Arte

Exposición de Giraldo: Los juguetes del niño itinerante

El Cicca muestra la obra de Juan Antonio Giraldo con 89 piezas que van de las vidrieras al collage

Exposición retrospectiva de Juan Antonio Giraldo en el Cicca

LP/DLP

Conocido como escultor, y sobre todo por sus imponentes vidrieras, Juan Antonio Giraldo fue un artista versátil al que le gustaba jugar con el espectador como refleja una muestra en el Cicca.

Toda la obra de Juan Antonio Giraldo es un juego. Y así se puede comprobar visitando la muestra Giraldo: retrospectiva (1957/2022) que desde ayer y hasta el 10 de febrero de 2024 permanecerá en la Galería Manolo Millares/Elvireta Escobio del Centro Cultural de la Caja de Canarias (Cicca).

El recorrido de la exposición parte, además, de la pequeña figura de un carrito, que aparece en una vitrina nada más entrar a la sala y que fue el único juguete que tuvo Giraldo en su infancia. «Giraldo era un niño de una familia muy pobre que estuvo itinerando por diferentes pueblos de Ciudad Real donde era rechazado porque vinculaban ese no lugar con componentes políticos», señala el comisario de la exposición Antonio Almeida y autor del libro titulado Giraldo: diálogo con la luz y el espacio. «Por eso encontró su lugar en la vida a través del arte y sus obras no dejan de ser pequeños juguetes, porque muchas esculturas las hizo por el placer de poseer algo que no tuvo en su infancia», añadió.

La exposición es además el primer homenaje póstumo al artista, fallecido a comienzos de 2023, segoviano de nacimiento, pero canario de adopción, quien era académico numerario de la Real Academia Canaria de Bellas Artes. Aunque sea conocido por su obra escultórica, tanto pública como privada, la muestra intentan mostrar su versatilidad recogiendo un total de 89 piezas que incluyendo pinturas, collages, grabados, fotografías, vidrieras y medallas que pertenecen a distintas instituciones como el CAAM, la ULPGC, el Gabinete Literario, además de a diversos particulares y a la familia del artista y propio curador, así como una representación de esculturas propiedad de la Fundación.

Cartografía

Almeida, que acudió a la presentación acompañado del vicepresidente de la Fundación La Caja de Canarias Manuel Lobo, y de la responsable de Acción Social de CaixaBank en Canarias Olga del Pino, subrayó que «queremos trazar una cartografía de los diferentes lenguajes que utilizó Giraldo a lo largo de su vida para plasmar su pensamiento artístico desde sus primeros dibujos y pinturas hasta algunas esculturas que tienen significado en el arte en Canarias», como puede ser el homenaje a la Vela Latina situado a la altura del parque San Telmo. Almeida destacó la excelencia de la técnica de Giraldo en las vidrieras, siendo el primer artista con horno propio en las Islas, fiel reflejo además de «ese tránsito entre la luz y el espacio, que fueron dos elementos que condicionaron su obra. Como autor que quiso siempre ser arquitecto, indagar y abrazar el espacio fue una de sus máximas a la hora de intervenir en arquitectura».

Internacional

Las creaciones de Juan Antonio Giraldo han sido expuestas en distintas y variadas muestras individuales y colectivas realizadas tanto en Europa y EEUU. La mayor dimensión y espectacularidad la tienen las obras urbanas ubicadas en Las Palmas de Gran Canaria, Lanzarote, Tenerife, Madrid y Segovia. Una de ellas, propiedad de la Fundación La Caja de Canarias, fue la realizada en 1999 para sede de la entidad bancaria, hoy CaixaBank, en la calle Triana, titulada Los pasos del hombre. Y algunos de los motivos vegetales utilizados pueden admirarse en un montaje especial donde un elemento floral central, rodeado de una profusa enredadera en vidrio rojo, queda enmarcado con otros vidrios azules a modo de delimitación espacial de la obra.

Esta parte adquiere un especial protagonismo, ya que sus vidrieras, concebidas también como un juego, sigue siendo lo más icónico de su producción. «La familia conservaba algunas maquetas originales que hemos utilizado», asegura Almeida. «Y que son un fiel reflejo de la importancia de la luz y el efecto que creó» y donde sobresale una pieza de experimentación lograda con técnica fotográfica. 

Claves

El juego se sigue revelando en el resto de la exposición. Así sucede con los tres bodegones escultóricos que realizó en homenaje a Zurbarán, repletos de claves a descifrar. O en las dactiliformes, piezas en las que el público puede manipular las propias obras y jugar con ellas «para que pueda acercarse a la escultura también a través del sentido del tacto».

Sucede también en las esculturas mutables «para que el espectador pueda crear una nueva escultura y podemos diseñarla a nuestra manera». O en sus obras relacionadas con un arte que parte de la mitología griega hasta el arte conceptual, pasando por el Renacimiento, como el homenaje a Giuseppe Arcimboldo que utilizaba elementos naturales para construir rostros y que Giraldo plasma con elementos manipulables. Entre pinturas o vídeoinstalaciones, también llama especialmente la atención una pieza de marcado carácter político. «Giraldo llega a Canarias huyendo tras criticar a uno de los poetas oficiales del régimen de Franco», recuerda Almeida. «Y quiso realizar un homenaje a Salvador Puig Antich», añade. «El último asesinado por el franquismo a través del garrote vil».

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