La exposición Viera y Clavijo. De isla en continente abre sus puertas en la Biblioteca Nacional de España con el objetivo de divulgar y recontextualizar la impronta del polígrafo canario en el territorio nacional. ¿Cuáles son los mimbres principales de esta muestra?
La idea fundamental de este proyecto expositivo era ilustrar las distintas facetas de José Viera y Clavijo, nuestro polígrafo de referencia, que, como tal, desarrolló muchas facetas diversas como historiador, naturalista y autor de importantes tratados de didáctica e, incluso, de astronomía. Por tanto, la muestra recorre todas estas facetas que Viera y Clavijo trabajó y plasmó en sus diferentes obras, pero destacando las partes esenciales y más representativas de esa traducción. Por otra parte, uno de los mimbres fundamentales de la exposición De isla en continente es la dimensión nacional que quisimos otorgar al proyecto, en el sentido de que se trata de una exposición que se celebra en Madrid con la idea de darle a la figura de Viera y Clavijo la difusión que se merece a nivel nacional y que, hasta ahora, no ha sido totalmente reconocida dentro de lo que es el marco de la Ilustración española.
A este respecto, suscribe que este proyecto expositivo contribuye a saldar "una de las deudas históricas con las zonas periféricas". ¿Se planteó desde el inicio proyectar esta muestra en la capital española?
La idea esencial de este proyecto era sacar a Viera y Clavijo de Canarias y traerlo a Madrid para que se le reconociera como figura esencial de la Ilustración española. En este sentido, debemos tener presente esa idea de que Viera y Clavijo es un personaje nacido en la periferia y que, aunque al final volviera a esa periferia, no por eso debe ser desatendido en lo que constituye el marco cultural de la España del siglo XVIII. En este sentido, hay numerosos personajes nacidos en el siglo XVIII en Canarias que gozaron de una importante proyección nacional e internacional, como Agustín de Betancourt, los Iriarte o Antonio Porlier, entre otros, quienes jugaron un papel muy relevante en el contexto nacional, que debe reconocerse y difundirse en todo el territorio español a partir de ese principio de la Ilustración que se basa en el diálogo entre las diferentes culturas y las diferentes regiones.
Precisamente, uno de los vértices de la exposición es destacar el papel esencial de los valores cívicos e histórico-patrimoniales que promovió Viera y Clavijo. ¿Se refiere a esa vocación de diálogo para la cohesión social de las islas y para con el exterior?
Es que ese es uno de los rasgos más destacados de Viera y Clavijo como exponente de la Ilustración española, porque jugó un papel relevante dentro del fenómeno de cohesión de la cultura española, que se basaba en una cultura dialogante que recogía, a su vez, todas las manifestaciones culturales regionales. En el fondo, eso es España: sus distintas regiones y sus distintas culturas. En este sentido, Viera y Clavijo fue un personaje que apostó por el diálogo entre las distintas manifestaciones culturales que existían en España y, a su vez, buscó la proyección hacia fuera. Por esta razón, hablamos de un personaje europeísta, que formó parte de esa pléyade de autores y de personajes que marchó a Madrid e, incluso, recorrió Europa, bajo esa idea de impulso y de difusión de nuestra propia cultura.
Dice que la figura de Viera y Clavijo no ha sido totalmente reconocida en el territorio nacional. ¿Considera que lo ha sido a nivel regional?
