Cine | 22º Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria

Omar A. Razzak: "Canarias abrió dos vías: el avión privado de Michael Jackson y el cayuco para los africanos"

El director gana el Premio Richard Leacock a Mejor Largometraje de Canarias Cinema en el Festival de Cine de Las Palmas | "No puede ser que solo vivamos para generar empleo que limpia váteres a los turistas"

De izq. a dcha., la actriz Paula Campos, el director Omar A. Razzak y la actriz Sigrid Ojel, ayer, con el premio del Festival.

De izq. a dcha., la actriz Paula Campos, el director Omar A. Razzak y la actriz Sigrid Ojel, ayer, con el premio del Festival. / LP/DLP

El sopor arrastra a los veraneantes bajo las sombrillas, pero, ¿qué hay más allá, en esos barrios a donde no llega el refulgente sol del cinco estrellas? Omar Al Abdul Razzak explora alrededor del concierto de Michael Jackson hace tres décadas en Tenerife la creación del mito de la canariedad y su conversión en un paisaje idílico para los turistas europeos. A los dos premios del Festival de Málaga, el director y productor canario suma el Premio Richard Leacock a Mejor Largometraje por Matar cangrejos en el apartado de Canarias Cinema en el Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria. Tal vez le falten salas para estrenar aquí su película, como sucedió el año pasado con Rendir los machos de David Pantaleón, pero antes de claudicar prefiere poner en perspectiva el territorio con la historia de dos hermanos y la incertidumbre que sienten ante el futuro.

¿Quería estrenar justo cuando se cumplen 30 años del concierto de Michael Jackson? 

Fue casualidad. A mí me hubiese gustado que fuera en septiembre, pero con estas cosas de promoción es mejor estrenarla el 26 de mayo para arrastrar con los premios del Festival de Málaga y el Festival de Las Palmas.

¿Cómo surge esta película?

Parte de hacer un documental sobre el pueblecito de El Varadero, similar a Bocacangrejo. En todas las islas hay un barrio como este de casas cuevas como sitios que están casi al margen de la sociedad, que no tienen ni una carretera adecuada, pero que existen. Poco a poco fue creciendo esta idea al contrastar cómo intentaban destruir estos pueblos con todos todos esos hoteles abandonados que quedan tirados por Tenerife. Mientras, veía cómo ocurrían las transformaciones políticas en España y Europa de la época de los 90, donde se empieza a crear una imagen de Canarias enfocada al turismo y, sobre todo, a un paraíso cuando lo que estaba ocurriendo realmente era que se estaba empobreciendo las Islas: más paro, peores trabajos, drogas, casas de protección oficial por todos lados...

Entonces, ocurrió el fenómeno más importante de la historia de Canarias: la llegada de Michael Jackson, ¡hasta el ejército estuvo trabajando para recibirlo! La isla se paralizó y vi que era el momento clave. Era graciosa aquella imagen de los dos niños de mago con el traje típico canario que recibían al cantante y, de repente, un Jackson al pie del avión que me recordaba a la de los hawaianos colocando el collar de bienvenida. Me parecía muy bananero, muy folclórico, y esa percepción se acentuaba todavía más al saber que le habían hecho un paseo por el Loro Parque. ¿Esto es Canarias? Me acordaba del colegio cuando dibujabas Tenerife y lo representabas mediante el Teide y un loro, ¡si no hay loros en Canarias! Hasta gente de fuera me lo dice, ¿no hay loros, pero si está el Loro Parque? Todo eso fue una especie de absurdo.

Hemos normalizado esa promoción turística constante con Springsteen, Elton John o ahora Rosalía. Una forma de ver las Islas que es carne de cañón para el cine.

Absolutamente. No voy a entrar en cómo se puede resolver la economía de Canarias, ya que no soy político ni economista. Pero sí sé que no puede ser que solo vivamos para generar empleo con el que limpiar los váteres a los turistas. Igual hay otras posibilidades. No me parece correcto que empresas foráneas pongan su negocio y solo repercuta en esto, y poco más. Aparte de esta crítica, observé que venía un negro que no quería serlo en el contexto de unas Islas que están en aguas africanas. Unas aguas por las que, tanto en aquella época como ahora, se sigue discutiendo si son marroquíes o europeas dentro de un contexto en el que, geográficamente, Canarias no es Europa. Pero queda ese sentimiento de ser europeo, y más del norte. Además, aterriza el cantante al mismo tiempo que se abre la ruta atlántica con la llegada de la primera patera a Lanzarote. Así que se abren dos vías: el avión privado de Michael Jackson y la del cayuco para los africanos. Me gustaba mucho ese doble juego, ¿a quién recibimos con las manos abiertas y a quién metemos en hoteles para luego apedrearlos?

Además de dar el paso de documental al cine, una de las cuestiones que ha destacado el jurado ha sido la dirección de actores, tanto profesionales como no profesionales. ¿Cómo fue ese proceso?

Mis trabajos de documental los hago con puesta en escena, silencio, cortes, y todo es muy falso, con personas a las que había hecho actuar. Por tanto, lo que ha cambiado es la cuestión del dinero en Matar cangrejos, donde hay más, aparte de un guion cerrado en el que he mezclado actores profesionales y no profesionales. Al ser una ficción en la que teníamos muchas localizaciones y muy poco tiempo, no daba tiempo a pensar mucho y rodábamos como locos, así que el descubrimiento vino antes en los ensayos que mantuve durante seis meses con ellos. En realidad, no hay diferencia al trabajar con unos y otros puesto que depende de la persona y sus necesidades. Como director, tienes que descubrir que impulsos necesitan.

Su trabajo me recuerda a Carla Simón o a otra película reciente como Aftersun. ¿Se siente identificado con este cine más intimista y cercano?

Hablas de películas que me hubiera gustado hacer. Aftersun la vi hace poquito y me gusta porque, mientras que yo estoy contando el lado donde están los espacios turísticos, habla desde el lado de los turistas que van. Así que, qué maravilla al verla, conocer una imagen más alejada del cliché, que puede ser que yo tenga, sino de lo que siente y pasa.

Primero Málaga, ahora Las Palmas. ¿Cómo cree que recibirá este filme tanto a nivel general como insular, ya que está hablando de una realidad no tan apreciada desde el exterior?

El problema del cine de autor es que tiene poco dinero. Por tanto, poca promoción y, en consecuencia, poca gente va a verlo. No creo que sea por que el público quiera ver una película más comercial, sino que en la mía hay menos anuncios, lo cual limita su visionado. Terminará viéndose más en península que en Canarias debido a que aquí se va muy poquito al cine, más cuando han cerrado las salas donde se veía este cine de autor, sobre todo en Gran Canaria con el Monopol o El Muelle próximamente. Es más, esta película debería verse en Canarias porque no creo que se hayan hecho muchos filmes que retraten la visión menos generalizada de esta tierra, ¡y creo que a la gente le gusta ver eso! No solo está Madrid y a Barcelona, hay otros lugares en los que el público quiere verse.

Habiendo trabajado en la región, ¿cómo ve la industria cinematográfica en Canarias?

En el último tiempo está funcionando muy bien tanto a nivel de grandes producciones, aunque haga falta formar más equipo canario para que no estemos solo en los puestos bajos sino altos dentro de las jerarquías profesionales, aunque, aún así, genera mucho empleo con mejores condiciones económicas; y a la vez, el cine de autor está creciendo porque hay un apoyo por parte del Gobierno y los cabildos. Ahora mismo, no tengo queja.