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Arte

José Luis Rey Vila, dibujante de las guerras, el soldado y los hombres

La Fundación Juan Negrín acoge la exposición retrospectiva ‘SIM. El rostro de la guerra’, sobre la vida y obra del artista gaditano

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La Fundación Juan Negrín presenta "SIM. El rostro de la guerra" José Carlos Guerra

La inauguración de la muestra retrospectiva SIM. El rostro de la guerra, sobre la vida y la obra del dibujante José Luis Rey Vila (Cádiz, 1900- París, 1983), que puso cara a la República y que incluye dibujos, documentos, publicaciones y recortes periodísticos pertenecientes a la Colección Johannes Peter, quedó pospuesta por la Fundación Juan Negrín, que el 3 de febrero celebraba el 129 aniversario del nacimiento del doctor Juan Negrín López, hasta ayer en que el centro abrió sus puertas a los visitantes.

La colección está compuesta por unas 120 piezas y se expone por primera vez en España. Solo ha sido exhibida hasta la fecha durante tres días en Saarbrücken (Alemania). Vila, durante los años 1936 y 1937 puso su arte al servicio de la República en guerra y empleó el seudónimo de SIM. Sus composiciones se plasman en acuarelas de tendencia expresionista, trazo grueso y enérgico, figuras apenas perfiladas en negro o marrón oscuro, amago de algún color (un poco de rojo y azul) diluido en la transparencia del papel vegetal, donde se reflejan, sobre todo, a los soldados de las contiendas vividas por el autor.

Según el comisario Peter, “Vila fue unos de los artistas más conocidos en la primera fase de la Guerra Civil. Por eso hemos llamado el catálogo y la muestra El rostro de la guerra”. Se puede dividir la contemplación de su arte en cinco o seis partes. “En la primera se aprecia su primera obra conocida en su biografía que incluye dibujos de cuando hizo la mili en la Marina en Ferrol. Por eso siempre se ha decantado por pintar a las milicias. En este sentido, realizó también dibujos para un libro sobre la Primera Guerra Mundial”. Ya en los años 20 se marchó a vivir a Barcelona y paralelamente a recibir su educación en arte trabajó para la Revista Ford, con carteles publicitarios de coches.

“En el comienzo de la Guerra Civil, Vila vivía en Barcelona y comenzó a dibujar las luchas callejeras y a darse a conocer”. Estará entre los primeros que realicen carteles para defender la causa de la República. El arte se convierte en un arma de propaganda y desde el 18 de julio del 36, para él, el miliciano es el único héroe. “Era militante del Sindicato de Dibujantes, una suborganización de la UGT. Les ofreció una carpeta de Estampas de la Revolución Española, 19 de julio de 1936, en tres idiomas para los miembros internacionales republicanos que rechazaron y aceptó publicar la CNT. UGT después reconsideró su postura y le encargó una segunda carpeta, 12 estampas de la guerra, ya bajo el nombre de SIM. Son obras de extrema vivacidad en las que define el verdadero rostro de sus posturas ideológicas”.

"SIM ilustró, con gran acierto, el lado republicano de la Guerra Civil", señala Johannes Peter

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En 1937 la Generalitat envía a Vila a París para que colabore con el Pabellón de la República de la Exposición Universal. “Picasso presentaba el Guernica y dejó soslayada la obra de la primera etapa de SIM hasta su muerte al destacar por su internacionalidad y porque un grupo de amigos parisinos influyentes la publicitaron con éxito. SIM acuñó su seudónimo en base al nombre de Simone Weil, escritora francesa judía y militante izquierdista de las Brigadas Internacionales”. Peter lleva ya cinco años trabajando sobre la obra de los artistas del Pabellón Español para rendirles un homenaje. “Se trató del proyecto más prestigioso de la República donde toda la élite de creadores propagandistas presentaban sus ideas”.

“Raramente los dibujos de Vila eran firmados con su pseudónimo. Los que hay son de la Guerra Civil. Empleaba la técnica pictórica gouache, similar a la acuarela que permite dibujar muy rápido”. En 1939 siguió con su obra, justamente tras las batallas. En 1937 ya se quedó en Francia y no regresó a España. El arte de Vila se centrará entonces en el exilio republicano y posteriormente en el París ocupado, con las mismas técnicas expresionistas anteriores. De esta época son los dibujos que retratan columnas de soldados alemanes o vehículos de la Gestapo. “En 1944 los aliados liberaron la capital, lo que el dibujante reflejó”. “Sus temas centrales siempre fueron la guerra y el soldado, el hombre”.

El comisario explica que “tras 10 años hablando de contiendas, por fin el ilustrador, en 1945, realiza un trabajo donde pinta su infancia, su dolor y su fe en Dios en una reflexión de su vida. Retrata, asimismo, sus intensas relaciones con la mujeres intelectuales y fuertes, a pesar de sus tendencias sexuales, que no quedan muy claramente expresadas”. Después, al ser gaditano, retoma su cultura. Hacia 1950 comienza a “reflejar la tauromaquia, el Quijote y el baile andaluz. Pinta también, en esos años, a soldados en la Conquista de América”. “Por un periodo muy corto cambió su estilo a las líneas esenciales, pero luego terminó, en una última etapa, dibujando la lucha de los estudiantes revolucionarios de mayo del 68 en París”.

"Vila empleaba la técnica pictórica 'gouache', similar a la acuarela, con ligereza de trazos"

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Entre los documentos con que cuenta Johannes Peter figura parte de la correspondencia privada de Vila. “Hay curiosidades como, por ejemplo, una invitación del embajador español en París, toda una contradicción que convidara a un enemigo de Franco. Muy importante es que el conde de Casa Rojas, enviado en Rumanía en los años 50 y también franquista, le mandara una misiva muy amistosa. Este aristócrata ayudó a cientos de judíos a escapar de la persecución nazi.“ Parece que, tras la transición, el dibujante mantuvo contactos con el PSOE porque hay correspondencia datada de 1982”. “En mi colección cuento con libros más o menos actuales donde se han incluido sus ilustraciones y con un catálogo de sus sellos”, señala el coleccionista. Destaca que “sus pinturas de la guerra se siguen utilizando hoy en día para portadas de obras históricas”. Peter asegura, pues, que muchos de los dibujos de Rey Vila aún siguen reproduciéndose y que su primera carpeta sobre la revolución en Cataluña todavía es objeto de deseo en el mercado internacional.

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