Las jornadas de novela negra en Arucas que homenajean a Alexis Ravelo

El Observatorio Negro Criminal llega a Arucas entre los días 9 y 11 de noviembre para analizar distintos aspectos de la novela negra: sus festivales, sus personajes, y el papel de personas como pueden ser editores, libreros o bibliotecarios que se encuentran en el camino que hace un libro hasta llegar a las manos de los lectores. Así, la gestora de la biblioteca de Arucas Loly León Donate y la escritora Carmen Nieto Rodríguez llevan desde 2021 tratando de configurar unas jornadas que puedan aportar un nuevo enfoque del género y que permitan interactuar al público con los escritores.

«En la península existe la broma de que es raro el día que no hay un festival de novela negra en algún sitio», explica Nieto. Por ello, este encuentro se desarrolla bajo el lema «Esto no es un festival», una consigna que busca ir en línea con el punto transgresor que tiene el propio género.

En el Observatorio Negro Criminal arranca el jueves 9 de noviembre con la entrevista de Talía Roríguez a Susana Rodríguez Lezaun (comisaria del festival Pamplona Negra) y una mesa redonda sobre detectives moderada por José Luis Ibáñez. En ella estarán José Luis Correa (creador de Ricardo Blanco), Rosa Ribas (creadora de Los Hernández) y Susana Rodríguez Lezaun (creadora de Marcela Pieldelobo).

Al día siguiente, viernes 10 de noviembre, habrá otra mesa bajo el título Los festivales, ¿para qué valen?, moderada por Charo González Herrera en la que estarán presentes Eduardo García Rojas (comisario del festival Aridane Criminal y colaborador de TFENOir), Mayte Martín (comisaria de LPAConfidential), la ya mencionada Susana Rodríguez Lezaun (Pamplona Negra) y Carlos Zanón (comisario BCNegra).

Este segundo día de jornadas, Rosa Ribas será entrevistada por Javier Rivero Grandioso y Emilio González Déniz por Eduardo García Rojas. «Nos interesaba esa mirada desde la experiencia del escritor, más reposada… Emilio González quizá no es a priori un autor de novela negra, pero trabaja un aspecto que es esencial en el género: la crítica social», indica Carmen Nieto sobre el autor de La mitad de un credo.

Participación del público

Esta segunda jornada tiene previsto finalizar con un encuentro en el que se mezclarán música y lecturas bajo el título Negras y corcheas y con un brindis en la Casa de la Cultura de Arucas. «Será un brindis con lectura de textos, para que confraternicen escritores y lectores. A los escritores nos gusta recibir el feedback de los lectores y a los lectores les gusta tener contacto con los escritores», puntualizaba Nieto para recalcar una de las prioridades de este encuentro. «Se está haciendo un trabajo desde los clubs de lectura de Arucas para que se lean las novelas de los escritores que van a venir ahora, para que cuando tengan su ponencia, el público pueda participar. Habrá 45 minutos de ponencia y 15 minutos de participación del público», añadía la escritora.

Para terminar, el sábado 11 de noviembre tendrá lugar una mesa de debate moderada por José Luis Ibáñez bajo el título ¿Aquí se juega? En ella participarán Gregori Dolz Kerrighan (editor de Editorial Alrevés), Alejandro Santana Llebry (librero de la librería YAYA) y la ya mencionada Loly León Donate, que explicará el papel que tiene la novela negra en las bibliotecas públicas. A continuación, Emilio González Déniz entrevistará a Carlos Zanón y se realizará un carrusel de libros en el que todos los participantes podrán recomendar una lectura.

El broche final a estos tres completos días negros, lo pondrá el anuncio del premio de novela negra Alexis Ravelo que convocan el Ayuntamiento de Arucas y la Editorial Alrevés, que fue la que, como explica Nieto, dio a conocer al escritor en las Islas y fuera de ellas. La escritora y organizadora de este encuentro estuvo seis años asistiendo a los talleres de Ravelo. Este premio es un homenaje a su figura y su legado, a su compromiso con la escritura: «Yo creo que solo los que hemos dado los talleres de Alexis, sabemos lo exigente que era. Esa exigencia venía del respeto, del respeto que le tenía al oficio de la escritura», concluye.