La Provincia - Diario de Las Palmas

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El circo ambulante de Fellini

Un recorrido por los intérpretes que dieron vida a la cinematografía del director italiano con motivo de la celebración del centenario de su nacimiento

Marcello Mastroianni y Anita Ekberg en 'La dolce vita'. LP

Nos encontramos en el año del centenario del nacimiento de Federico Fellini (Rimini, 1920). Qué menos, para celebrar este acontecimiento, que hacer un sencillo recordatorio a sus protagonistas, que sin ellos la estrategia fílmica de Fellini se quedaría coja.

Hay que iniciar esta relación con su esposa, musa y principal actriz de varias de sus grandes películas que le dieron fama mundial. Claro está, que me refiero a Giulietta Masina. Nació en San Giorgio del Piano ( Emilia Romagna) en febrero de 1921. Fallece en Roma en marzo de 1994 Era hija de un profesor de música y una maestra. En 1943 se inicia en el mundo del espectáculo con obras muy populares, entre ellas seriales radiofónicos donde conoció a Fellini, guionista de estos seriales. Se casa en octubre de 1943. En 1945 nace su único hijo que muere después de un mes de vida. Después de la II Guerra Mundial, en 1945 reinicia su actividad teatral, donde conoció a Marcello Mastroianni. En 1951 abandona definitivamente el teatro.

Su primer trabajo al lado de su marido fue Luces de variedades ( Luci del varietá, 1950) codirigida por Fellini y Alberto Lattuada. El tono agridulce, personajes marginales, itinerantes y aliñada con música y canciones lleva, claramente, la firma de Fellini. El contenido de la película se basa en un ambulante teatro de variedades. El dueño de esta compañía y actor protagonista y director del vodevil, está encarnado por el muy popular cómico Pepino de Filippo. La película fue un fracaso comercial y de crítica. Ella interpreta a Melina novia de Pepino de Filippo. Es el centro moral de la película. Con este papel, anuncia su perfil dramático que le hará esencial en la futura revolución fílmica de su marido.

En 1952 trabaja en el Jeque Blanco (Lo sceicco bianco). La primera totalmente dirigida por Fellini. Su papel lleva el premonitorio nombre de Cabiria. No es un papel protagonista. Es la prostituta, alegre y confiada que consuela al personaje que interpreta Leopoldo Trieste un marido desencantado, por la ausencia de su esposa.

La Strada, cuenta la historia de Gelsomina que es vendida por su madre al bruto Zampanó (Anthony Quinn). Pese a todo ello Gelsomina aprende las artes circenses. En un circo conoce un acróbata (Richard Basehart) llamado "El loco", que le revela otra manera de vivir más libre. Zampanó lo mata. Zampanó entra en prisión. Al salir Gelsomina ha muerto. Y, él se da cuenta que la amaba. Esta película marca para siempre la consagración cinematográfica de la pareja. La Strada consigue el Óscar a mejor film extranjero. Guilietta Masina es una mujer inocente, asexuada, con cara de tristeza y gran sentimiento de infelicidad que, sin embargo, crea a su alrededor un mundo de serenidad y fuerza interior que hace de ella una heroína. Los andares tragicómicos de la dulce Gelsomina, están adornados con la música de Nino Rota, que se hizo muy popular. Él fue el acompañante sonoro de Fellini en todos sus grandes éxitos.

En Almas sin conciencia narra las evoluciones de una banda de estafadores que sin piedad abusan de sus víctimas. Este grupo está dirigido por Augusto, interpretado por Broderick Crawford, que acabará abrumado por la mala conciencia, a causa de sus desmanes que él ha inducido y ordenado. Sus compañeros de desmanes son Richard Basehart como Picasso y Franco Fabrizi como Roberto. Giulietta Masina hace un papel no muy largo como esposa de Picasso. Masina sirve de contrapunto a las actuaciones de los protagonistas, haciendo un papel muy comedido y austero lejos de su interpretación en La strada. Esta película está considerada como una de las peores de su director, aunque Fellini siempre la defiende.

