Cine | 13ª Muestra de Cine de Lanzarote

Insólito documento antropológico

Fotograma de ‘La invención del otro’. | | LP/DLP

Fotograma de ‘La invención del otro’. | | LP/DLP / Claudio Utrera

Claudio Utrera

Claudio Utrera

Pocas veces encontramos en el cine de hoy algo «distinto». Se ha dicho, incluso, que todas las historias están ya contadas. Ello aumenta la sorpresa de quienes, sin preverlo, salen eufóricos tras contemplar la película que hoy nos ocupa.

Con solo tres títulos en su haber cinematográfico, su director está demostrando una extraordinaria sabiduría basada esencialmente en un marcado sentido estético apto para las más sutiles y emocionantes sugerencias visuales. Y precisamente no estamos hablando de un filme de ficción, que permite, como es bien sabido, infinitos juegos malabares para capturar la inmediata atención al espectador.

No, nos referimos, por el contrario, a un cine que aborda directamente la realidad, sin desvaríos ni estrategias de divagación y capaz por tanto de transformarla a través de una mirada con la que consigue cautivarnos acerca de todo lo que se está representando en la pantalla.

Pues bien, tras la presentación de cuatro de sus cinco largometrajes en competición, hoy concluye la sección oficial de la Muestra con el estreno del formidable documental de producción brasileña La invención del otro (A Invençao de Outro, 2022), un valiosísimo documento antropológico, escrito y dirigido por Bruno Jorge (Pernambuco, 42 años), que recoge, a lo largo de algo más de dos horas de metraje, una de las más largas y arriesgadas expediciones organizadas por el Gobierno de Brasil en su amplio programa de investigación sobre los grupos de nativos que malviven en el corazón de la selva amazónica.

En el sentido estrictamente científico, la película muestra algo realmente fundamental en un documental de estas características: una suerte de didactismo a través del cual consigue que los espectadores nos incorporemos plenamente a la experiencia que se está desarrollando en la pantalla, al tiempo que participamos abiertamente de su disfrute en términos estéticos ya que no se trata solo de un filme concebido única y exclusivamente para el recreo visual, como podría apreciarse en una primera toma de contacto con sus imágenes, sino de una rigurosa propuesta antropológica que, además, nos permite ensanchar nuestro conocimiento sobre el inabarcable mundo en el que vivimos.