Una tragicomedia «gamberra» y «grotesca» sobre la reina Isabel: el nuevo estreno del Cuyás

«¡Dad comienzo a la misa! La reina va a morirse», dice sobre el escenario una reina Isabel de un metro noventa interpretada por Aitor Galisteo. «La reina Isabel representaba un poder tan grande que representarla sobre el escenario con un hombre nos parecía interesante», explica desde el Teatro Cuyás el actor de la compañía de teatro La Calòrica. Cuando se fundó en 2010, Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel Ifue la primera obra que interpretó este grupo de amigos recién salidos del Institut del Teatre de Barcelona que buscaban y buscan hacer un teatro comprometido y ambicioso «que aborde con humor las problemáticas más serias y donde todos los lenguajes que intervienen en el hecho teatral estén tratados con la misma profundidad», tal y como indica la propia organización. Esta función llega por primera vez a Gran Canaria, donde ofrecerá dos pases los días 27 y 28 de enero a las 19:30 horas en el recinto del Cabildo.

Representar esta obra una década después, con todos los cambios sociales que han venido con los años, ha requerido una labor de repensar, de plantearse si seguir con este «cambio de género» de la reina, de hacerse preguntas como «¿por qué el poder lo tiene que interpretar un hombre de1,90?». Ha habido algunas modificaciones en el diálogo, en la escenografía, pero la esencia es la misma: hablar sobre el hambre de poder y la brevedad de la vida con maquillajes exagerados y a través de un personaje tan universal como la reina Isabel I de Castilla.

«Los temas de la Feísima son universales, es una excusa para hablar del poder», declara Esther López, otra de las actrices de La Calòrica presente en el Cuyás. «Podríamos habernos vestido de traje y corbata y hablar del poder también, pero nos gustaba esto», añade Galisteo. «Poco a poco el público entra en el juego y entiende que es una fiesta», puntualiza Marc Rius, otro de los actores de la compañía teatral.

Junto a los tres actores se encuentra Gonzalo Ubani, director del Cuyás, que celebra que La Calòrica llegue a las Islas por primera vez. «Están de moda. Tienen en marcha 4 montajes ahora mismo. Es momento de empezar a acompañar a cierto tipo de compañías como La Calòrica. Háganme caso y vengan a verlos», declara el director del teatro haciendo alusión al estreno de la coreógrafa María Pagés allá por 2006. «Fue su estreno, no la conocían y no vino mucha gente. Ahora es Premio Princesa de Asturias de las Artes».

El argumento

Después de una vida de triunfos que la convirtieron en la soberana más temida y poderosa de la cristiandad, la reina Isabel I vive sus últimos días sin saber quién la sucederá en el trono. Muchos de sus hijos han muerto y otros están sufriendo injurias de sus parejas, así que solo queda una persona que quizá pueda ser capaz —o no— de ceñirse la corona de Castilla: la de la perturbada princesa Juana. Esta es la base de la que parte la obra con dirección de Israel Solá y dramaturgia de Joan Yago.

«Siempre nos ha dado muy buenas noticias este espectáculo», declara Rius. Aunque el actor y sus compañeros también recuerdan que dependiendo de la idiosincrasia del los habitantes del lugar en el que la interpretan, las reacciones han sido variadas. «En Logroño fue extraño, se respiraba un 'ay, ay, ay...', y luego cuando acabamos estaban contentísimos», relata Esther López. También recuerdan cuando Javier Cámara vio la representación: «A él le pareció fantástico, lo teníamos en primera fila y estaba riéndose lo más grande», recuerda Galisteo.

Además de este espectáculo y de varias piezas cortas y colaboraciones especiales, La Calòrica ha estrenado otros como L'Editto Bulgaro (2012), La Nau dels Bojos (2013), Bluf (2014), Sobre el fenomen de les feines de merda (2015), El Profeta (2016), Fairfly (2017), Els Ocells/Las Aves (2018) o De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda (2021).

Salto a Tenerife

Tras Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I  la compañía volverá en dos meses a pisar las Islas, aunque esta vez lo harán en Tenerife con la obra Fairfly, un espectáculo que trata un tema muy diferente pero igual de contemporáneo que el hambre de poder: «Habla del emprendedurismo, de la burbuja de las start-up», explica Galisteo sobre esta obra que pronto llegará a Adeje y a otros pueblos tinerfeños.