En 1957 Masina rueda Las noches de Cabiria ( Le notte di Cabiria). El personaje es una prolongación de su figura de prostituta en El jeque blanco. Es, sin duda, la mejor representación como actriz de Masina. Ella abarca toda la película. Fellini le hace un traje a su medida que permanece atrapada en la cinta como la única persona capaz de engrandecer su visión de símbolo de pureza, inocencia y amor. El rostro y su cuerpo respira por todos los poros autenticidad (incluso en la compleja devoción religiosa de Cabiria). Gracias a su actuación convierte Las noches de Cabiria en una película mágica. Le acompaña, en el rol de marido que la engaña, el actor francés Francois Périer. También figura en el reparto Amadeo Nazzari, uno de los galanes más populares del cine italiano. Las noches de Cabiria consiguió el segundo de los 5 Óscars de Fellini. Masina no olvida que siempre será esa chica infeliz y sonriente, rodeada de brutos, embaucadores y personas de mal vivir.

Después de 8 años en 1965, Fellini propone a su esposa un nuevo y distinto rol. Se lo dedica a ella y titula la película como Giulietta de los espiritus (Giulietta degli spiriti).Después de fuertes discusiones ella le convenció como debía ser su papel. Para Fellini es su complemento femenino. La actriz representa una mujer burguesa de clase alta, que en su angustia recurre a un psiquiatra con la ayuda de una vecina, Sandra Milo,Guilietta cae en el espiritismo y el misticismo. Todo ello encadenado con sueños y pesadillas (Fellini estaba fascinado por el psicoanálisis jungiano). Destacar la presencia del aristócrata y actor español José de Vilallonga. Es la primera película en color del realizador. El anterior rostro en blanco y negro de Guilietta Masina reluce en esta nueva imagen mostrando sin pudor sus incipientes arrugas. Es una vez más una actuación soberbia e insuperable.

21 años después, en 1986, la actriz va a rodar la que va ser su última película con su marido: Ginger and Fred. Ella tenía 65 años y Fellini 66 años. Es una historia, aparentemente sencilla. Una pareja de baile, conocida en su tiempo como Ginger and Fred, en homenaje a la famosa pareja, son invitados a un programa de televisión. Hace años que no actúan juntos. Ellos se odian. El compañero masculino es Marcello Mastroianni. Aunque parezca sorprendente es la primera y única vez que ambos trabajan juntos frente a las cámaras de Fellini. Franco Fabrizzi es el conductor del programa. En realidad bajo la apariencia del conflicto que existe en la anciana pareja, Fellini hace una muy dura sátira social sobre el mundo de la televisión. Es una premonición sobre los programas basuras que imperan en la actual televisión bajo el modelo berlusconiano. Giulietta se despide de la gran pantalla con una interpretación acorde a su edad, pero que ella hace olvidar, plena de energía e ironía. En todos los filmes de Fellini Giulietta, Masina confirma sin paliativos su capacidad adaptativa a cualquier papel. Es, sin el tronío de otras estrellas mediáticas, una reina del celuloide.

Marcello Mastroianni, alter ego de Fellini (que siempre el negó). Nace en 1924 en Fontana Liri, a 90 km de Roma. Hijo de Ida Torolle y de Ottorino. Tuvo un hermano, Ruggero, un aplaudido montador de cine, tanto de películas de Fellini como de otros directores y en varias de ellas junto a su hermano. En 1933 sus padres se mudaron a Roma. En su etapa educativa, en secundaria, trabajó en obras teatrales de aficionados. En 1943 se trasladó a Florencia, sin abandonar el teatro. El 3 de septiembre Alemania ocupa todo el país. Huyendo de los nazis, se refugia,con un amigo, en Venecia y hasta el final de la guerra pasó mucha hambre. En 1947 vuelve a Roma y reinició su trabajo en teatro donde conoció a Giulietta Masina y a su marido, Federico Fellini, fraguando una férrea amistad. Ese mismo año rueda su primera película I Miserabili ( Los miserables) Ricardo Freda. Fue Visconti el que descubrió su enorme talento interpretativo, dándole el papel protagonista en Las noches blancas ( Le notti bianca, 1957) inspirado un un relato de Dostoiesky. A partir de este lanzamiento inició su larga marcha hacia el estrellato. Desde este momento hubo escasos directores italianos de valía que no contaran con él en sus cintas.

