Cine

Lo que el cine dice de Dios

De El arca de Noé a La llamada, pasando por El exorcista o La pasión de Cristo, José F. Cámara Sempere analiza el tratamiento de esta figura en el séptimo arte en ¡Viva la anástasis!, libro que presenta el miércoles en Pynchon&Co

Fotograma de "La Vía Láctea", de Luis Buñuel.

Fotograma de "La Vía Láctea", de Luis Buñuel.

Cristina Martínez

De Nacimiento, infancia, vida, milagros, pasión y muerte de nuestro señor Jesucristo, dirigida en 1907 por el francés Ferndinand Zecca, hasta Saint Maud, realizada por Rose Glass en 2019, han pasado 112 años y muchos cambios sociales a lo largo de la historia, en los que la religión ha tenido un papel fundamental. La presencia de Dios en el cine, bien como reflejo de las creencias del momento y como vehículo de adoctrinamiento, bien como figura vista con ironía o incluso relacionada con la ciencia ficción, permite tejer un relato que marca una evolución en el séptimo arte.

Así lo ha visto José F. Cámara Sempere, arquitecto técnico y subdirector del Cineclub Luis Buñuel, que ha recogido en un libro cómo ha sido tratado el tema de Dios a través de 50 películas de diferentes épocas de la historia. El título es ¡Viva la anástasis! y se presenta el miércoles 28, a las 19 horas, en la librería Pynchon&Co, con la participación del cineasta ilicitano Chema García Ibarra, que ha tratado el tema en su película Espíritu sagrado.

"El arca de Noé", de 1928.

"El arca de Noé", de 1928.

Empezó pensando abarcar todo tipo de creencias, "un dios más global, de todas las religiones", afirma el autor, aunque visto el volumen de producciones se ciñó al catolicismo y el protestantismo. Lo más complicado fue la selección, sobre todo, teniendo en cuenta que su visionado fue durante el confinamiento. "Fue duro estar encerrado y empezar a ver películas sobre Dios y el existencialismo... cuando vi El séptimo sello de Ingmar Bergman sobre la peste negra y estás en casa por una pandemia no es muy reconfortante". Por eso, dice, alternaba con película como Resacón en las Vegas, "para reconciliarme con la vida".

Descubrimientos

Por ese "desfile" cinematográfico se fue reencontrando con cintas que no podían quedarse fuera de la lista, como La palabra de Carl Theodor Dreyer, y descubriendo otras como El amor de Roberto Rossellini o ¡Oh Dios!, cinta norteamericana de 1977 que no se estrenó en España, "divertidísima" y "muy gratificante" porque "se sale de los convencionalismos sobre la representación de Dios en el cine".

A lo largo de estos años, el tratamiento de esta figura religiosa ha evolucionado al mismo tiempo que la sociedad. "Desde Qué bello es vivir, de Capra, donde Dios es una voz en el firmamento, hasta cosas más hardcore como Dogma, de Kevin Smith, donde Dios es una mujer cantante, que interpreta Alanis Morissette, el concepto ha ido cambiando".

La película "La llamada", de Javier Ambrossi, Javier Calvo.

La película "La llamada", de Javier Ambrossi, Javier Calvo.

Humor, terror y ciencia ficción

Y lo ha hecho pasando de la creencia al enfoque de humor, el terror e incluso la ciencia ficción. "El humor aparece en los años 70 con Woody Allen o Mel Brooks, que empiezan a reflexionar sobre el tema también con ironía y sarcasmo", y más tarde Monty Phyton con La vida de Brian. En opinión de Cámara Sempere, influenciado por Buñuel y ese surrealismo que tiene La Vía Láctea (1969). "Él era ateo pero tenía una formación católica muy fuerte y eso se traslada a la pantalla con surrealismo pero con mucho humor".

Precisamente fue Buñuel el que marcó el cambio, "pero como tuvo carrera mexicana y francesa, entonces en España fue Carlos Saura, bebiendo de esa raíz de Buñuel, con Ana y los lobos, en la que habla de Dios desde la vertiente del terror". Estas película fue "un punto de inflexión en la forma de tratar el tema y de ella beben Almodóvar y otros directores".

Fernando Fernán Gómez y Geraldine Chaplin, en "Ana y los lobos".

Fernando Fernán Gómez y Geraldine Chaplin, en "Ana y los lobos".

Precisamente el terror es otro de los enfoques a partir de los 70. "Ya lo apunta Marcelino, pan y vino en 1955, pero marca ese cambio Aguirre, la cólera de Dios (1972), de Werner Herzog, y sobre todo El exorcista (1973), de William Friedkin". A partir de ahí, asegura, "aparece vinculado con su contrario que es el diablo y se empieza a hablar de Dios desde un punto de vista menos idílico, ni tan bello y es también un punto de inflexión".

La película "Stigmata".

La película "Stigmata".

También en los 70, hay otro elemento que entra en juego y es la ciencia ficción. "Tanto Spielberg con Encuentros en la tercera fase e incluso ET, como Godard en Yo te saludo, María, vinculan a Dios con alienígenas".

"Directores como Pasolini Bergman tenían un conflicto con Dios, mientras otros como Almodóvar, a pesar de no ser católicos sus películas tienen cierta cultura religiosa", afirma.