La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pablo Alemán: “La poesía es la mejor manera de expresar mis inquietudes”

“Me encantaba, y me encanta, sacarles las entrañas a los versos, aunque no le gusta a todo el mundo”, comenta el ganador del Premio de Poesía Pedro García Cabrera 2020

Pablo Alemán

“Revelador y original”. Estos son dos de los motivos que argumentó el jurado para escoger ‘Este cosmos de raíces’ como el trabajo ganador del Premio de Poesía Pedro García Cabrera de este año. Pablo Alemán Falcón (Arucas, 1980) es licenciado en Filología Hispánica y profesor de Lengua Castellana y Literatura en un centro de Gran Canaria. Su poemario sobresalió entre las más de 80 obras que concurrieron al histórico concurso organizado por la Fundación CajaCanarias. Para el ganador, la poesía se presenta como “una experiencia de escritura, un viaje por la selva a través del lenguaje para encontrarse a sí mismo”.

¿Cómo surgió su amor por las letras? ¿Y por la poesía en concreto?

De pequeño siempre recuerdo estar con los cuentos y los libritos que me compraban mis padres y, siendo mayor, con los cómics. Sin embargo, mi verdadero interés comenzó en el BUP a través de un profesor que impartía literatura de una manera muy diferente a lo que se hacía en esa época. Nos hizo comprender la idea de que la literatura es una manifestación de la vida, brota de ella y se zambulle en ella. Es una idea que todavía llevo conmigo. Con esa motivación, pasé de novelas juveniles por mera obligación a obras clásicas por placer y, de hecho, entré en la universidad tras leer libros como El Quijote o La Regenta. La poesía siempre me ha tocado más que la novela y el teatro. Me encantaba, y me encanta, sacarle las entrañas a los versos, aunque esto no le gusta a todo el mundo. Pero lo que verdaderamente me atraía, y me atrae, era la capacidad de decir y de imaginar tanto con tan pocas palabras. Eso más el leitmotiv de esos textos, el amor no correspondido de Garcilaso, el paso del tiempo de Machado o lo canario en los autores de aquí. La idea de escribir comenzó a tentarme y a ser una consecuencia de todas estas lecturas.

¿Encuentra en este género una mejor forma de expresión de su creatividad?

La poesía es la mejor manera de expresar aquello a dónde se dirige mi mirada y mis inquietudes. Vuelvo a lo de antes: la imagen eternizada por su éxtasis, la sugestión y esa unión de palabras en la que surge algo que puede ser enriquecido en cada lectura y por cada lector es lo que me hace volver a este género en estos momentos.

¿Qué se siente al ser merecedor de un premio con tanta trayectoria y prestigio como el Pedro García Cabrera?

Todavía estoy en shock con la concesión de un premio de estas dimensiones, aunque estoy muy agradecido con la Fundación CajaCanarias y con el jurado al reconocer la labor realizada con el poemario. Y ya no te digo cuando tenga el libro publicado entre mis manos.

¿Sería usted capaz de escoger un poeta favorito?

No tengo un poeta favorito. Creo más bien en ese verso, poema, libro o autor que se presenta casi inconscientemente cuando estoy viviendo un momento importante o un hecho cotidiano. En un momento muy difícil de mi vida, los versos de Miguel Hernández, “Umbrío por la pena casi bruno, porque la pena tizna cuando estalla” se repetían en mi cabeza una vez tras otra. El proverbio Hoy es siempre todavía de Antonio Machado cuando pienso en la amistad o también algunos pasajes del famoso poema Antepasados de Juan Carlos Mestre. Otro ejemplo es el texto Mi casa el mar de Manuel Padorno cuando el sol restaña en la Isla y, para no cansarte, ese poema de Acerina Cruz que describe a ese turista de sol y playa que, aunque pasajero, ocupa nuestras vidas para siempre. Si acaso, tengo fijación con el Siglo de Oro, en concreto con Garcilaso de la Vega, poeta con el que empezó todo esto y cuya obra estudié en mi posgrado. No obstante, incluso así, no creo en eso del poeta preferido.

¿Cuáles son las obras canarias que considera imprescindibles?

Yo no diría imprescindibles, pero sí es cierto que hay obras que son verdaderamente importantes, de esas que la crítica califica de canon, modelos que siempre figuran en cualquier nómina, estudio o antología. También me gusta hablar más de autores. Puedo nombrar a Galdós, Isaac de Vega, Agustín Espinosa, Alonso Quesada, Pedro García Cabrera, Pino Ojeda y un largo etcétera. Para el 2021, el Día de las Letras Canarias se va a centrar en la figura de Natalia Sosa, autora que alcanzará la importancia que se le merece, si no se ha hecho ya a través de trabajos como el de Blanca Hernández Quintana. Quizás el concepto de imprescindible esté dirigido a aquellos libros que son indispensables en la experiencia de lectura –y de escritura– de cada persona. En este sentido, sí comprendo que sean imprescindibles, incluso formando parte de su poética o su manera de entender el mundo.

Este cosmos de raíces no se puede entender si no hablamos de Fernando Nguema y su obra. ¿No es cierto?

El poemario se puede leer e interpretar sin saber quién fue este artista guineano ni tampoco su obra, pero no hay duda de que acercarse a sus esculturas enriquecería enormemente Este cosmos de raíces. Durante la elaboración de los textos, siempre tuve en mi mente los conceptos que trasladaba Nguema a la madera, sus ideas y sus obras, pero también los combiné con aquellas lecturas que demuestran que, en el fondo, hay una cierta confluencia. Es decir, ejes comunes que los impulsan a crear, llamémosle, su mundo. Aprovecho para indicar que sería una buena oportunidad crear una nueva exposición para dar a conocer al artista guineano. Y si se comparte entre las Islas, mucho mejor.

¿Qué le empujó a presentarse a los galardones de CajaCanarias?

Los libros que he podido leer de este certamen son obras que resaltan por una exploración a través de la escritura, una exploración que demuestra conocimientos en el arte de la palabra pero que son incluso capaces de romper con las convenciones o las normas no escritas para alcanzar un trabajo fresco, potente y novedoso. Hablo de poemarios como Mapa del exilio de Coriolano González Montañez, El tiempo de los lémures de Daniel Bernal o ese gran libro que es Qué piensa el león del horizonte de Octavio Pineda. Esto coincide con mi concepción de la poesía, una experiencia de escritura, un viaje por la selva a través del lenguaje para encontrarse a sí mismo, para descubrir otro lenguaje o saber qué.

¿Está trabajando ya en nuevos proyectos?

Tengo en mente algunos proyectos de creación literaria y estoy empezando otros de investigación.

Le dedicó el premio a sus ancestros pero especialmente a su madre. ¿Por qué?

Ya te digo que el poemario va a estar dedicado a mi madre. Los motivos tienen que ver con lo personal, pero también con el trabajo de Nguema. Y es que, al igual que Okoundji, sus mejores esculturas se detienen en los ancestros, en la importancia de la familia.

Compartir el artículo

stats