Hasta 1960 Fellini nunca se había animado a contar con él. En ese año rueda la película definitiva de la consagración mundial del actor: La dolce vita. Este film pone punto y final a su etapa neorrealista, con una mayor radicalidad en su concepción de la narración fílmica. Y para esto cuenta con Mastroianni. Como Guilietta Masina lo fue para la anterior etapa. Su creatividad explota como una galaxia. El personaje de Mastroianni lleva su mismo nombre, Marcello. Es un periodista de la noche que recorre la Via Veneto. Tropieza con Sylvia (Anita Ekberg) una estrella de la pantalla que destaca por su escultural cuerpo. Se acaban bañándose en la archifamosa secuencia de la Fontana de Trevi. El neorrealismo se ha difuminado en una atmósfera decadente y meláncolica. Mastroianni es el vehículo ideal que refleja el pensamiento del cineasta, con una mirada desencantada y amable. El actor se convierte en el modelo de virilidad y de belleza muy masculina.

"A ... Marcello es el único con el que puedo permitirme aún ciertos juegos fantástico, cierta fantasías de pipiolo; la nuestra es una amistad de estudiantes de bachillerato, pero teñida de un respeto recíproco?. siempre queda un tipo completamente reposado". Declaraciones de Fellini a la periodista Camilla Cederna, antes del rodaje de Ocho y medio ( Otto e mezo, 1963)

Un director de cine, Guido, con una crisis absoluta se refugia en un balneario. En esta casa de reposo hace un balance de su vida. Todo está sólo en la cabeza de Guido. Guido está atribulado por la influencia de tres mujeres: su sagaz cónyuge, Luisa (Anouk Aimée), su vulgar y carnal amante, Carla (Sandra Milo) y el hermoso espectro, de una mujer vestida de blanco, Claudia (Claudia Cardinale). Tres actrices con una demostración de talento singular que transmiten una unidad interpretativa muy felliniana que unido a la magistral interpretación de Marcello Mastroiani, no hubiera sido posible Ocho y medio. Hoy las tres actrices gozan todavía de la vida.

Dos filmaciones posteriores de Fellini: Roma (1972) y Entrevista (1987) Mastroianni se presenta como él mismo. Roma es un falso documental, autobiográfico del maestro de Rimini. Mezcla de fantasía y realidad, sobre la ciudad eterna. También en persona, aparecen: Alberto Sordi, Gore Vidal y el reencuentro con Anna Magnani en su última aparición en la gran pantalla.

La ciudad de las mujeres ( La cittá de la donne, 1980) .Es una filmación donde se nota una cierta decadencia estilística. Sigue insistiendo en sus manías psicoanaliticas. Es una farsa sobre el machismo en el personaje de Snaporaz, un Don Juan sin remedio. Mastroianni no le falla. Fellini se autoparodia al intuir de que el público se canse de esta íntima y perezosa conjunción con el actor, cuando en los créditos se oye una vocecilla: ¡oh no maestro otra vez Mastroianni!.

En Ginger y Fred, un Mastroianni burlón, vago, sarcástico, gamberroide, envejecido,encallecido. Es un anciano que no acaba de asumir su decadencia. Es una despedida festiva de su singular amistad con su reverenciado cineasta; esculpida en los filmes que el autor puso a su disposición.

