La escritora Mónica Subietas: "El pasado siempre regresa si no está bien cerrado"

El filósofo danés Søren Kierkegaard dijo una vez que la vida solo puede comprenderse si uno mira hacia atrás y revisa el pasado, pero que para ser vivida siempre hay que ir hacia delante. Este pequeño mantra es el punto de ignición de la novela de suspense con la que la escritora y periodista Mónica Subietas ha debutado en el género de la ficción: 'El bosque en silencio', que acaba de aterrizar en su formato hispano tras cosechar un gran éxito en sus publicaciones en alemán (ya en su segunda edición) y polaco.

La historia, fragmentada en tres actos temporales (pasado, presente y futuro), gira en torno a Gottfried Mesmer, gerente de un pequeño local llamado Kafi Glück. A pesar de ser presentado como un personaje muy tranquilo, su vida oculta una serie de tragedias que le dejaron una gran marca emocional, entre las que se incluye el suicidio de su padre, Herman Messmer, cuando solo tenía siete años de edad. Su pasado y presente se reúnen el día en que recibe una herencia inesperada de su progenitor: un bastón junto a un lienzo y una carta. En la carta se detalla la última voluntad de Herman, quien le pide a su hijo que busque al dueño legítimo de la obra y el bastón para devolverle lo que es suyo. 

La búsqueda de Gottfried derivará en una exploración emocional de su pasado, movido por la última voluntad de su padre y por el miedo a no poder cerrar una herida que le carcome. Pero como deja claro la autora, «necesita concluir ese capítulo de su vida. Porque el pasado siempre regresa si no está bien cerrado». 

El expolio artístico de la Segunda Guerra Mundial

La trama principal que ocupa al protagonista se verá acompañada por una serie de subhistorias que acabarán causando una disputa latente nunca exenta de tensión, avaricia y suspense. Amenizadas por el Kafi Glück, inspirado en El Lokal de Zurich, como el nexo que las entrelace, todas estas confabulaciones acabarán desembocando en la travesía de Gottfried, poniendo en juego el verdadero papel del lienzo y el misterio que rodea a la muerte de su padre, relacionados directamente con el gran expolio de más de 600.000 obras que los nazis realizaron durante la Segunda Guerra Mundial. «Un arte degenerado en toda regla: lo poco que se ha encontrado está localizado en colecciones privadas, mientras que el resto de obras acabaron perdidas o quemadas», confiesa la escritora. El lector entra de esta forma en la historia del lienzo 'Waldinneres', que sirve de excusa para revisitar algunos de los hechos del conflicto bélico.

Y es que el elemento que dio inspiración a esta novela fue el Informe Bergier, encargado por el gobierno suizo a una comisión de expertos para investigar el verdadero papel que Suiza había tomado en la Segunda Guerra Mundial, hasta ese entonces desconocido y principal causante del desconcierto social de sus conciudadanos. Tras una exhaustiva investigación, la comisión acabó determinado que pese a que Suiza no había movilizado ningún ejército durante la guerra, sí negoció con los alemanes para cerrar sus fronteras a los refugiados judíos desde 1942 hasta 1944. 

Más de 600.000 obras de arte fueron expoliadas por el ejército nazi en la Segunda Guerra Mundial

Conocer el pasado para entender el presente

Sin embargo, lo que le chocó a la autora fue «el proceso de liberación que Suiza conllevó tras descubrir la verdad. No disculpaban su pasado, pero tampoco se arrepentían de ello. Sino que lo dejaron atrás, ese mensaje era lo que quería dejar claro a los lectores». «Saben que se hizo lo que se pudo, dado el contexto, y continuaron con sus vidas sin verlo como algo tabú sino que se lo relatan a las generaciones actuales para que posean una mente abierta y eviten que la historia vuelva a repetirse», concluye.