Los niños y niñas de Barrios Orquestados presentan el concierto benéfico de invierno

Bruno agarra con decisión su pequeño violín y el micrófono. Espera paciente su turno para hablar delante de cámaras y periodistas, como si no fuera la primera vez que lo hace. Pero su voz dulce y las pegatinas de colores en el mástil del instrumento que porta, delatan su juventud: «Soy Bruno, tengo 8 años y toco el violín», se presenta. Él es uno de los participantes del concierto solidario de invierno que el próximo domingo 19 de noviembre tendrá lugar en el Auditorio Alfredo Kraus de la mano del proyecto social y musical Barrios Orquestados.

Junto a Bruno están también Eva, de nueve años, y su viola, Diana, de siete, con su saxofón, Kendra, también de siete, con otro violín, y los veteranos Sergio y Álvaro, de 14 años, con su violín y su contrabajo respectivamente. Todos han subido en alguna ocasión a las tablas del Auditorio Alfredo Kraus, por lo que ya tienen sus trucos para calmar los nervios. Como Bruno: «Antes del concierto siempre respiro hondo y después digo: ‘no pasa nada, no importa, estoy en mi casa’ y salgo a hacerlo todo bien», relata el pequeño.

Y también tienen expectativas: «Espero como cada año sentir emoción, porque subirse al auditorio Alfredo Kraus no es habitual. Siento emoción porque se expone lo que llevamos trabajando todos estos meses y siempre tiene un resultado satisfactorio», puntualiza Sergio.

El grupo presente es solo una parte del total de 200 niños y niñas que demostrarán lo aprendido durante su formación musical con Barrios Orquestados el próximo domingo.

En esta edición del concierto benéfico que acumula ya diez años de trayectoria, estará como artista invitada la revelación del flamenco Marina Carmona, ―hija de Antonio Carmona y nieta de Juan Habichuela―, junto a la orquesta infantil y juvenil de cuerda frotada y viento-madera a la que se suma el coro de familias con más de 75 vecinos de la Isla. Esta será la primera actuación de una gira que llevará a este numeroso grupo por diferentes escenarios del Archipiélago, entre ellos el del Auditorio de Tenerife el próximo domingo 10 de diciembre junto a Arístides Moreno & 101 Brass Band.

«Como una familia»

Barrios Orquestados está en activo en ocho enclaves de Gran Canaria, lo que supone un total de más de 80 barrios distribuidos por Tamaraceite, Guanarteme, Ciudad Alta, Risco de San Nicolás, Cono Sur, La Isleta, Jinámar y Montaña Los Vélez. 

Los fundadores de esta iniciativa, Laura Brito y su padre, José Brito, comenzaron en 2012 este proyecto que busca que la música sea un lenguaje de transformación, una herramienta para la cohesión social de los barrios más vulnerables a nivel socioeconómico.

«Es como si fuésemos una familia. Al final, al estar practicando todos los días con ellos, a veces quedas fuera, en la calle, para ir al cine, cualquier cosa. Al final son tus amigos, no solo tus compañeros», explicaba el joven Álvaro en referencia a su grupo de trabajo. Y Sergio lo corrobora: «Siento a mis compañeros como hermanos. Pasamos mucho tiempo juntos, ensayamos juntos, son parte de mi vida. Subirme al escenario con ellos es una cosa grandiosa y es un sentimiento emocionante y gratificante».

«Este es un proyecto humanista e identitario. Un pueblo sin cultura no tiene identidad», reivindicó José Brito junto a los pequeños. Por otro lado, su hija, Laura Brito, recalcaba su trayectoria: «Han pasado doce desde que se inició el proyecto. En este tiempo, se han beneficiado alrededor de 162 barrios en todo el Archipiélago canario, además de Honduras y Chile, donde abrimos en 2018».

Junto a ellos, estaban presentes también el director de la Fundación Auditorio Teatro, Tilman Kuttenkeuler, que destacó como «la cultura hecha por niños con esa alegría», y el Concejal de Cultura del Ayuntamiento capitalino, Adrián Santana, que recalcó como a lo largo de los cuatro años del nuevo mandato que se inició hace pocos meses con Carolina Darias como alcaldesa, seguirán apoyando «con orgullo» a Barrios Orquestados.

«Ellos representan el futuro de una cultura que estamos construyendo entre todos y todas. Desde el ayer, desde el hoy pero, sobre todo, del mañana», apuntó. Y se dirigió a los pequeños: «Ustedes representan, sean músicos o no, la capacidad de esa cultura de encontrarnos, de volvernos una familia, de dejar nuestros problemas de lado y ver nuestras coincidencias», concluyó.

Las entradas para esta cita musical están a punto de agotarse: solo quedan 40 de las 1500 disponibles. Se pueden adquirir en la taquilla del Auditorio Alfredo Kraus y en su página web.