¿Qué es arquitectura de calidad en una vivienda pública?

Los contratos para la adjudicación de proyectos arquitectónicos deben establecer criterios que busquen la excelencia

Interior de una vivienda social en Bélgica, diseño de Lieven Dejaeghere.

Interior de una vivienda social en Bélgica, diseño de Lieven Dejaeghere. / dulce xerach

Dulce Xerach

Se convocan en España muchos concursos públicos de viviendas sociales que desprecian la arquitectura de calidad (no sabemos por qué) cuando lo correcto, lo necesario, es cumplir la nueva ley de contratos del sector público que sí apuesta por la calidad. De cara a todos los concursos futuros que se van a convocar, especialmente con fondos europeos de recuperación, quizás los abogados, funcionarios públicos, que redactan los pliegos deberían intentar conocer al menos las nociones básicas e importantes de la arquitectura. Lo que es inexplicable es por qué los funcionarios con la titulación de arquitectura, que también participan en la redacción de los pliegos de un concurso de arquitectura, no tienen en cuenta lo que sigue a continuación.

La ley establece que en los contratos de servicios que tengan por objeto prestaciones de carácter intelectual, como los servicios arquitectura, los órganos de contratación tienen que velar (obligatoriamente) por que se establezcan criterios de adjudicación que permitan obtener proyectos y obras de gran calidad, y hablar de gran calidad es lo mismo que destreza intelectual del arquitecto, de búsqueda de la excelencia, y no simplemente aplicar estándares mínimos.

¿Qué es arquitectura  de calidad en  una vivienda pública?

Viviendas sociales en México, diseño de Michan Architecture + Grupo Nodus. / dulce xerach

Además la misma ley establece que en los contratos de contenido intelectual, como son los de arquitectura, los criterios relacionados con la calidad deben representar, al menos, el 51 por ciento de la puntuación total. Pero muchos concursos públicos desprecian lo anterior y se olvidan de la calidad, olvidando también el cumplimiento de la ley, pues todos esos malos concursos son ilegales y están incursos en causa de nulidad.

Por ejemplo, algunos concursos incluyen que aumentar la superficie útil de una casa es un criterio objetivo, matemático, cuando en realidad el tener más superficie útil puede ser de mejor calidad o no, dependiendo de cómo y dónde esa superficie sea dispuesta y para qué. Otros concursos valoran si la fachada tiene más o menos metros lineales, cuando dependiendo de para qué se use y cómo se diseñe esa fachada tendrá calidad o no.

También hay concursos que incluyen, olvidando que la arquitectura necesita sus tiempos de reflexión para tener altura creativa, como un valor, «el tiempo de respuesta», o sea si corres más y envías a cualquiera del equipo, sepa o no lo que se trae entre manos, lo puntúan mejor, cuando en realidad la calidad no está en quién llega antes, sino para qué, y qué cualificación profesional tiene quien llega a resolver un problema en la obra. Más que con la velocidad, la calidad está directamente vinculada a si los que asisten a la obra son buenos arquitectos.

¿Qué es arquitectura  de calidad en  una vivienda pública?

Viviendas sociales en Holanda, diseño de Dick van Gameren architecten. / dulce xerach

Muchos pliegos, esto no solo en arquitectura, sino en muchos contratos públicos de servicios, valoran la experiencia análoga, es decir, la experiencia previa, y por continuar con el ejemplo anterior, al diseñar viviendas la experiencia previa no nos habla en ningún momento de calidad, pues hay arquitectos que han diseñado cientos de viviendas y ninguna de ellas tiene calidad alguna, solo cumplen (y a duras penas) el código técnico, cuando lo que se debe valorar es si esa experiencia ha dado lugar a viviendas, que se conservan bien en el tiempo, que se adaptan, son sostenibles, permiten la ventilación natural, buscan las mejores vistas posibles, tienen una buena acústica, y hacen felices a quienes las habitan.

Por tanto, si nos preguntamos ¿qué es la calidad en arquitectura?, tenemos que contestar que la arquitectura de calidad consiste en diseñar casas que resistan el paso del tiempo, que no tengan goteras a los cinco años de haberse construido, que permitan la entrada de la luz del sol, y que, además, sumen a la ecuación de todo lo anterior la belleza.

Y cuando se trata de viviendas sociales, para las familias más vulnerables, la seguridad y la dignidad de un hogar de buena calidad es mucho más importante que los metros lineales de fachada o la superficie útil.

Dulce Xerach Pérez. Abogada, doctora en Arquitectura. Investigadora de la Universidad Europea

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