Cine | Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria

Un matrimonio forzado en Ruanda y un drama psicológico en Copenhague: así termina el FICLPGC

La película ruandesa 'The Bride' y la danesa 'Copenhagen does not exist' cierran la Sección Oficial de Largometrajes. El jurado dará a conocer mañana al ganador o ganadora.

La cineasta ruandesa Myriam U. Birara habla sobre su película, 'The Bride'.

La cineasta ruandesa Myriam U. Birara habla sobre su película, 'The Bride'. / Quique Curbelo

Martina Andrés

Martina Andrés

«Tengo un mensaje para ti», le dice un chico a Eva mientras ella, con su vestido blanco y su ramo de flores, busca algún fruto en el árbol de aguacates. Y entonces, un grupo de hombres aparece de la maleza y la rodea. Y entonces, ella grita y la agarran por todas sus extremidades. Y entonces, aparece encima de una cama desconocida y llora desconsolada. Es 1997 en Ruanda y a Eva la han casado por sorpresa. Han secuestrado su amor a la fuerza, sus anhelos, su sexo, su deseo de estudiar Medicina y convertirse en pediatra.

Así arranca la película The Bride, de la directora ruandesa Myriam U. Birara, uno de los dos títulos que se ha encargado de cerrar la Sección Oficial de Largometrajes del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria (FICLPGC). Un filme que saca a la luz un tema tabú, como lo es el de los matrimonios forzados en Ruanda tras el genocidio de los tutsi a manos de los hutus que tuvo lugar en el país en 1994, una práctica que a día de hoy está prohibida pero de la que no se habla.

«Hay mujeres víctimas que no pueden contar esa historia en su círculo. No se la cuentan a sus hijos porque son una familia y ahora no pueden contarles cómo empezó todo», explicaba Birara esta mañana en una rueda de prensa en el Hotel Cristina.

Fotograma de 'The Bride' en el que aparece Eva, su protagonista.

Fotograma de 'The Bride' en el que aparece Eva, su protagonista. / LP/DLP

Además de poner el foco sobre estas uniones forzadas, The Bride también muestra otras realidades ocultas, como la del estiramiento de los labios vaginales para un mayor placer sexual, ritual tradicional al que día tras día se somete Eva, entre alaridos de dolor, usando sus propias manos y unas hierbas que ayudan en el proceso. Y, noche tras noche, las manos cruzadas sobre el pecho y la mirada perdida mientras su marido, un hombre al que no conoce de nada, la busca para que cumpla con sus «obligaciones» de mujer. «Lo que siento por él es todo lo contrario al amor», dice la protagonista en un momento de la película, que también se pregunta si es posible estar con alguien toda la vida únicamente por un sentimiento de lástima.

«Al escribir una historia sobre mujeres siento que todo ha fluido con normalidad. Quería que surgiese un amistad tangible, profunda, que fuese realista, que se reflejase ante la cámara como un proceso orgánico, que el público se identificara con la historia de las dos chicas», destacaba la directora del largometraje haciendo alusión al que es quizá el tema principal en The Bride: el refugio que dos mujeres encuentran en su amistad y la compañía mutua, como la que surge entre Eva y la prima de su marido.

The Bride es una película totalmente independiente que no ha contado con ningún tipo de financiación gubernamental: se ha conformado a partir de ahorros personales y el ímpetu de su directora y el resto del equipo. A finales de junio se expondrá en su país de origen, en Ruanda, donde Birara tiene muchas ganas de ver y conocer las opiniones del público: «Quizá la gente en el gobierno la crítica, tengo muchas ganas de ver cuál será la reacción», añadió la cineasta.

Copenhague no existe

La otra película con la que ha culminado esta Sección Oficial de Largometrajes es Copenhagen does not exist, del cineasta danés Martin Skovbjerg, un drama psicológico que cuenta la historia de Ida, una joven que acaba de desaparecer en circunstancias extrañas. Para encontrarla, su padre y su hermano piden ayuda a Sander, su pareja, que «a través de formas poco ortodoxas» buscan conocer la verdad de lo sucedido. Y así, dan con una historia que jamás habrían podido imaginar.

Fotograma de la película 'Copenhagen does not exist'.

Fotograma de la película 'Copenhagen does not exist'. / LP/DLP

«Lo que ocurre con el padre de la protagonista es que ha trabajado tanto a lo largo de su vida que no tiene recuerdos de su hija, no tiene ese retrato familiar, y solo a través del novio contándole anécdotas sobre ella, puede capturar la memoria de su hija», explicaba Skovbjerg también desde el Hotel Cristina.

Por otro lado, este drama también destaca por la figura de Sander, un chico que no hace nada relevante, que se presenta como alguien normal. «Es una de las cosas más importantes de la película: el personaje principal no hace nada, no es un héroe ni nada de eso. Me encantó porque todo está dentro de su cabeza y tenemos que intentar entender... El público no debería conectar con él, no tenemos por qué, ese no es el objetivo, conectar con el protagonista, si no conectar con su amor hacia Ida, su novia, a la que ve cada vez que cierra los ojos», puntualizó el director del filme.

La película, a grandes rasgos, quiere poner el foco sobre la existencia, la no existencia y el encasillamiento constante al que nos someten las normas sociales, tal y como explicaba su director: «La existencia son muchas cosas, hay muchas personas existiendo pero que realmente no existen, hay muchas interpretaciones posibles. En Dinamarca la sociedad te pone en cajas, te encasilla en diferentes moldes: hay que tener hijos, coches, tienes que tener una casa, ir a cumpleaños... En la cinta se intenta crear una existencia propia alejada de este encasillamiento. El sentimiento de salir fuera de la caja», declaró el cineasta danés.

Copenhagen does not exist es, en palabras de su director, «una película de la que o bien te enamoras o con la que no conectas nada. Hay alguna gente que dice que es la mejor película que han visto y hay otra gente que no siente nada. Hay mucho amor alrededor, especialmente de la gente que la ha visto por segunda vez, porque dicen que ahí todo cobra más sentido», añadía Skovbjerg.

El cineasta danés Martin Skovbjerg.

El cineasta danés Martin Skovbjerg. / Promoción de Las Palmas de Gran Canaria

Tras arrancar el pasado lunes con la película de la francesa de Sophie Letourneur, Voyages en Italie, la Sección Oficial de Largometrajes ha presentado hoy sus dos últimas películas. Mañana se entregará el galardón de esta competición en la que también han estado presentes los títulos Adentro mío estoy bailando, Arturo a los 30, Ming tian ni zuo tian chang jiu, Mudos testigos, The Adults, Viver mal y Mal Viver.