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Alicia de la Fuente, fundadora de Editorial Espinas, con el libro más reciente del sello, ’Oremus’, de Eva Canel. | | LP/DLP

Espinas recupera a escritoras silenciadas

El sello publica por fin en España, 106 años después de ser escrita, ‘Oremus’, de Eva Canel

Nació en Asturias. Viajó por el mundo desde muy joven. Vivió en España, Argentina, Cuba, Estados Unidos. Con tan solo 17 años dirigió la revista satírica La Broma. Fundó revistas en diferentes países y colaboró con artículos en numerosas publicaciones de la época. Compró una imprenta. Vivió la guerra de Cuba como secretaria general de la Cruz Roja en aquel país. Escribió ensayo, libros de viajes, teatro y cuatro novelas.

Ninguna de estas obras se ha publicado nunca en España, a pesar de que la más reciente es de 1916. Una de ellas, Oremus, que escribió en 1893 en un breve periodo de tiempo que vivió en Nueva York, es una de las novedades editoriales de esta primavera. Lo publica, por primera vez en España, Editorial Espinas, 106 años después de haber sido escrito.

El caso de Eva Canel (1857 - 1932) no es el único. Son muchas las escritoras silenciadas por el hecho de ser mujeres. El sexo con el que nacieron determinó que sus obras fueran consideradas menores, insuficientes, carentes de interés. Que se pusiera en cuestión su autoría o fuesen descartadas directamente. «Pasaba todo el tiempo. Un caso muy llamativo es el de una autora que ahora es muy reivindicada, Emily Brontë. Cuando escribe Cumbres borrascosas lo publica con seudónimo y tiene un gran reconocimiento, pero cuando se descubrió la autoría real se la empezó a despreciar: que no era decente, que no lo podía haber escrito una mujer… Se buscaron mil excusas para negar su autoría».

Lo cuenta Alicia de la Fuente, una filóloga madrileña nacida en 1990 que se ha propuesto la tarea de rescatar autoras silenciadas al frente de la editorial Espinas, su apuesta personal que ya ha logrado colocar tres libros en el mercado. La idea se materializó a partir de un blog dedicado a autoras (Escritoras en la historia) que comenzó durante el confinamiento, después de constatar que muchos de los libros que quería reseñar eran imposibles de encontrar en España.

«La editorial es una respuesta al silencio, al vacío de autoras, pero también como un grito de acción, porque hay que rescatarlas», explica en una entrevista cerca de su casa, donde de momento está instalado el cuartel general de la editorial. «En la gran mayoría de los casos lo que me estoy encontrando son obras de muchísima calidad, con muchísimas enseñanzas o que aportan elementos novedosos. Son autoras que nos dan puntos de vista diferentes, formas de entender la vida diferentes, y creo que sus voces tienen algo que decir».

Oremus, de Eva Canel, es un libro que cabalga entre el romanticismo y el naturalismo propio del momento histórico que vivió. Cuenta la historia de Cecilia, una mujer nacida en una familia noble del norte de España, y desde ese personaje y sus tramas (la relación entre sus padres, su necesidad o no de casarse, sus relaciones con su confesor y guía espiritual) aborda temas políticos (las guerras carlistas, la monarquía, la nobleza y su relación con la pujante burguesía) y otros como la religión, el divorcio o las relaciones sexuales. Todo desde una prosa ligera, con humor y en 188 páginas. «Es un libro muy cortito, prácticamente te lo puedes leer en un viaje de autobús, no te esperas todo lo que contiene ahí», explica de la Fuente.

Canel nació en Coaña, Asturias, pero quedó huérfana de padre con tan sólo tres años, por lo que la familia decidió instalarse en Madrid. Con 14 años comenzó una carrera como actriz que, tras conocer al que sería su marido, dedicado al periodismo, variaría su rumbo. Casada muy joven, con 17 años y por el exilio forzoso de su marido, se vio dirigiendo una revista satírica. Ahí comenzaría su carrera periodística y como escritora. «A mí me encanta La Regenta», cuenta la editora.

«Y buscando información sobre la literatura en ese periodo histórico, y particularmente sobre el carlismo [las guerras que siguieron a la muerte de Fernando VII entre los partidarios de que heredara la corona su hermano, el infante don Carlos, y el bando de la reina Isabel II, su única hija] me topé con su nombre y me puse a investigar». Un artículo sobre la autora de María del Carmen Barcia Zequiera, doctora en Filosofía y Letras y profesora titular en la Universidad de La Habana, la llevó a la Biblioteca Nacional, al constatar que ninguna de sus novelas estaban publicadas en España. Ahí pudo acceder a los títulos y esto le decidió a publicarlo ella misma a través de Editorial Espinas.

Durante su etapa en Buenos Aires fue la primera en ofrecer un trabajo en su revista a Concha Espina, pero luego se enfadó con ella por denostar aquel trabajo y aquel sueldo y calificarlo como sueldito, a pesar de ser, según Canel, mayor que los que pagaba a otros compañeros. Hizo una furibunda defensa de Emilia Pardo Bazán por no permitírsele su ingreso en la Real Academia de la Legua y constantemente denunció el tratamiento que se le daba a las mujeres en la cultura. «La suya fue una vida de paradojas, porque al mismo tiempo se declaraba antifeminista y defendía públicamente una postura contraria al divorcio, seguramente porque al quedar viuda, tuvo que protegerse», prosigue de la Fuente.

«La mujer de»

Como por algún sitio hay que empezar, la labor de rescate de autoras silenciadas comienza en el siglo XIX, porque, según la editora, es el gran siglo de la novela, pero sobre todo de las mujeres escritoras, porque hay numerosos casos de autoras silenciadas, y porque son obras que, en general, están libres de derechos, y por tanto es más sencillo acceder a su publicación.

El libro de Canel es la tercera publicación de la joven editorial, tras sacar a la luz en España a otras dos autoras del siglo XIX: Blanca sol, de la peruana Mercedes Cabello de Carbonera, y una obra muy reconocida en otros países que aún estaba inédita en España: Dostoievski, mi marido, de Ana Dostoievskaia.

Esta obra, el primer lanzamiento de la editorial, publicada hace unos meses, no solo nos da a conocer otro prisma de la vida del celebrado autor, sino que además permite comprobar cómo una gran pluma quedó aplastada por el peso de ser «la mujer de». «Al eliminar históricamente los referentes para las niñas se le eliminan los anhelos, se les ponen límites. Es una forma de aplastarte. Por eso es tan importante rescatar a las autoras silenciadas». En ese trabajo continúa el sello Espinas.

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