Arte

'Como es arriba es abajo': la extracción de petróleo como sujeto artístico

La muestra de la artista venezolana Ana Alenso se inaugura mañana a las 19.00 horas en el Centro de Arte de La Regenta

Compartirá el espacio hasta el próximo 20 de enero con 'La naturaleza de las cosas' de Chema Madoz

Presentación de la exposición 'Como es arriba es abajo' de la artista venezolana Ana Alenso en La Regenta.

Presentación de la exposición 'Como es arriba es abajo' de la artista venezolana Ana Alenso en La Regenta. / Quique Curbelo/ Efe

Martina Andrés

Martina Andrés

Ana Alenso (Caracas, 1982) es una artista interdisciplinar que se caracteriza por instalaciones que se alimentan de materiales abandonados procedentes de la industria minera y petrolera. Tras una residencia enmarcada en el Programa Internacional de Residencias Artísticas que convoca el Gobierno de Canarias en el Centro de Arte de La Regenta, hoy presenta su muestra en este espacio.

La artista venezolana Ana Alenso ha pasado el último mes y medio paseando por el Puerto de la Luz en busca de inspiración. Entre olor a gasoil, bidones de petróleo, motores hidráulicos o mangueras, ha fluido la creatividad que ha dado lugar a Como es arriba es abajo, muestra que se inaugura mañana a las 20.30 horas en el Centro de Arte de La Regenta y que compartirá el espacio hasta el próximo 20 de enero con La naturaleza de las cosas del fotógrafo Chema Madoz.

Alenso se ha adentrado «sin pedir permiso» en el muelle Reina Sofía del puerto capitalino, donde se dió de bruces con la plataforma de perforación Island Innovator que, en su camino a Sierra Leona para abrir pozos de petróleo, hizo una breve parada en el Archipiélago para su mantenimiento. La artista venezolana ha hablado con las gentes del puerto para conocer sus realidades, desde personas como Mingo Sánchez, antiguo trabajador de una plataforma petrolera, Fernando Rivas, investigador y marino civil, o los trabajadores Sergio Ramos Pulido y Beto.

«Me queda la sensación de que las plataformas offshore son como un ente vivo; sus dimensiones, el constante flujo de personas que trabajan allí, las máquinas que retumban y el olor a aceite que desprenden, te penetran en el cuerpo, aunque no lo desees», relata la creadora en la descripción de su muestra.

Objetos industriales

En sus paseos, además de recolectar testimonios e imágenes, Alenso se ha dedicado a recoger diferentes objetos industriales a través de acuerdos de préstamo con el Puerto de la Luz, objetos que, tras su uso en la exposición, serán devueltos a su lugar de origen.

La instalación, formada por una escultura y una fotografía a tamaño real, tiene, tal y como explica la artista, «la intención de crear un mecanismo desde lo absurdo pero con la idea de visibilizar una pequeña parte de lo que son estas plataformas, repensar, reflexionar sobre el efecto que pueden tener estos procesos tan complicados como puede ser la extracción de petróleo offshore sobre el océano».

Imaginario petrolero

El «imaginario petrolero» ha sido objeto de trabajo para la caraqueña desde hace casi diez años, tema al que llega debido al fuerte impacto que tiene esta industria en su país. «Al ser venezolana, es un tema que me interesó mucho cuando empecé a pensar desde el extranjero mi identidad. Venezuela es un petroestado. Esto ha afectado a la cultura, a la manera de pensar… Y ese fue como el punto de partida, lo que me ha llevado a investigar también los métodos de extracción», explica la artista interdisciplinar que, además del petróleo, ha investigado también la estracción de otros recursos como el mercurio o el uranio en países como Ghana, Chile o Alemania.

Con respecto a la atmósfera que se encuentra en espacios de extracción como pueden ser las plataformas petroleras, Alenso recalca lo paradójico de la relación de los trabajadores con la arriesgada actividad que realizan. En esta línea, describe estos ambientes como lugares en los que predomina la presencia masculina y, por lo general, un sentimiento de privilegio y de un «gran amor por el offshore».

«Para ellos este trabajo es una salida, es una oportunidad», cuenta refiriéndose a lo que ha percibido en países como España. «Es completamente lo contrario a lo que yo he podido escuchar en una mina de oro en el centro de Ghana, donde las condiciones son completamente precarias y son personas que están otorgando su salud a un trabajo diario. Yo me pongo más en una posición de hacer escucha, de entender porque están ahí», puntualiza. «No es mi trabajo juzgar por qué están haciendo esto».

En una línea más poética, la artista hace también un paralelismo entre como las navegaciones se orientaban por la posición de las estrellas en el pasado y como, hoy, se guían por las indicaciones de los satélites que orbitan en la estratosfera. Satélites que, a su vez, como describe la artista, «son responsables de guiar la ejecución de violentas e intensas excavaciones para extraer petróleo de las profundidades del suelo marino». Y concluye su reflexión así: «La noción de como es arriba es abajo en este contexto perdura de manera paradójica. Similar a los conceptos esotéricos de siglos anteriores, esto sigue representando la delicada interdependencia entre todas las cosas».