¡Y treinta años después sigue vivo!

El futuro de la Cultura (y por tanto de este Suplemento) se presenta enriquecido por miles de matices

¡Y treinta años después sigue vivo!

Javier Durán

20·12·19 | 19:52

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Antes, por decir una medida, no resultaba extraña la eterna o extrema duración de objetos e ideas, pero el siglo XXI ha puesto contra la pared de la extinción lo que parecía inmutable. Por ello, causa una sensación de perplejidad y vértigo que el trepidante derrumbe de lo siempre etiquetado como obvio no se haya llevado por delante este Suplemento de Cultura, quizás una trinchera frente a la homogeneidad contra la que advirtió Orwell y que Kafka perfiló a través de sus personajes dirigidos por un Ser elevado. Nacimos el 26 de enero de 1989, con una entrevista en portada de Zimerman por Guillermo García-Alcalde, procreador de la gestación del cuadernillo; con Diego Talavera en la gestión de las páginas y el derroche de argumentos para la ilusión, y Julio Rodríguez a cargo del diseño. ¡Y treinta años después sigue vivo!

Para una bien comedida vanidad personal, en el repaso obligado de la hemeroteca, veo en el segundo número un monográfico dedicado a los cincuenta años de la muerte de Agustín Espinosa, ilustrada con el retrato que le hizo en 1979 César Manrique, precisamente el mismo que ha utilizado ahora Siruela para su emblemática edición de Crimen. Hemos sido pioneros en el rescate de nombres que quedaron suspendidos en el tiempo de la posguerra, pero también crecimos con la explosión cultural que se tejió en Canarias a partir de los ochenta autonómicos. Albert Camus, escritor, también periodista y director de periódicos, amaba la trastienda de los rotativos, los secretos que bullían tras las máquinas tipográficas y sus tipógrafos, los cambios de última hora, las largas madrugadas, las copas y las cenas a destiempo. Hace treinta años aún quedaba mucho de este espíritu camusiano, un entusiasmo que no debería decaer -al menos en lo que sea bueno para la salud- porque da cuenta de la intensidad que hay detrás del oficio asombroso.

¿Qué va a ser de nosotros? Aunque la pregunta derrame cierto dramatismo, el futuro de la Cultura (y por tanto de este Suplemento) se presenta enriquecido por miles de matices que son, a fin de cuentas, el espejo del tiempo que nos ha tocado vivir, un cambio de era que afecta a los cimientos de todo lo que se daba por seguro. Lo único estable es que el apasionante escenario que ya tenemos encima -o sea, el futuro ya está aquí- tendrá que ser contado, y esperamos poderlo hacer durante otros treinta años, aunque suene desorbitado.

Post: Reproducimos aquí (con puntos suspensivos al final) los nombres de las firmas de todos los ámbitos de la creación y de la investigación que han estado con el Cultura a lo largo de estos 30 años, con la aportación de sus conocimientos, la confrontación y los contenido críticos.