Viera y Clavijo es un personaje muy querido y apreciado en Canarias, porque se trata de una figura cohesionadora que vivió por y para todos los canarios. Por tanto, su referencia es indiscutible en cuanto a que representa un hito de nuestra cultura, en los ámbitos de las ciencias y de las letras canarias. Y eso, hoy por hoy, nadie lo discute. Sin embargo, este referente significa que se trata, al mismo tiempo, de un baluarte que también podemos -y debemos- exportar, porque forma parte de nuestra visión cultural, que merece proyectarse hacia fuera. Pero es que, además, lo merece porque también vivió en una época muy enfocada hacia el cosmopolitismo y se imbuyó de eso. Viera era un europeísta convencido que contemplaba una visión más aperturista de Canarias y del mundo. En este sentido, Viera y Clavijo no defendió un patrimonio canario excluyente, sino un patrimonio puente, en el sentido de que lo que pretendía es que nuestra cultura se incorporase a un marco cultural más amplio en ese contexto de diálogo intercultural de alcance nacional, y también internacional. Y ese es el valor que le queremos dar: no un patrimonio excluyente, sino un patrimonio puente, incluso, intercontinental, partiendo de las islas como un lugar de paso. Por eso, quisimos titular la exposición De isla en continente, porque Viera y Clavijo salió de una isla; recorrió el continente europeo y regresó cargado de grandes conocimientos para convertirse otra vez en isla, con todo el bagaje cultural que había adquirido durante sus viajes. En este sentido, esta es quizás una de las razones por las que más queremos y admiramos a Viera: por ese espíritu de generosidad en cuanto a lo que es la transmisión de conocimiento a sus paisanos.
Junto a la exposición en la Biblioteca Nacional, ha desplegado un programa de acciones culturales paralelas en Madrid que gravitan sobre distintas disciplinas, como la música, el teatro o la gastronomía. ¿Una forma de acceder al gran público?
Absolutamente; aparte de la exposición, nos pareció interesante desplegar una serie de actividades paralelas para que este proyecto de difusión no se quedara simplemente en una exposición y se adentrara, además, en otras áreas. Lo importante era buscar esas otras dimensiones para que la figura de Viera y Clavijo llegara a diferentes sectores sociales, tanto a niños como a mayores, así como a inquietudes diferentes. Finalmente, hemos propuesto una serie de actuaciones de distintas temáticas que se van a desarrollar en Madrid durante el período de apertura de la exposición, y que culminan con la presentación de las obras completas de Viera y Clavijo, el 23 de abril, en la Real Sociedad Económica Matritense del País.
Esta exposición ha contado con el apoyo de numerosas instituciones públicas y privadas, tanto regionales como estatales. ¿Puede concretar en qué se han materializado estos apoyos y cuáles han sido los retos a los que se ha enfrentado para sacar adelante este proyecto?
Este proyecto ha sido costoso, sobre todo, porque la producción de Viera es muy amplia y está muy dispersa, en el sentido de que sus obras originales se encuentran en diferentes archivos y lugares. Sin embargo, hemos tenido la colaboración entusiasta de todas las instituciones para que esto saliera adelante, porque valoraron que se trataba de un proyecto muy interesante que, sobre todo, permitía exportar la cultura canaria fuera de nuestras fronteras para darle el valor que verdaderamente merece. En este sentido, he tenido muchas colaboraciones en lo que respecta a los préstamos de las obras relacionadas con Viera y Clavijo, con el impulso de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria y una importante partida económica del Gobierno de Canarias. El trabajo ha sido arduo, porque organizar una exposición de este calado conlleva muchísimo trabajo, pero he tenido mucha suerte en ese sentido por esa predisposición total para que saliera adelante.
Tras su paso por Madrid, ¿plantea regresar con este proyecto a Canarias o, por el contrario, cruzar la frontera al escenario internacional?
Este último paso es el que me interesa porque, sin duda, es el que merece esta exposición. Además, la posibilidad de poder exportar este proyecto a otros países casa a la perfección con la proyección internacional del propio Viera y Clavijo, que fue un gran viajero y recorrió muchos países europeos, como Francia, Italia o Austria, en los que tanto aprendió y sobre los que escribió. Además, me siento muy orgulloso de que un referente canario hiciera entonces ese recorrido. Por tanto, a mí me gustaría mucho que este proyecto no se quedara sólo en Madrid, sino darle esa proyección tanto en las islas como en el extranjero, porque su impronta lo merece.
