto a Siniestro Total.
¿Golpes Bajos fue el grupo que abanderó la modernidad?
Sí, modernos, pero quizás por lo que hacíá en ese momento. Hay que tener en cuenta que venían del rock progresivo, porque Teo y Pablo habían formado una banda que tenía más que ver con el pasado; y Germán, que llevaba cuatro o cinco años existiendo con el punk, cuando incluso muchos decían que había muerto, pero si es cierto que Golpes Bajos tenía una imagen muy impactante, en lo que trabajaron Germán y Teo. Su sonido no tenía nada que ver con lo que se hacía en aquel momento en España y además, como todo ellos tenían un pasado musical detrás, eran músicos no profesionales, se ganaban el sustento en eso pero no de una forma amplia sino para vivir con lo mínimo. Venían de tocar bastantes años y se les notaba. Quizás ellos y Radio Futura eran los que estaban despegados del resto a otro nivel. Además, absorbían todas las influencias del momento, ellos hablaban del pop británico de entonces, gótico incluso, bandas como The Birthday Party, Orange Juice o Aztec Camera, pero también la influencia de la música negra de los años 60, y con ese batiburrillo creaban una cosa muy novedosa en aquel momento y que impactó. Cuando escuchaba esas canciones no lo relacionaba con nada que se estuviera haciendo.
¿Cuál fue la aportación de Golpes Bajos al curso de la música en España en los años 80?
Pues precisamente eso, unos tipos que se han curtido como músicos de verdad haciendo sonidos que no tenían que ver con Golpes Bajos, pero que luego consiguieron unificar una serie de influencias. Fíjate que la primera canción que hicieron iba a ser una versión de los Who, y no tenía nada que ver con el resultado. Venían de Génesis, de Yes. Ellos se definían como paletos hasta que llegaron a Madrid, y estaban con los ojos y orejas bien abiertas, y pasaron de ser los paletos a ser el emblema de la modernidad en poco tiempo. En Madrid todo el mundo los reverenció: ¡joder, que bien tocan estos tíos y que música más extraña hacen! Su aportación fue aglutinar a todas esas influencias para crear algo nuevo e impactante para la época y que nadie más hacía. Si acaso y por buscar un simil, el primer disco de Danza Invisible se aproximaba quizás a ellos.
¿Se puede concluir que Golpes Bajos y Radio Futura eran las dos propuestas que destacaban por encima del resto en la escena de entonces?
Son ellos los que hablan de Radio Futura en el libro. Cuentan que era la banda a la que miraban más de reojo porque entendían que allí había buenos músicos y estaban a otro nivel, y además y a pesar de que Golpes Bajos se hicieron amigos del resto de las bandas nunca lo fueron de Radio Futura, siempre los miraban con mucha reverencia y respeto, y Radio Futura hacia ellos también. Todo esto se producía porque estaban en distintas oficinas de contratación y en el momento en el que coincidían en un cartel era como si se pegaran las oficinas por estar abierta.
¿Cómo fue el proceso de reunirse con los miembros de Golpes Bajos para recabar sus testimonios, con German Coppini fallecido desde diciembre de 2013, e hilvanar un relato donde ellos son los protagonistas?
Se lo propuse a la editorial y les pareció bien desde el primer momento, y dije que siempre participaran los tres. Si fallaba uno de ellos no hacía el libro. Tenía que ver si todo lo que dejó Germán daba para tener la misma cantidad de texto que los demás. Y creo que al final, Germán está un poco por encima, pero tampoco está mal porque todo el mundo lo reverenciaba quizás un poco más, era una persona mucho más poliédrica que los demás. La idea era hacer la historia oral sin inmiscuirme en ello. Recupero todo el material sobre Germán en prensa, radio y televisión, y quería que su voz estuviera presente en todo el relato, salvo de lo que no hubiera hablado, como es el caso de las canciones de Vivo (1998), que tuve que hablarlo con el resto, y digamos que su discurso es el que marca el de los demás. Tracé un hilo conductor y les dije que yo no iba a aportar nada. Me costó un poquito hablar con Luis, un poco más con Teo, pero estaba Pablo en el medio, que fue, al menos en esta década el único que hablaba con los tres. Todo el mundo si quería algo tenía que hablar con Pablo. No se sentaron juntos, se hizo con separado con los tres. Luis fue el primero que entrevisté, me pareció interesante porque fue el que estuvo más alejado de los focos, y me dije que si no contaba nada, me iba a costas.
Coppini se cansó del discurso de Siniestro Total y dejó el grupo para experimentar y crecer como compositor y cantante. Su horizonte dibujaba canciones como No mires a los ojos de la gente o Malos tiempos para la lírica , que se incluían en el Ep de debut de 1983. Una decisión que no gustó a Julián Hernández, aunque asistiera a los ensayos.
Hay incluso una canción de Golpes Bajos que no se publicó, La talidomida, que es de Julián, y estuvo en los ensayos. Y durante un año estuvo Germán compaginando los dos grupos: primer disco de Siniestro y primero de Golpes Bajos. Si que es cierto que cuando se presentó en La Edad de Oro no habló de Siniestro Total, Paloma Chamorro no le preguntó, y luego tuvo una reunión con Julián en una cafetería, y le dijo que desde ese momento estaba fuera del grupo. Coppini quería presentar canciones a Siniestro Total y no le dejaban. Estaba Julián, también Miguel Costas, y tenía otras inquietudes musicales, y se encontraba limitado. Leía muchísimo y eso no iba con Siniestro. El libro aporta la verdad sobre la salida de Germán de Siniestro, porque nadie en España, fuera de ellos cuatro sabía cuáles eran los motivos. Un libro me puede interesar porque interesa el grupo pero si no hay una historia jugosa detrás, no me interesa. ¿Por qué se separaron? ¿Por qué no se hablaron durante años? Me dan la visión de lo que pasó en 1995, en 1998, y porque no hablaron durante quince años. El grupo dejó 19 canaciones y una intro en tres discos que el más largo dura 30 minutos. Al grabar el último disco empezaron las diferencias de criterio, que quizás no era suficiente para la ruptura, pero Mario Pacheco, de Nuevos Medios, comenzó a ofrecerle a Teo producir a otros grupos como Ketama o Poch, y eso despertó los celos de Germán. Y había otras personas que opinaban sobre el grupo y las carreras por separado de cada uno.