Alberto Sordi, nace en 1920 (también celebramos su centenario) en Roma y donde fallece en 2003. Soltero sin hijos. Entró muy joven en el cine a través del doblaje y participar en fotonovelas donde trabó una gran amistad con Fellini. Se le reconoce a lo largo y ancho de su carrera como representativo del italiano medio. Un maestro de la comedia. Su fulgurante carrera reúne mas 150 películas como actor. Llegó a rodar en un año 11 películas. Destacó también en su faceta como director, con 19 películas. Fue un hombre polifacético, pues también fue cantante y compositor.

En En El jeque blanco, Sordi clava su personaje tal como lo quería Fellini. Una persona vacía, solitaria y amargada. Sordi aquí demuestra en este cambio emotivo su altura como actor. En Los inútiles (1953), Sordi hace una maravillosa interpretación de un afeminado. Es el más solitario. Su amaneramiento llega a personificar el reverso de la masculinidad. Sordi siempre dijo: "El cine de Fellini no encajaba conmigo. Necesitaba un actor elegante como Marcello Mastroianni"

Franco Fabrizi vino al mundo en 1916 en Cortomaggiore, en la provincia de Piacenza (Emilia Romagna) y fallece en su pueblo natal en 1995, a los 79 años Debutó en la pantalla en 1950 con Crónica de amor ( Crónica d´amore) M. A. Antonioni. Filmó multitud de películas que le dieron una consistencia como un magnífico profesional del cine italiano.

Su primera película con Fellini, Los inútiles mostró la fuerza de su actuación de un solo matiz, de incansable mujeriego. En Almas sin conciencia ( Il bidone, 1955) como miembro de la banda de embaucadores muestra un lado romántico en su afán para ser un cantante de moda. De nuevo lo retuvo en Las Noches de Cabiria (Giorgio) un personaje menor. Su último papel con Fellini fue Ginger y Fred..

En 1976 Fellini estrena Casanova. Con Donald Sutherland como protagonista con una interpretación bárbara. El actor americano-canadiense se apodera de la película en una pasmosa Venecia con una particular versión de Fellini sobre Casanova, en su descenso a los infiernos.

La última y olvidable película de Fellini fue La voz de La luna (La vocce di lune, 1996). Seguramente, su fracaso se debió al poco acierto de la elección de Roberto Benigni, que pone todo su talento al servicio de la historia, sin resultado alguno. El personaje de Ivo (Roberto Beginni) nunca funciona. Este film es su último aliento antes de morir.

En 1969 Fellini rueda Satiricón (Satiricón). Basada en el libro del mismo título de Petronio. Una Roma orgiástica e imperial, neroniana. Una guerra de sexos conforme a todos los gustos.El reparto es muy numeroso. Son los personajes de dos efebos (Hiram Keller y Martin Potter) los que señalan el camino.

En 1973 aborda la película más atractiva de su filmografía, Amarcord Es una recreación burlona pero respetuosa a través de la mirada del adolescente Titta (el joven actor Bruno Zanin). Todos interpretes son excelentes. Ninguno destacable sobre los otros. Citar sólo la descacharrante visita al sublime tío loco y lenguaraz Teo (Cicio Ingrasia). Pero sin lugar a dudas, siempre nos quedará en la memoria los elefantiásicos pechos de la estanquera (María Antonieta Beluzzi).

En 1979 rueda Ensayo de orchestra ( Prova de orchestra) que trata de la rebelión en un ensayo, de los miembros de una orquesta, que se enfrentan a su astuto y despótico director. Es un retablo higiénico de la vida política de la Italia del momento. Es un film muy corto de 72 minutos.

En 1983 realiza Y la nave va ( E la nave va) deslumbrante y fastuosa, enteramente rodada en Cinecittá y ambientada en un navío majestuoso. Es una alegoría irreverente y de añoranza sobre la pérdida sentimental de una clase social que desaparece ante la llegada de la Gran Guerra.

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