La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Perder la cara

Perder la cara

Al parecer, una leyenda del cinematógrafo, Marilyn Monroe sostuvo que podía mostrar su cuerpo desnudo en auditorios masculinos de medio mundo pero que, en ningún caso, ni ante un hombre solo, su rostro jamás se vería desnudo. Gracias a su notable plasticidad, el rostro “se convierte por así decirlo, en el lugar geométrico de la personalidad íntima, en lo que de visible pueda tener” (Simmel). Para vestirlo hay que pintar ese lugar delegado del arte de la representación mediante el maquillaje, que tanto elogiara Baudelaire, porque el rostro pintado, vestido, “no es sino la manifestación de una relación problemática entre la posibilidad de un parecer y un secreto querer ser” (Magli). Se sabe que cosmética viene de cosmos, orden, frente a caos, desorden.

En la cultura griega, la máscara no oculta la cara: es un rostro y el término que lo designa, prosopon, es máscara y rostro a la vez. Y también persona gramatical.

Un rostro puede manifestarse de perfil o frontalmente. La frontalidad puede ser uno de los modos de exposición natural que un estilo dado adopta, mas es modo de presentación especialmente significativo (Gorgona en los vasos griegos…); puede, por ejemplo, significar “la irrupción autoritaria, irreprimible de lo sagrado en la existencia humana” (L.Marin). De frente, el rostro; de perfil, la cabeza. De frente Cristo y, en la última cena, Judas de perfil. Cuando Giotto quiere dibujar el prendimiento de Cristo tras el beso de Judas, sustituye la antigua oposición rostro/perfil por dos perfiles que se interfieren intensamente (Schapiro). En retórica sería un apóstrofe, en el que son hegemónicos el vocativo o el imperativo.

Distancia social, el pavor a contagiarse, ha modificado también el encuentro con los demás. Rostros con mascarilla, ojos con mirada indescifrable, tanto de frente como de perfil, en suma, ciudadanos que han perdido la cara.

Perder la cara es la peor sanción social, es una expresión de vergüenza. Cuando alguien cae de bruces lo primero que hace es ver si le están mirando porque siente vergüenza y no quiere perder la cara. Aún con mascarilla.

Compartir el artículo

stats